Capítulo 17.✌

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Las caricias y besos jamás faltaron, estaban felices, pero en el fondo, los dos estaban conscientes de la situación, Yoo Na sabía que algo muy malo ocurría, y Jimin, cada segundo del día, recordaba lo corta que su vida sería.
Estaban en un parque cercano a su casa, sentados bajo la sombra de un gran árbol, Yoo Na recargada en el hombro de Jimin, y él en la cabeza de ella.
Admiraban el hermoso cielo azul, era un momento de paz, no hacían falta las palabras, sólo necesitaban la presencia del otro para lograr sentir esa tranquilidad.
El ritmo cardíaco de Jimin ya no se alborotado tan fácil, eso lo tenía más calmado.
Se acomodaron de modo que ambos quedaron acostados en el césped, logrando apreciar la belleza de su acompañante. Las hermosas pestañas de Yoo Na, los ojos precioso de Jimin.
Poco a poco fueron acercándose, juntando sus labios en el beso perfecto, uno de los muchos.
Jimin tenía el tiempo contado, no desperdiciaria un sólo minuto, estaría todo el tiempo con ella.

Luego de una hermosa tarde en el parque, Yoo Na, después de tomar una ducha, yacía en la cocina, preparando una deliciosa, pero simple, cena. Jimin, quien también había tomado una ducha, entró a la cocina y rodeó la cintura de Yoo Na, abrazandola por detrás.

-Huele delicioso.- dijo Jimin, depositando un beso en la mejilla de ella.

-No es para tanto, sólo es huevo y tocino, cualquiera puede hacerlo.- dijo mientras Jimin le daba besos en el cuello.- Po-pon la mesa. - estoy aparecidos más un suspiro que una orden.

-No tengo hambre, pienso hacer algo mejor.- volteó a Yoo Na y le dio un beso apasionado.- Algo mucho mejor.- recorrió de su boca al hombro, dejando un camino de delicados besos húmedos, disfrutando el aroma que ella desprende.

El corazón de Jimin estaba tranquilo, el sentir la piel de Yoo Na bajo sus labios era una sensación tranquilizadora.
Atrapó los labios de ella en un beso dulce, pero apasionado. Reodeo su cintura con sus brazos y ella su cuello, profundizando el momento.
Caminaron de a poco sin separar sus labios hasta el cuarto de Jimin, que estaba en el primer piso.
Acomodó a Yoo Na en la cama, se posicionó arriba de ella de modo que no la aplastara, siguieron con besos, muchos besos, disfrutando del momento, de las sensaciones, no había prisa, sólo importaban ellos, era su momento.
Los besos de Jimin bajaron de apoco. Fueron por su cuello, después pasó a su pecho.

Ambos se entregaron llenos de amor, el momento más importantes hasta ahora de sus vidas.

(Les pido una disculpa, soy mala (pésima) con el lemon)

El día entero lo pasaron juntos, en la cama, amandose, sintiendo que estaban el paraíso.
Las sentimientos, las sensaciones que les provocaba en otro, todo era perfecto.

Pov's Jimin.
Era domingo, justo a la mitad del tiempo pronosticado a mi muerte. Las dos semanas anteriores sin duda alguna fueron las mejores de toda mi vida, estar con Yoo Na me hace sentir vivo, seguro, pleno, feliz. Ella es mi todo, claro que amo a mis abuelos, y a mis amigos, pero ella es la chica de mi vida.
Estar con Yoo Na, entregarme a ella, hizo que me diera cuenta del gran anhelo que tengo por la vida, me dan ganas de vivir y envejecer junta a ella, y aunque no lo lograré, estaré feliz el día que muera.
Los chicos quedaron en venir a pasar el rato. Yoo Na estaba en el supermercado comprando todo para el ramen, no quiso que la acompañara porqué los chicos podrían llegar en cualquier momento.
Y así fue, llegaron antes que ella.

-Hyung, se que nos pediste discreción, pero Yoo Na y tu se ven tan enamorados, ¿crees que es justo para ella? - preguntó el pequeño Jungkook.

-Se que es egoísta, pero así es mejor.-contestó Jimin.

-Deja ya eso Jungkook, él sabe lo que hace.- regañó Jin.

-Como sea, de verdad... Voy al baño.- salió prácticamente corriendo de la sala. Al pequeño le dolía en el alma pensar que su Hyung va a llegar a faltar algún día, y más el dolió pensar que ese día llegaría pronto.

Mi Salvación. [Jimin, BTS] (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora