Capítulo 23: Lloviendo sobre mojado.

29.7K 2K 7.4K
                                    

"Todo lo que quiero es nada más que oírte llamando a mi puerta, porque si pudiese ver tu rostro tan sólo una vez más, podría morir como un hombre feliz, estoy seguro de ello. Cuando dijiste tu último 'Adiós' morí un poco en el interior. Me acosté sobre lágrimas en mi cama toda la noche, solo, sin ti a mi lado. Pero si me amas, ¿Por qué me dejas?..."- All I want / Kodaline.

"Si te digo que te necesito, te miento. Pero si te digo que no te necesito, también te miento. A ver si te explico, no eres mi aire, no te necesito para respirar. Pero sin ti, no siento que respiro..."


Niall apoyó su mano izquierda sobre su cadera y soltó un suspiro mientras aguardaba impaciente. Con mesura, movió la cuchara dentro de la pequeña olla, revolviendo la sopa que de a poco iba llegando a su punto justo, y luego acercó su rostro a ésta para verificar su cocción. Sus conocimientos en la cocina eran nulos, así que terminó por apagar la llama de la cocina decidiendo que ésta ya estaba hecha. 

-Bueno...— Soltó, observando con cierta desconfianza la sopa. — No sé cómo habrá quedado ésto, pero como decía mi abuelita, lo que cuenta es la intención.-

Fingiendo seguridad, colocó un poco de la sopa dentro de un plato hondo y aspiró el vapor que ésta emanó. No olía para nada mal, y aquello hizo que a Niall se le inflara el pecho con cierto orgullo. Posteriormente, se acercó a su amigo sentado a la mesa y depositó el plato en frente de éste, dejando luego una cuchara a su lado para que pudiese comer.

Harry observó el plato, y luego a su a amigo retornar nuevamente a un lado de la cocina, y soltó un suspiro. Se acomodó la manta que se resbalaba de sus hombros, envolviéndose más, y miró inapetente el humo que desprendía la sopa.

-En serio, no tengo apetito, Niall...-

Volvió a enunciar por tercera vez, tomando la cuchara del plato, y levantando un poco de la sopa sólo para dejar que ésta cayese nuevamente al plato. Tenía buena pinta, y no iba a mentir. Pero a pesar de estar hambriento, no sentía ganas de comer. Su estómago rugió contrariando sus palabras antecedentes, y Harry soltó la cuchara para abrazar más el libro de fotos que envolvía entre sus brazos.

A un lado de la cocina, sirviendo un plato ésta vez para Loretta, Niall le envió una mirada opresora, diciéndole con sólo un vistazo que tomase aquello si no quería que él lo obligara a hacerlo a la fuerza. Harry supo leer a la perfección aquella amenaza, pero la ignoró de todas formas, bastante deprimido como para temer por algo más.

-Pues tu estómago no parece estar de acuerdo con eso. —Acotó Niall, regresando a la mesa y depositando el plato que traía al frente de la blonda.— Sólo toma unas cuántas cucharadas, Harry. Has estado en ayuna más de un día, eso no es bueno para nadie. Además, valora el esfuerzo que me ha tomado preparar ésto, es la primera vez que cocino, y es para ti, deberías sentirte alagado.-

El ojiverde esbozó un ligero puchero inconscientemente mientras bajaba la mirada. 

-No necesito que me estés cuidando, Niall, tengo veintidós años. Soy grande. Voy a estar bien...no es necesario que me cuides a toda hora como cuando éramos chicos, puedo hacerlo solo.-

Niall liberó una corta risa que hizo que Harry frunciese el ceño, ofendido y ciertamente confundido, y observó cómo el rubio se desplomaba en la silla adyacente a la cual ocupaba Loretta. Niall no parecía estar tomando sus palabras en serio, y el rizado se sintió herido. 

-Oh claro, te estás cuidando bastante bien rehusándote a comer y encerrándote en tu cuarto, descuidando el bienestar de tu hija, y dándole un mal ejemplo de lo que se debería hacer en situaciones así...tienes razón, puedes cuidarte solo a la perfección.-

A better story than Cinderella. {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora