A better story than Cinderella. {Larry Stylinson}

Capítulo 2: Caminos de la vida.

Mirando las páginas de mi vida, recuerdos desteñidos tuyos y míos. Errores, tú sabes, he cometido unos cuantos...tomé algunas oportunidades y caí de vez en cuando, cariño, tú estabas allí para ayudarme a reponerme. Hemos estado por aquí algunas veces, me voy a recostar en la línea, pregúntame cómo hemos llegado tan lejos, la respuesta está escrita en mis ojos...Cada vez que te miro, cariño, veo algo nuevo que me eleva más que antes y me hace quererte más. No quiero dormir esta noche, soñar es sólo una pérdida de tiempo cuando veo en lo que mi vida se ha convertido, todo lo que soy es amarte a ti... - All about lovin' you / Bon Jovi.

 "Puedo ver que el tiempo corre a prisa, pero al ver tu sonrisa, todo va bien..."

-¡Feliz cumpleaños, princesa!.- 

Exclamó Louis con emoción, mientras dejaba sobre la mesa un pequeño pastel de chocolate que había comprado cuando volvía de su trabajo. Harry se encogió de hombros con timidez, y pronto sus mejillas comenzaron a tornarse de aquel distintivo color carmín. Observó a Louis con grandes ojos verdes y mirada apenada pero feliz, y entonces el muchacho ojiazul lo tomó de ambas mejillas para plantarle un beso, siéndole casi imposible resistirse a aquella imagen. Se separó a los instantes, no sin antes dejar otro pequeño y dulce beso a su frente. Luego Louis comenzó a encender las veinte velas que estaban repartidas en toda la extención de aquel delicioso pastel, y en cuanto éstas estuvieron encendidas, observó a Harry expectante a la espera de que pidiese sus respectivos deseos. No tuvo que esperar mucho, el rizado tan sólo sopló con fuerza logrando apagar todas las velas en un santiamén. 

Louis lo observó algo extrañado, pero no dijo nada. Comenzó a cortar el pastel con calma, una pequeña porción para él, y una gran porción para Harry con la parte en la cual reposaban las fresas. Sabía lo mucho que al rizado le gustaba aquella fruta. 

-Deseaste muy rápido...– Comentó minutos después, mientras ambos comían sus respectivas porciones.–¿Qué fue lo que deseaste?.-

Harry tomó la fresa y le dio un pequeño mordisco, el cual fue suficiente para colorear sus labios aún más rojos. Se mantuvo masticando en silencio y con parsimonia, y el castaño tan sólo aguardó con paciencia por la respuesta mientras también disfrutaba del pastel.

-Nada. – Reveló con simpleza, y Louis arqueó sus cejas. – Tengo todo lo que quiero, Lou, no necesito más que esto.- Sonrió, y continuó comiendo. El castaño hizo una ligera mueca con sus labios. 

-Debe haber algo que quieras princesa, no lo sé, ¿Una colección de películas de Princesas? ¿Un esmalte nuevo? ¿Una secadora de cabello?...- 

Pero Harry negó a todo aquello.

Louis sentía que su joven novio tan sólo se abstenía a pedir algún regalo pues sentía que eran gastos innecesarios para la situación económica en la que se encontraban. Pero Louis realmente quería regalarle algo, sin importar cuán caro fuese, quería darle un lindo presente al ojiverde por su cumpleaños número veinte. 

-¿Nada de nada? – Volvió a insistir, y con una pequeña sonrisa, Harry negó nuevamente. Louis soltó un corto suspiro que no sabía estaba reteniendo. – Vamos princesa, debe haber algo que desees.-

Entonces Harry dejó de masticar el pastel en su boca, y con lentitud, bajó su vista con rastros de pena hacía su regazo. Volvió a erguir su rostro sólo un poco, lo suficiente para hacer chocar su mirada verde brillante con la mirada azul de Louis, quién lo observaba expectante y fijamente. 

-Bueno, en realidad...sí hay algo que quiero...-

Susurró por la bajo, con voz trémula y suave, como dudando en sí debería o no liberar aquello que atosigaba en su garganta desde hace cierto tiempo atrás. Sus manos comenzaron a acomodar sus rizos algo extensos que le caían al costado del rostro, una y otra vez. Y Louis supo que el muchachito estaba nervioso. Harry aún no perdía aquel distintivo tic que lo dejaba en clara evidencia cuando sentía nerviosismo.