v e i n t i o c h o

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Las películas dramáticas y de acción donde hay situaciones de rehenes y armas y peligro de muerte inminente no se acercan ni un poco para describirte lo que se siente en esa situación ni mucho menos te dicen cómo debes actuar.

No es como si yo en este momento pudiera dar una genial acrobacia a lo Ángeles de Charlie para quitarle el arma de las manos y luego lograr que el niño vaya a salvo con su familia. No tengo esa agilidad que en la vida real es inexistente, tampoco confío en que yo pueda ser más rápida que Joe, que tiene al pequeño en sus manos a su antojo. Y, como dije antes, en la vida real, cosas maravillosas como esa no suceden. Son inexistentes; producto de la imaginación de un escritor y efectos especiales del cine.

Y cuando la realidad me aplasta, quiero dejarme caer de rodillas al suelo para llorar. Pero no me lo permito, porque mi acto de valentía está funcionando. Audrey mantiene al margen a mi padre y el silencio reina en el restaurante. Mi corazón se siente como si hubiera subido a mi garganta y palpitara detrás de mis orejas. Una fina capa de sudor cubre mi cuerpo y mi respiración es tan superficial que estoy preguntándome ¿Cómo puedo seguir con vida después de tantos altibajos en ella?

— ¿Qué es lo que debo hacer entonces para que los dejes ir a ambos a salvo? ¿Qué? —pido, temiendo que mi voz se rompa al expresar las palabras.

—Creo que comienzas a entender mi sistema. Punto bueno, Maiah, el niño sigue viviendo. —sin embargo, el arma no es retirada de la sien del niño. Imagino que va a darme un discurso eterno que tendré que soportar mientras decido qué hacer al respecto. —Lo que más me satisface de la situación, es que no hay nadie para ayudarte. Horan debe pensar que te encuentras fuera de la ciudad, William debe estar siguiéndole los pasos al estúpido rubio teñido y... ¡sorpresa! No hay nadie más que se preocupe tanto por ti como para exponer su vida a cambio de la tuya. Aquí es donde te das cuenta de quién te quiere verdaderamente.

— ¡Ve al jodido punto! —grito, dando un paso adelante. Mi intención es arrebatar su arma, pero está demasiado lejos para lograrlo.

— ¡¿Quieres que el niño muera?! —Audrey me grita y Joe la fulmina con la mirada.

— ¡No, sólo déjenlo ir! ¡A él y a mi padre! ¡Ellos no tienen nada qué hacer aquí!

— ¡Él no es tu jodido padre, maldición! —Joe exclama con enfado y dispara a un lado de mí. La bala se entierra a escasos veinte centímetros de mi pie izquierdo y un escalofrío en signo del más puro y atemorizante sentimiento del miedo me recorre.

— ¡¿Qué ganas con hacer todo esto?! —expreso de vuelta, completamente desesperada por comprender qué hace a un ser humano actuar de manera tan despreciable e inhumana. — ¡¿Qué?! ¡No eres el único que ha sido dejado por su pareja! ¡Madura, joder! ¡Una jodida mujer no puede ser la culpa de todo esto!

—CIERRA. LA. MALDITA. BOCA. —dice entre dientes, enfadado. Su agarre en el niño se aprieta.

— ¡A todos en nuestra vida nos traicionan! ¡Sólo mira mi vida! —insisto y en el fondo sé que es peligroso llevar la situación de esta forma.

— ¡QUE TE CALLES, JODER! —dice con rabia y apunta su arma directamente a mí. — ¡Tú no entiendes, preciosa, tú no sabes lo que es ser traicionado por la persona que más amas!

— ¿Eso crees? —elevo mis cejas, pronto, eliminando todo el temor que le tenía. Ya no veo más que un simple diablo, desesperado y sin rumbo.

Pero ese pobre diablo tiene la vida de un niño y la tuya en sus manos, mi mente se burla.

—Viví toda mi infancia creyendo que tenía una familia unida y funcional, cuando era todo lo contrario. ¿Qué es más triste que un niño sin conocimiento de eso? ¿Un niño que crece creyendo que todo está perfectamente bien? ¡No tienes ni la menor idea! ¡La persona en la que en algún momento llegué a confiar más que a nadie en el mundo fue la primera que me defraudó! ¡La primera que comenzó a tejer las mentiras que formaron mi vida! ¡No te sientas especial por haber sido engañado por Julia cuando no eres el único! —el nudo se forma en mi garganta.

Brave | niall horanWhere stories live. Discover now