Capítulo 12: El chico que tenía dudas.

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Las cosas que realmente lo herían eran pocas, Luhan era un chico sin rencores en el alma, sin importar que le hicieran, él posiblemente lo olvidaría un poco más tarde, pero no fue la ocasión.

Tao lo había visto, de eso estaba completamente seguro, en sus ojos aprecio su reflejo, sin embargo, la pupila prontamente se dilató y los párpados se le notaron pesados como si hubiese inhalado algún solvente, resultando después, una alucinación en la que Luhan al parecer no existía.

Sólo en ese momento fue lastimado. ¿Cómo alguien que tanto soñó conocer podía hacerle eso a tan poco tiempo de verlo?

Se sintió herido.

Ni siquiera dejó que pasaran unos días para comenzar a ignorarlo, lo hizo en el acto y se estaba volviendo loco al respecto. Era difícil lidiar con una persona que cree que eres invisible. Llevaba actualmente cinco días en aquella casa y su lista de cosas horribles crecía encabezada por una única persona. Tao, al cual, extrañamente, se empeñaba en ver aún como alguien cercano.

Le abrió la puerta del baño mientras se duchaba, le quitó su vaso de jugo de naranja en cuanto se sirvió, le cambiaba a la televisión cuando él estaba viendo tal programa sólo para después ponerse a ver actualizaciones en su teléfono, simplemente para molestarlo. Y la situación no acaba allí, aún durante la cena evitaba darle comida, así que con el orgullo en alto, se levantaba para tomar un plato y servirse con su propia mano. "Si buscaba hospitalidad, es claro que de parte suya no voy a encontrar" pensó un día mientras platicaba con el señor Huang que era el único que lo hacía sentir bien en su compañía a diferencia de su hijo.

¿Qué hice mal? Era una pregunta constante en su cabeza que tenía urgencia de contestar. Estaría tanto tiempo con ellos que lo mejor sería que se llevasen bien, aún más, MUY BIEN, quizá como si fueran familia, porque era lo que realmente deseaba.

Bufó recostado en el sillón, el rubio aún no bajaba a la sala por lo que tenía unos momentos de calma antes de tensarse debido a sus malos tratos.

Pensó en ver la tele, pero descartó la idea al concentrarse en buscar respuestas. Jiang siempre le contó maravillas de Tao, que era muy esto o muy lo otro, amable y especial lleno de un no sé qué que atraía a las personas, no obstante, si ese era el caso ¿Por qué lo abandonó? ¿Por qué hablaba de él como si hubiese estado toda la vida a su lado cuando no era así?

Luhan no quería juzgarla, pero comenzaba a creer que él mismo era un simple pretexto para tener nuevo contacto con su anterior pequeño... ahora que lo meditaba, ni siquiera eran parientes sanguíneos. ¿Qué motivaba a su actual madre a planear tales cosas? Aunque, el hecho de tener un hermano perdido siempre lo vio como lo más interesante en su vida.

Pero todos soñamos para luego despertar.

Triste, decepcionado y esperanzado buscaba en algún punto que también fuera objetivo de cariño en aquel lugar.

"Toc, Toc, Toc"

Golpearon la puerta, después de unos segundos en los que el cervatillo decidió al fin ver el televisor se vio obligado a levantarse y abrir. Ningún dueño de la casa estaba presente así que debía fingir ser el mayordomo o de un amable fantasma en esa endemoniada casa.

A pasos lentos caminó por el pasillo tallándose los ojos como con pereza, tomando el picaporte al poco tiempo, jaló y ¡Oh! Que maravillosa vista encontró frente a él...

• ◘ •

Era cursi de su parte dibujar unos cuantos corazones al final de la anotación en la que plasmó la duración de su pequeño baile con Chen durante la fiesta, sin embargo, no pudo evitarlo. Las cosas eran así y ya, estaba enamorado y no había de otra.

"Mi percepción del tiempo, el reloj y una taza de café"  [Taoris]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora