CAPÍTULO 32.

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Cogí el primer tren hacia Madrid.

Durante el viaje recibo un mensaje de Lorena:

-Ey, tonto, ya voy para mi casa, ¿estás ahí?

No le contesté.

Quería que lo viera ella misma.

*Narra Lorena.*

Llego a mi casa.

Dejo las llaves en el recibidor y subo a mi habitación.

Me extraño cuando veo tres cartas encima de mi cama.

Había una que ponía "Para Lorena" a si que la leo.

"Hola mi pequeña.
He estado pensado sobre todo esto.
Nos conocemos demasiado tiempo para saber qué estoy locamente enamorado de ti.
Sabes que no moriría por ti.
Viviría para ti.
Morir es fácil, rápido.
Pero sin embargo vivir es demasiado difícil, hay que pasar obstáculos, aguantar todo lo que nos venga por delante.

Pequeña, pero estoy enamorado de otra persona.
La persona que al igual que tú, es la más importante de mi vida.

Hoy le he dicho que me perdonara por todo.
Me he dicho que no.
He estado toda la tarde llorando.
Recordando los viejos tiempos.
Ya sabes de quién te hablo, ¿verdad?
Es la mujer de mi vida.
Mi madre.

Siento tener que irme así.

Siento tener que dejarte así.

Siento todo lo que te he hecho en el pasado.

Ojalá nos volvamos a ver, en cualquier parte de este mundo.

Porque te amo.

Sabes que no puedo vivir sin ti, pero ahora que la he visto, siento que no puedo estar donde estás tú, si ella está ahí.

No puedo.

Me supera.

Perdón por mentirte, porque está tarde no iba a ver a un viejo amigo en realidad, iba a ver a mi hermano.

Dile a tu madre que gracias.

Dile a mi madre que la quiero.

Dile a mi hermano que siga como siempre.

Y tú, sé feliz, sigue siendo la chica que suelta sonrisas son venir a cuento y que llora cuando viene ese momento en esa película de amor cuando los protagonistas se besan.

Sigue siendo la misma chica que daría la vuelta al mundo por conseguirme una estrella.

Sigue siendo la misma chica "rara" de la que me enamoré, de la que estoy enamorado.

Y de la que estaré enamorado siempre.

Mil besos: Daniel. Daniel Oviedo."

Mis lágrimas caían en esa carta mientras la leía.

No me lo podía creer.

Se había ido.

Me había dejado.

Me había dejado atrás.

Quería morirme.

Quería ir y darle una hostia, y después llorarle encima del hombro.

"Esto es una pesadilla."

Piensa mi subconsciente.

Releo la carta unas cien veces más, y me quedo dormida antes de que llegaran las 12 de la noche.

-Al día siguiente....-




El Lado Oscuro. Daniel Oviedo. || #Wattys2016Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin