El Diario Amoroso De Una Papa.

Se busca.

Estoy buscando algo. ¿Lo has visto?

Hola, he perdido mi pecho, alguien de lo ha robado y con él se ha llevado mi corazón y mi alma.  No creo poder especificar el día en que se perdió, supongo que fue el día en el que el ladrón me miró e instantáneamente lo enganchó con un anzuelo.

Describiré al ladrón.
Nombre: Tiene más de uno pero menos de tres.
Apellidos: Curiosamente los desconozco.

Señas particulares: la sonrisa más pícara del mundo habita en su cara, justo debajo de la nariz que parece un montículo de piedra. Un par de ojos de cafeína que me mantienen despierta por las noches ocultos debajo de unas cejas más pobladas que Japón.

Supongo que lo pueden encontrar rompiendo corazones con una simple mirada o empleando sus encantos para ganar plata, no lo sé, pero tened cuidado, si lo encontráis corréis el riesgo de caer perdidamente en su risa burlona y entonces él robará vuestro pecho y huirá en busca de más víctimas.