El Diario Amoroso De Una Papa.

confesiones de una típica adolescente

Se puede estar tranquilo con un cigarrillo, fuego y frío que cala. Se puede estar tranquilo pensando. Se puede estar tranquilo escuchando las hojas caer de los árboles al ritmo de Miranda!. Se puede estar tranquilo escuchando los carros pasar a las 4:19 A. M. Se puede estar tranquilo escribiendo afuera, con los dedos congelados y jugando con el vapor que sale de tu boca, Se puede estar tranquilo pensando "Te amo" sin realmente sentirlo, sólo porque te gusta la manera en que esa palabra hace tus labios temblar. Se puede estar tranquilo mirando los astros y preguntándote cuál es el que pertenece al alma de tus seres queridos. Mi fragilidad es tanta que si una persona me apuntara con una pistola...sólo sería una sonrisa lo que saldría de mi boca y tal vez sólo unas cuantas lágrimas.

A veces siento que estoy llena del agua que por mis ojos se niega a salir. Tengo miedo.

¿Por qué no tenerlo?.

Sólo al salir al frío quemante comienzas a valorar el calor de tu hogar, de tu cama, de tus sábanas.

Me gustaría estar contigo. En TU cama, debajo de TUS sábanas...porque así de importante te has vuelto para mi.

Me da miedo pensar que algún día podría llegar a amarte...Pero ya lo hago, amo tu cuerpo y la sensación del mismo sobre mi anatomía. En éstos días de frío me gustaría disfrutar del calor de tu lengua. Tocarte porque sé que tu piel siempre estará caliente, besarte, porque sé que no habrá abrazo más reconfortante que el de tus labios. Yo sé que tal vez suene triste que el único cariño que he sentido desde hace mucho tiempo sólo ha sido el que tú me brindas con tus obscenas caricias. Es triste, pero me siento desgraciada la mayoría del tiempo, así que esto no es nada. Dígamos que me encantas, me "mamas", me pareces bellamente excitante.

Gruñirte, morderte, lamerte sólo son unas cuantas cosas que adoro hacer contigo. amo oír tu respiración agitada, tus gruñidos, gemidos y jadeos, amo sentir tu cuerpo temblar y que tomes mis piernas y las enredes en tu espalda casi llegando a tu nuca. ¿Eso es amar?...que triste es amar entonces. Ya no quiero. Fuchi. Shu shu. Porque esperaba de amar algo más que sólo eso...pero no me voy a quejar, después de todo ya me sé la historia, no eres el primero ni tampoco serás el último...eso lo sé. Pero no puedo dejar de escribirte que te amo, porque para mi no hay tal "amor". No pretendo que me entiendas, mucho menos que te cause algo en el corazón éstas insignificantes palabras. Me encantas. Buenas noches.

Sinceramente he comenzado escribiendo esto sin un rumbo fijo y ha tomado mil vueltas.