El Diario Amoroso De Una Papa.

Solo tengo hambre de poesía.

Es de noche y mis ansias y los sonidos de un coche hacen imposible que yo duerma, tal vez porque mi mente está ahora en una guerra y una simple idea hace que mi estómago de revuelva.
No sé escribir en verso, eso se nota de lejos, pero podría intentar saciar mi hambre de matar a mi amante con un beso.
Alguien me ha dicho que soy una mujer y me sentí cómoda con aquel título, lo triste es que mi amante sólo lo toma como algo ridículo y no es que simplemente me nazcan las palabras, quiero decir que luego de ésta guerra me quiero ir a mi casa.
Hace mucho tiempo que éste amor tiene fecha de fallecimiento, pero un ventilador mantiene su corazón aún latiendo. Dile al mundo ahora qué eres un ludópata asesino, que has dejado morir al pobre amor dueño de tu casino. Luego de la muerte no hay vida, así como luego de la venida no hay detenida, decides acabarte mi dotación eterna de risa, para instalarla en los labios de tu princesa podrida.
Espero que pienses en mí aunque físicamente no esté ahí. Tengo ganas de llorar y de abrazar al ladrón que alguna vez me besó con descarada pasión.
Yo sólo quería compartir contigo mi vida y pintar en tu cara una sonrisa de revista, pero a veces la vida solo te da lo que necesitas, en éste caso, soledad para la efímera dueña de tus caricias.
Me pregunto cuando será el día en que te des cuenta que el amor que siento nunca pediría pruebas de tu adviento, ni aceptaría en tu cara una mueca de tristeza, mucho menos demandaría de ti más que cumplieras tus promesas. Perdona éste pobre conjunto de versos que encajan como uno de nuestros miles de besos, sin nombre, sin exceso, y sobre todo con inenarrables promesas de apego.
Siempre me dijeron que mis textos nunca son terminados, es porque yo termino las cosas que amo con un beso de promesa que desde que te ví...te has llevado.

N/A
Lamento mucho la calidad de éste escrito, lit son las 4:13 am y mi mente está hecha un desastre. No es el mejor poema ni de lejos, me atrevo a decir que no me gusta escribir en verso porque siempre termino sonando tonta y llenando el texto con palabras forzadas, pero es lo que hay y creo que, como en todos los textos que publico, cumple el requisito del sentimiento. Gracias por leer.
Y si mi demonio favorito está leyendo esto, le mando un beso tronado y una disculpa por haber destruido su amenísimo infierno. No sabes cuánto lo siento, cariño. Perdóname.