Júzguenlo Ustedes [2Min]

Primera Cita

-Bien, los reuní a todos aquí el día de hoy...- dije viendo el monitor de mi computadora, tenía una video llamada de conferencia con el JongKey y Onew hyung.- Para definir mi futuro amoroso.-hablé firme. El mini Minho en mi cabeza se sentía como Hitler, hasta lo pude ver con el uniforme de la SS y la bandera atrás de él... Solo que en vez del símbolo nazi, era una tierna foto de Taemin abajo del árbol del instituto.

-Minho...- habló Jonghyun y le puse atención, saliendo de mi ensoñación.- es la una de la madrugada, el niño ya te dijo que si aceptaba ir contigo... Es obvio que tienes una oportunidad. Ahora déjanos dormir.- Kibum estaba recargado en su hombro con los ojos cerrados, solo asintió dándole la razón a su novio.

¡Já! Dormir, si como no...

-Enano...-Lo miré con obviedad.- todos sabemos que quieres acabar con esto para que te puedas tirar a Key todo el tiempo que no lo pudiste hacer en la semana porque estaban tus primitos en tu casa.

Solo se escuchó un intento fallido de parte de Onew hyung por reprimir una risa escandalosa.

-Tu...-habló Key mientras levantaba la vista hacia la cámara y me veía... Sentí sus filosos ojos cortar mi cuello, giré la cabeza en otra dirección. Hasta el día de hoy, no he conocido a quien le aguante la cruda mirada a Kibum, hasta Jonghyun trata de evitar a toda costa la versión de su "Bummie" molesto.- Ni siquiera haré el amago de enojarme contigo... ¿Qué es lo que quieres de nosotros para que nos dejes en paz de una maldita vez?.- sonrió, pero la sonrisa no alcanzó sus ojos, eso solo significa que sigue molesto y que me tengo que ir con cuidado.

Pasé saliva y bajé la mirada avergonzado, el mini Minho imitó mi actuar.

-Es que... No sé qué hacer, tengo tantos planes en mente que ninguno se me hace adecuado, todo en lo que pienso es "Taemin se merece lo mejor".-el pequeño Minho asentia con cada palabra que decía, dándome la razón. -Así que... Los necesito chicos.-levanté la vista para verlos a través del monitor.

-Muy bonito rano.- a pesar de mi lastimosa situación, no logré tocar el frío corazón de la diva.- ¡Pero pudiste habernos hablado de esto a una hora más razonable y no a la mitad de la noche!.-era un hecho, había comenzado con los gritos, señal de que ya estaba al borde de enojarse en serio -.

-¡A veces me pregunto si tienes corazón!.- no me contuve y le grité de la misma forma -.

-¡No tenemos la culpa de que seas un paranoico!.-salió Jonghyun al rescate -.

-¡Creo que Key es lo suficientemente grandecito para defenderse solo!.- contesté -.

Comenzamos una serie de gritos, sacándonos cosas que ni al caso, como que: Jonghyun usaba plantillas, que si yo usaba esteroides para tener más músculos, que si Key se había operado la nariz.

En lo que una tos (obviamente falsa) nos hizo callar, se me había olvidado que también estaba Onew hyung a través del monitor.

-Mira Minho, ya es tarde, y yo si quiero dormir. No sé qué vaya a hacer aquél par y no me interesa. Todo esto tiene una solución.-me miró sonriendo... Pero esa sonrisa me dio más miedo que ver a Key enojado.- Esto será así...

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Y aquí vamos...

La idea de Onew hyung es buena, si la vida me tiene consideración, puede que Taemin disfrute de la cita y de mi compañía.

Y todo va a marchar a mi favor...

La realidad es que... Después de cortar la conferencia con mis amigos, no pude conciliar el sueño a causa de los nervios y por las ideas y escenarios que creaba mi mente, pero cuando al fin me estaba quedando dormido, sonó la alarma de mi celular así que lleno de ojeras me levanté de la cama.
»Después, cuando salí de bañarme, y probarme la ropa que había escogido desde un día antes para no perder tiempo en eso y estar preparado. Al verme en el espejo no me gustó lo que traía puesto, así que como toda una quinceañera en su primera cita, comencé a probarme una y mil prendas, hasta que, de nuevo como la misma quinceañera, me terminé quedando con el primer conjunto que había escogido.
»Salí tarde para pasar por Taemin, pero eso no es lo triste o cómico del inicio de mi cita... Sino el que: Llevo frente la puerta de su casa casi 15 minutos, aún no me decido en sí tocar o salir corriendo como un cobarde y afrontar como todo un macho que me quedaré soltero el resto de mi vida.