Brillas

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¿Soy un cobarde por no haber podido besar a Taemin ya?

Mini Minho asiente fuerte, y se ve amenazante.

Me pierdo en mis pensamientos, me está dando sueño. Taemin no deja de jugar con mi cabello.

Estamos en el jardín del colegio, es la hora del descanso y como somos de diferentes grupos, decidí ir por él a su salón y "dejar en claro" que es mi novio.

Y no, no estoy actuando posesivo.

Es precaución.

-¿En qué tanto piensas, Minho?.- giré mi vista hacia arriba, él me sonrió y me perdí un momento en sus hermosos ojos.- ¿Te estoy aburriendo?.- su semblante cambió al instante a una mueca de preocupación, de inmediato me levanté para tomar sus mejillas-.

-¡Por supuesto que no!.- acomodé uno de sus mechones rosas detrás de su oreja y terminé por sonreírle.- Si el simple hecho de estar contigo me hace demasiado feliz.- volví a recostar mi cabeza en su regazo, satisfecho por haber provocado el sonrojo de sus mejillas -.

-A mi también me gusta estar contigo.- reanudó las caricias en mi cabeza.- ¿Por qué pintaste tu cabello?

-¿Por qué pintaste tú el tuyo?

-Yo pregunté primero.- formó un puchero, y ahí volvieron las ganas de besarlo.- Key hyung dijo que el rosa se me vería muy bien. -asentí por lo que dijo.- ¿o me veo mal?

-Más bello y sería pecado.- acaricié su mejilla, el se inclinó para sentir más el tacto y cerró los ojos. -Me lo pinté porque creí que te gustaría.

-¿Por mi?.- abrió los ojos y me miró sorprendido.- ¿Yo tuve que ver con tu cambio de imagen?.- incluso se alejó un poco para verme mejor, supongo.

-Key me dijo que tu le habías dicho que te gustaría verme con este tono en el cabello.- apunté mi cabeza y me incorporé de nuevo, sentándome frente a Tae.- ¿No fue verdad?

-Yo nunca le dije a Key hyung nada.

-Maldita diva...-gruñí por lo bajo.- no sé cómo, pero me las cobraré...

-Pero me gusta mucho cómo se te ve.-me tomó de los hombros, por mi estado de shock, me dejé hacer y otra vez estaba en su regazo.- Así que todos ganamos.

-Aún así, Kibum me va a escuchar, no es bueno jugar con el cabello de los demás.- seguía refunfuñando algunas ideas de venganza que tenía contra mi amigo que sólo me quedé con los ojos abiertos al sentir los labios de Taemin sobre los míos.

Cerré de a poco mis ojos, y tomé sus mejillas entre mis manos, acariciando con mis pulgares. Aunque era un tanto incómodo por la posición en la que estábamos, jamás un beso me había sabido así de dulce.

Se separó lentamente, sonriendo nervioso, y completamente rojo de la cara.

-L-lo siento es que no lo pude evi...- no terminó de hablar cuando ya me había levantado y tomado sus mejillas de nuevo para volver a besarlo.

El no se apartó, al contrario, pasó sus manos sobre mi cuello y continuó con el beso. Movía sus labios lento, era un acto tierno, para nada pasional o en busca de segundas intensiones.

Taemin comenzó a jugar con el cabello de mi nuca y yo no dejaba de rozar sus mejillas con mis pulgares.

Nos separamos al escuchar el timbre que indicaba que el descanso había terminado, nos reímos nerviosos. Me levanté y le tendi la mano para ayudarlo a hacerlo, no lo solté, así entramos al edificio principal.

Lo dejé en su salón, y tras alborotar su cabello y decirle que lo esperaría a la salida, me fui en dirección al mío.

Sólo que no contaba con que alguien me empujara a uno de los pasillos que estaban solos.

Júzguenlo Ustedes [2Min]Where stories live. Discover now