Que ella lo celó

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INUYASHA NO ME PERTENECE, PERO LA HISTORIA SI.

Serie de Drabbles que tendrán conexión entre si

Una primera Vez.

ACTO 9

Que ella lo celó.

La vida de un capitán de barco es muy particular. Sin duda que el antiguo Bankotsu hubiese preferido ser un pirata, pero el hombre que era ahora no podía permitirse tales exabruptos.

Ahora era un hombre casado, intentando vivir algo que él jamás tuvo. No negaba que aun había cosas a la cual le costaba acostumbrarse.

Pero sí que tenía sus ventajas.

Comida casera deliciosa, una casa que siempre olía rico, ropas limpias y noches placenteras a lado de una mujer que no dudada en entregarle y darle todo.

¿Cómo no sentirse bien?

Porque Kagome aparte de llenarlo en el aspecto sensual, le había dado una perspectiva de calma a su vida, y otra cosa que le gustaba de ella, es que su relación siempre tenía algo nuevo que ofrecerle, porque Kagome no era sumisa en nada, siempre le discutía o le peleaba cuando algo no le gustaba.

Una mujer fuerte que le hacía frente.

Definitivamente Kagome no era de este tiempo. Si bien, él sabía que ella venia de otra era, ese concepto se le presentaba a él de forma muy lejana.

Y de alguna forma no le gustaba pensar mucho en eso; porque había descubierto algún par de noches que su mujer lloraba.

Tampoco quiso preguntárselo, podía estar llorando por sus amigos o quizá por esa familia que dejó en aquel tiempo de donde ella venia.

Los viajes que Bankotsu hacía no eran largos, máximo se ausentaba del hogar hasta tres días, pero en uno ocurrió algo impensable e inesperado.

Había cerrado tratos para traer unas personas importantes de un feudo, que estaban en una isla que pretendían comprar una propiedad en la aldea donde vivió Kagome, en sus inicios.

Lo que Bankotsu no se imaginaba es que allí conocería a alguien que de verdad le provocaría un cambio de circuito en su relación con su esposa.

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Eran gente rica, probablemente cercanos a algún señor feudal.

Era una familia, más el sequito de esta que lo acompañaba.

Bankotsu no les prestó atención, porque lo que le interesaba era el dinero con el cual le pagarían, y eso es lo que le importaba.

Aunque en verdad no pudo evitar enarcar una ceja apreciativamente, cuando entre la familia sobresalía una jovencita, muy bonita, probablemente hija del señor mayor.

Lo deducía por las vestiduras, y por lo bonita que era, con una piel cuidada, y un cabello muy brillante, como la de su propia esposa.

Eran parecidas, de hecho, la diferencia radicaba en que esta joven era ligeramente más blanca y tenía los ojos marrones un poco más claros.

Bankotsu apartó la mirada, y siguió mirando sus mapas.

Luego dio unas indicaciones a su timonel y se marchó a su camarote.

No se percató que la joven también había reparado en él.

Nunca había visto un hombre más apuesto y gallardo. Y a quien por lo visto las reglas de buena convivencia poco le interesaban.

La Primera vezWhere stories live. Discover now