La primera vez que decidieron volver a ver a alguien

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INUYASHA NO ME PERTENECE, PERO LA HISTORIA SI.

Serie de Drabbles que tendrán conexión entre si

Una primera Vez.

ACTO 11

El sonido agudo del elemento cortante cayendo sobre los trozos de leña podía percibirse hasta donde ella estaba.

Y eso que le habia dicho a Bankotsu que cortara la leña no cerca de la cabaña, porque el sonido le daba dolor de cabeza.

El hombre así lo habia hecho, pero como sea, esa distancia no habia sido suficiente y Kagome no podía estar tranquila con ese alboroto, así que dificultosamente se levantó de su futon, de la forma más lenta que le permitía su abultado vientre de seis meses.

Habia tenido pérdidas desde hace unas semanas, y por eso mismo se vió obligada a dejar de trabajar, y Bankotsu ya no viajaba para quedarse cerca suyo para cuidarla. La verdad habían sido meses muy especiales para ambos y bastante instructivos.

Bankotsu tuvo que lidiar con muchas pataletas de Kagome, que estaba sensible por cualquier motivo, tanto que ni siquiera soportaba oír cuando él cortaba leña o hiciese ruido por cualquier motivo.

La verdad estaba bastante irritable y estaba especialmente sensibilizada. A veces, Bankotsu tenía ganas de tomar su barco y volver en una semana, pero esto no podía compararse con las típicas peleas que tenían de antes. Kagome ahora la madre de un hijo suyo que pronto vendría al mundo. Así que la entendía, y procuraba no replicarle, lo cual significaba mucho para un hombre de carácter tan feo como el suyo.

Pero si era por mantener la armonía en el hogar no tenía precio, así que mejor se ahorraba las respuestas a su esposa.

Curiosamente no habían vuelto a hablar de la expedición de Bankotsu para la carta a la familia de Kagome, ni tampoco a quienes se habia topado él en ese viaje.

Habia visto a Kikyo y a Inuyasha. El moreno le habia comentado que habia visto a aquella mujer bastante diezmada.

―No es extraño que ya no se haya muerto...―argüía en esos momentos el hombre

―! Bankotsu!, no digas esas cosas.

― ¿Qué te importa a ti lo que pueda pasarle?, tu misma me contaste una vez que intentó matarte ¿Qué más da?

La charla habia sido rápidamente olvidada, ya que la noticia del embarazo de Kagome habia sobrepasado cualquier expectativa, así que esos detalles fueron pasando a segundo plano.

Menos mal que Bankotsu habia juntado dinero y bienes, ya que por ser primeriza, a su esposa le vinieron ligeras complicaciones y tuvo unas pérdidas, así que habia tenido que abandonar su trabajo de maestra y todos esos quehaceres que a su marido siempre le parecieron innecesarios pero que sin embargo la habia dejado hacer.

―¿Podrías no hacer tanto ruido o ir a cortar leña en otra parte?―salió quejosa Kagome, caminando lentamente en lo que le permitía su vientre y sus pies hinchados hacia afuera, saliendo con cierta dificultad.

―Kagome...necesitamos esta leña ¿Por qué te molesta?―siguió cortando Bankotsu, a la par que se secaba el sudor del calor reinante.

―Y también hace mucho calor aquí...―añadió la joven al tiempo que se sostenía la cadera y con la otra mano intentaba soplarse.

― ¿Por qué no vas a recostarte?―adujo Bankotsu bajando al suelo la alabarda que habia estado usando para cortar la leña.

Y pensar que antes esa poderosa arma antes solo servía para matar.

La Primera vezWhere stories live. Discover now