Capítulo 30: Torneo Finalizado, Nueva Aventura.

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Goku sacó rápidamente una Semilla del Ermitaño de una diminuta bolsita dentro de su cinturón y la introdujo en la boca ensangrentada de Cabe.

-¡¿Tuviste eso ahí todo este tiempo?!- Preguntó Vegeta en mal tono.

-Siempre tengo algunas para casos de vida o muerte. Aunque esta es la única.- Contestó con amabilidad.

El Príncipe le pegó en la cabeza con poca fuerza pero mucha velocidad.

-¡¿Y no pudiste usarla en ti?! ¡Estás sufriendo por el Kaio-Ken, tonto!-

Entre el pequeño sobresalto de Goku al sentir el golpe, el Sayajin de baja estatura se reincorporó y estiró su cuerpo reconstruido, impresionado por aquella extraña magia curativa.

-Es increíble. Mi cuerpo está como nuevo.- Dijo exaltado, ampliando una leve sonrisa.

-Si sigues sonriendo te lo volveré a romper.- Lo amenazó Vegeta.

A pesar de ser comprensivo y humilde, Goku permaneció mirándolo con una desconfianza importante, sintiéndose protegido detrás de Vegeta.

-De verdad… no se me ocurre nada inteligente para decir.- Articuló.
Cabe fusiló con sus ojos negros y rasgados a los de su rescatista.

-Gracias por tu ayuda.-

Habló, intentando parecer normal después de haberle hecho pasar un infierno. No se arrepentía de lo que hizo realmente, pero lo correcto era agradecer.
Goku exhaló avergonzado.

-Cabe, no hay rencor. Pero vete.-

Los dos Sayajines más bajos lo miraron con asombro.

-“¿En serio?”-

Preguntaron a coro.

-Si.- Les afirmó. -Pero no quiero verte otra vez, por favor.-

-¿Lo dejarás irse así de fácil?- Preguntó Vegeta con incomprensión, cruzándose de brazos.

-¡Asgh! ¡Escúchame, Cabe! ¡Si dices algo sobre esto tendrás que vértelas conmigo!- Lo intimidó.

El joven Sayajin asintió temeroso y se retiró de la presencia de Goku y Vegeta sin dar explicaciones, yéndose directamente al Cubo de Vados y Champa, en donde todos lo esperaban sin sospechar nada, aunque su mirada aterrada y traje roto dieron muchísimo de qué hablar.
Muchos enumeraron y supusieron rumores sobre lo ocurrido en esa mini riña dentro de un lugar tan poco cómodo para pelear como lo es el baño, pero los únicos conscientes del hecho concreto eran los protagonistas que lo vivieron.
Como si nada hubiera pasado en ese corto periodo de tiempo, Bulma se dispuso a buscar la última esfera del Dragon con su radar. Goku estaba parado a varios metros de ella y los terrícolas que la rodeaban, y Vegeta jamás se apartó de su lado.

-Kakaroto… ¿Qué fue lo que pasó?- Preguntó en un tono un poco más relajado.

Este continuaba acomodándose el traje, y susurró en baja voz.

-Dijo que sabía de lo nuestro y que iba a decírselo a todos. Me asusté. No puedo soportar la idea de perderte, Vegeta. El que sea él quién se lo dijera a todos podría significar un daño gigante a tu orgullo y jamás querría lastimar algo tan importante.-

Vegeta se quedó mirándolo como si hubiera acabado de contar el peor chiste de los doce Universos. Dio un ligero pero auditivamente activo resoplido y acarició a su alma gemela solo con la claridad de su mirar.

-Sí que eres un tonto. Soporto mucho más la idea de que alguien comente lo nuestro que la de que alguien te toque; si otra persona te posee lastimaría mi orgullo de un modo irreparable. Lo más importante para mi eres tú, por grande que sea mi orgullo.-

"Quiero Tomar Tu Mano"- Goku Y VegetaWhere stories live. Discover now