Capítulo 91: Echados

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Los ojos de ambas mujeres se dilataron a causa del desmayo. Estaban un poco mareadas, deseando que lo anterior fuera solo un sueño, por no decir una pesadilla.

-¿Estás bien, Bulma?- Preguntó el Clase Alta agachándose con auténtico interés.

-¡Idiota!- Gritó golpeándole un costado de la cara con todas sus fuerzas. -¡¿Cómo puedes hacerme esto, Vegeta?! ¡¿Con este tonto?! ¡Siempre lo odiaste! ¡¿Qué pasó?!-

-¡Bulma! No puedo darte una explicación que te guste. Siento cosas por él que nunca sentí por ti. Eso es todo.-

-Vegeta, qué poca sensibilidad.- Protestó Goku.

-¡¿Y cómo quieres que se lo diga, eh?!-

Milk estaba consciente, aunque sin moverse ni hablar, al menos hasta que exhaló ruidoso.

-Goku.- Murmuró a sus espaldas, habiéndose parado con dificultad.

Optaron por alejarse tanto de Vegeta como de su mujer y de cualquier otra persona hasta el borde del enorme balcón, mientras ella liberaba un llanto no desesperado, sino tenue.

-Milk.-

-No, cállate. Goku, eres mi esposo y, sin embargo, nunca nos dimos un beso de verdad, nunca tuvimos citas románticas por el solo hecho de tenerlas, nunca parecía que me necesitaras para otra cosa fuera de darte de comer, nunca me dijiste “te amo”.-

El hombre permanecía en silencio, esperando el golpe final, el golpe de gracia que de seguro lo derrumbaría y haría sentir una culpa imponente.

-A lo que voy con esto, es que puedo decir que me lo esperaba.-

-¡¿Eh?!-

-Tal vez no con un hombre, y mucho menos con Vegeta, pero sabía que algún día te enamorarías de alguien… porque no estás enamorado de mí. Estas atado.-

-Milk, me asusta que estés siendo tan comprensiva.-

-¿Qué otra cosa puedo hacer ahora, Goku?- Cuestionó levantando los brazos, como quien se rinde. -¿Golpearte? Nunca me sirvió contigo, y lo intenté, lo sabes. Es mejor aceptarlo. ¡Tienes alma de labrador! Haces las cosas impulsivamente y sin razonarlas. Desde el día en que nos casamos supe que, cuando te enamoraras, me lo dirías sin filtro, ya fuera de mí o de otra persona.-

Entristecido, su marido esperó unos segundos y se inclinó, abrazándola amorosamente.

“Gracias” Murmuró sin soltarla. Ella pensó en golpearlo, pero solo pensó.

-Aunque debo preguntar algo.- Reaccionó sin liberarse de su agarre. -¿Por qué Vegeta? ¿Qué puede gustarte de ese amargado?-

Se separaron y Goku lo miró todavía siendo cacheteado e insultado por Bulma en mil idiomas. Sonrió débilmente.

-Lo admiro. Admiro la fuerza, la personalidad, y el orgullo que tiene. Es de carácter difícil, ya sabes, no todo el mundo puede hacer algo con su temperamento.-

-Y tú puedes.-

-Así es.- La miró con cariño.

Milk hizo una mueca en desagrado y le acarició el rostro con una mano.

-Agradece que Goten ya es un niño grande y podrá comprenderte si se lo explicas. Y aunque te cueste creerlo, yo sí te amo, Goku. Saldré adelante sin ti pese a que duela. Lo he hecho un millón de veces.-

En lugar de sentirse herido por la última aclaración en referencia a que casi nunca pasaba tiempo en casa, Goku le regaló una última sonrisa agradecida.

-Siempre estaré cerca porque eres mi familia, Milk. Sin importar con quién esté.-

Ella empezó a llorar un poco más fuerte y se abrazaron de la misma manera. Goku no podía sentirse más afortunado de haber obtenido tan buena respuesta de su parte, y cuando finalmente se soltaron, lo que parecía un final más o menos feliz se transformó en un drama cuando Bulma lo tuvo en frente.

-¡Goku! ¡Idiota! ¡Eres un idiota! ¡¿Tanto tiempo pasamos juntos para que me quites a mi esposo?!- Gritaba desaforada y a veces le pegaba.

Vegeta suspiró.

-No para.-

-Tranquila, Bulma.- Suplicó Goku, intentando evitar los golpes. -Ponte en mi lugar, por favor. Vas a estar bien. Milk dijo que estará bien, tú también lo estarás, y seguiremos siendo amigos.-

La mujer giró hacia Milk violentamente.

-¡Dime que estás jugando! ¡Milk, dime que no aceptas esto!-

-Solo sé que no servirá de nada pelear. Según nos dicen, se aman, y seguirán juntos aunque los odiemos, Bulma. Creo que al ser las madres de nuestros hijos, debemos tener la mejor relación que podamos con los padres, por más idiotas que estos sean.-

Esta conclusión pareció transmitirle calma, y Bulma se tragó otros tantos insultos guardados, derramando lágrima inconsolable tras otra.

-B-bien. ¡Pero te vas esta misma noche, Vegeta! ¡No pienso dormir ni un segundo más a tu lado!-

Entró a la Corp. Cápsula y salió a los pocos segundos tirándoles una Cápsula, indignada.

-¡Es una casa! ¡Váyanse! ¡Hacia donde quieran, no me importa! ¡Pero váyanse!- Dictó despectiva.

Se sorprendieron al recibir esa gran ayuda de su parte estando tan furiosa, pero la pareja no esperó a nada. Agradecieron, saludaron a los Dioses, a los dos jóvenes, y amagaron irse sin titubear. Sabían que, si tenían algo más para decir, ese no era el momento.

-¡Goku!- Expresó Krillin antes de verlos desaparecer entre el oscuro cielo. -¡¿Mañana después del almuerzo en Kame House?! ¡Necesito entender muchas cosas!-

-¡Ah, por supuesto!- Respondió intentando no gritar demasiado alto.

Volaron sin mirar atrás un buen trecho y Goku preguntó en dónde se instalarían; Vegeta buscó un poco con la mirada y apuntó cierto punto de una gran extensión de campo en zona rural que se veía apto, y tocaron suelo, abrieron la Cápsula y entraron a la pequeña pero linda casa. Era incluso demasiado linda, contando con la bronca y odio con la que Bulma se las tiró.

-No trajimos nada.- Señaló Goku.

-¿Qué querías traer? Pasaremos pocas noches aquí.- Le contestó abriendo un frigobar.

-¡Nos echaron!- Reflexionó.

-Idiota.-

Tirándose en la cama esparcido como una estrella de mar, habló entre risas.

-¡Nos echaron! ¡Estoy contento! ¡Por fin no hay que ocultarnos! ¡Podemos estar juntos, Vegeta!-

-Sí, ajá. Mañana haré que Bulma firme el divorcio e iré al Registro Civil a sacar turno para el casamiento. Consigue divorciarte también mañana.- Mandó inmerso en su seriedad.

-¿Qué es divorcio?-

-Tch. Nada, después te explico.-

"Quiero Tomar Tu Mano"- Goku Y VegetaWhere stories live. Discover now