-Honeymoon: Parte Dos- (Final)

3K 205 107
                                    

A pesar de sentirse terriblemente apenado, Goku optó por continuar seduciendo.

-Si te pusieras el traje, tendría un Príncipe a quién satisfacer.-

-¡¿N-no tienes ni un poco de vergüenza?! ¿Pidiéndome que “juguemos”?-

-Yo no sé jugar a esto, y creo que tú tampoco, pero aprenderemos. ¡Vamos!- Se estiró sobre las sábanas. -Las cosas divertidas son mejores cuando somos inexpertos.-

-¡Tch! Eres un estúpido.-

-¿Tendré que buscar a alguien más?-

-Dame el maldito traje.-

Ganó. Goku supo desde un comienzo que terminaría ganando de alguna u otra forma, y rió al ver a Vegeta vestirse rápido solo para no pensar en lo que hacía y arrepentirse.

-Te odio. ¡Es un juego tan estúpido como tú!- Gritó subiéndosele encima.

Estaban muy próximos y parecían listos. Goku espalda contra colchón y Vegeta sobre él, aún sin hacer contacto, sino apoyando los brazos a cada lado. Se miraron. Solo eso.

-Después de todo tienes razón.- Sonrió el Clase Baja, cerrando los ojitos. -Estoy algo apenado estando en este traje.-

Vegeta notó el calor de un rubor recorriéndole las mejillas sin estar seguro de la causa: la ternura que le generaba ver a Kakaroto así, o la vergüenza.

-Idiota.- Acarició el contorno de su rostro todavía con los guantes puestos. -Hemos hecho esto innumerables veces, pero estás nervioso.-

-¿Tú no?- Le tocó uno de los brazos con cariño. -Estás temblando.-

Tragó saliva.

-Un poco.-

-¡Es extraño!- Rió moviéndose ligeramente hacia arriba buscando un beso. -¡Siempre lo hemos hecho, y ahora estamos muertos de miedo!-

-No.- Le aclaró. -Estoy nervioso porque… después... n-nada.-

-¿Eh? Ahora dímelo. Sabes que no puedo quedarme con la intriga.-

El Príncipe se alteró tanto por haber abierto la boca que supo que estaba perdido a pesar de lo que hiciera.

-Maldición. Iba a ser una sorpresa.-

-¡¿Qué cosa?! ¡Dime ya! ¡Es emocionante!-

-Mejor te lo muestro y ya.- Lo levantó tomando su mano.

-¡¿Qué?! Pero, Vegeta… ¿saldremos vestidos así?-

-A dónde vamos no hay gente.-

En lugar de pedir explicaciones, cosa que sabía que lo irritaba muchísimo, Goku decidió quedarse callado y simplemente seguirlo. En pleno vuelo, Vegeta le pidió que cierre los ojos. Dudó en un principio, pero obedeció. Ser ciego es más fácil cuando entrenaste toda tu vida con los ojos cerrados.

Tocaron tierra y, siendo guiado, Goku se sentó sobre algo parecido a una silla muy incómoda. Abrió los ojos sin permiso y comprendió lo que era: una piedra color roja tiza, y en cuanto elevó la cabeza admiró un fascinante cielo estrellado. Parecían millones de pequeños diamantes esparcidos sobre un eterno manto de tela negra.

-¡Vegeta, esto es increíble!- Expresó. -¡Las estrellas son hermosas!-

-Pero fíjate bien en dónde estamos.-

Giró la cabeza y miró a su alrededor. Parecía ser un desierto, un desierto de tierra y piedras. Nada impresionante, y menos durante la noche. Las estrellas y la luna brillaban tanto que, a pesar de las tinieblas, podían verse perfectamente hermosas formaciones de rocas encimadas sobre otras. Hacía un poco de frío. Sonrió.

"Quiero Tomar Tu Mano"- Goku Y VegetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora