Capítulo 9

10.4K 1.2K 385
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Earned it- The Weeknd

Narra Evil Liam

Mientras la veo avanzar por el bosque, no dejo de pensar en caperucita y el lobo. La absurda historia infantil de una inocente criatura cayendo en las fauces de una bestia feroz que anhela destruirla, al parecer tiene mucho que ver con nosotros.

La forma en la que camina, dando saltitos ocasionales y de vez en cuando girando la cabeza para mirarme, me tiene un tanto embelesado, pues no consigo acostumbrarme al fuego interior que se produce en mí cuando mis ojos entran en contacto con su belleza delicada y a la vez molesta. No puedo dominar lo que se produce en mí cuando me mira y eso me altera en niveles inimaginables.

Incluso las flores y todo lo que antes me parecía sombrío, ha adquirido una textura más colorida y veraniega desde que la traje aquí. Las ardillas saltan con efusividad, la maleza otrora desvaída y desteñida, ahora luce de un verde más intenso; más llamativo. Es como si traer a Violet aquí hubiera provocado que este sitio recuperara la vida que había perdido.

La temperatura ha descendido lo suficiente para que un vaho débil y blancuzco salga de su boca perfecta, en cuanto se dispone a hablarme. Un rubor rosáceo y delicado se adueña de sus mejillas, generando una serie de patéticos retortijones en mi garganta.

—Creí que sería el lobo quien guiara a caperucita a través del bosque. —Su mano aprieta la mía con suavidad. —Pero al parecer el lobo se está durmiendo en los laureles, esperemos que no actúe así toda la tarde, porque me vendría bien un poco de actividad extra que me ayude a quemar calorías. —No me toma demasiado tiempo descubrir la cadencia sexual en su vocecita de niña buena.

Pequeña criatura pervertida y predecible.

—No puedo guiar a caperucita a través del bosque cuando esta es mandona, terca y no queda más remedio que seguirle la corriente para que su necedad mengue y se comporte medianamente bien.

Alza una ceja fingiendo malhumor, pero dicha sensación no llega a sus ojos ya que estos brillan satisfechos.

—Eres un mal guía—Me hace saber, cuando hemos llegado junto a un pequeño riachuelo repleto de aguas cristalinas y hojas marchitas, las cuales crepitan al ser empujadas por la sutil fuerza de la corriente —No me has dicho casi nada sobre este lugar, ni las especies que habitan en él.

—Perdón por no ser el guardabosques que esperabas, ni saber con qué frecuencia se reproducen los carpinteros y las lechuzas. Creo que soy más del tipo que prefiere saborear la miel que tienes entre las piernas

Ella suelta una risita y acto seguido se sonroja.

Genial, me he convertido en el alivio cómico de una película de terror. Sólo falta que de pronto me transforme en el negro al que matan primero.

Más que su ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora