Stubborn Love. [Larry Stylinson]

Destino.

[Narrador] In this shirt - The irrepessibles.

La vida es una rueda; gira y gira sin saber en qué punto va a parar o si seguirá girando; sin embargo, cuando ésta se detiene, por fin, no suele detenerse en un lugar apropiado, ni en el momento indicado.

Harry corría desesperadamente al asfalto. El día estaba particularmente más frío que los otros días en Londres y a pesar de eso, a Harry no le importaba, sus ojos y su vida estaban enfocados, con todo el terror palpable en su cara, en el cuerpo de Louis tirado en el asfalto.

Sintió los tacones de Eleanor seguirlo con rapidez a pesar de lo grandes que eran, ella soltó un grito que fue rápidamente ahogado por el ruido de una sirena de ambulancia. Harry nunca supo cómo, pero se encontraba arrodillado al lado de su novio, tomándole la mano como si se le fuese la vida en ello, y por las circunstancias en las que se encontraban, al parecer, así era.

Cuando Louis se fue del departamento hecho un enredo de emociones, nunca pensó que con sólo ese simple acto, su vida se terminaría. Al estar tan abrumado por sus propios problemas, no se fijó que venía un auto, no se fijó en nada, en realidad. Y simplemente, lo atropellaron.

Louis se sintió volar por los aires, cayendo estrepitósamente a unos metros del impacto, sintió una desgarradora punzada de dolor en la cabeza, en el hombro y en el codo, y luego de eso, algo tibio y pegajoso lo envolvía como una cálida manta. Sangre. Escuchó a lo lejos el grito histérico de Harry y entre la agonía y el dolor, sonrío tanto como sus fuerzas le permitieron.

Harry le apretó la mano con una fuerza cautelosa, buscando febrílmente los ojos azules llenos de vida de su novio; sin embargo, cuando los vio, un nudo se instaló en su estómago. Los ojos de Louis, estaban algo rojizos e hinchados por haber llorado anteriormente, pero eso no fue lo que llamó la atención de Harry; los ojos celestes de su novio perdían brillo y vitalidad a cada segundo que pasaba. Harry se encontró con la débil sonrisa de Louis. Él, tragándose las lágrimas, intentó hacer una, pero estaba seguro de que lo único que salía era una mueca forzada.

—Perdón.— la voz de Louis sonó quebrada y desigual. Sin fuerza y dolorosa, como si le costase hablar y seguramente así era.

—No, Boo.— susurró Harry, acariciando la cara de Louis.— no es tú culpa.

Louis respiró con dificultad.

—Hazz, probablemente no salga de esta.— y como si de un chiste se tratara, Louis rió dificultosamente.

Harry sintió que su mundo se le venía abajo. Tomó la mano de Louis con más fuerzas, buscando apoyo antes de hablar.

—No, Louis.— su voz sonó fuerte a pesar de que no se sentía así.— Te amo, ¿me escuchas?, te amo mucho, más que a mi vida, más que a nada y a todo.Te amo tanto que me perdería sin ti. Dime que lucharás, por favor, dime. Por ti, por mi, por nosotros.

Louis lo miró por un segundo antes de responder.

—Yo también te amo, Hazz.— apretó su mano.— intentaré luchar. Pero si no salgo de esta, prométeme que seguirás adelante sin mi.

—Nunca podría salir adelante sin ti. Eres mi brújula, mi todo.— Harry se tragó las lágrimas. Lo menos que podía hacer ahora era echarse a llorar.

—Promételo.— susurró Louis, cerrando los ojos.

—Louis, abre los ojos.— gimió Harry.— te lo prometo, te prometo todo lo que quieras, pero abre los ojos.

Y antes de que Louis los abriera, la ambulancia llegó. Una paramédico joven se acercó a Harry, pidiéndole permiso para poder examinar a Louis donde estaba.