¿Parque... de diversiones?

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One-shot a pedido de AleManzanaJuly y dedicado a LauraGlzz.

N/A: se recomienda escuchar la música de multimedia.

(...)

-¡¿Cómo es que términé aquí,contigo?!-Se quejo Damian, maldiciendo por lo bajo.

-Lo mismo me pregunto.-Murmúro su compañera, con el mismo nivel de fastidio y pésimismo.
Recorrían a la par las calles del parque de diversiones de Jump City.
Se preguntarán, ¿cómo habían terminado esos dos solos? En un lugar demasiado alegre para el jovén Damian.
Fácil;su padre había obligado a su hijo a pasar el resto del día con Mary, según él, para "únirlos y arreglar sus problemas de manera civilizada. En un ambito... ¿cómo decirlo? ¿Más "alegre?"
Y del otro lado, la pelinegra. Su madre también tenía una idea similiar a la del caballero de la noche, con la excusa de que, "tenían que únir lazos como amigos".
Es algo que ellos no entienden. Son solo dos adolescentes  con poco temperamento, claro, Mary era agradable y amable con todos, a excepción de Damian al'ghul Wayne, que solo quiere quitarla del camino y hacerle ver el mismo infierno, pero... tal vez algo interfería en su actitúd, algo conocido como "enamoramiento", había oído hablar sobre ello, pero lo consideraba alguna enfermedad posiblemente contagiada por niñas.

-¿Cuánto falta para irnos?-Preguntó con el ceño frucido y su mirada asesina.
Mary súspiro, quitando todo su malestar en aquella respiración.
《-Mantén la calma, ya nos irémos,solo... debo aguantar.-》Se repitío mentalmente, antes de girar a ver a su acompañante.

-Acabamos de entrar, Damian.-Exclamo el nombre del chico con furia.-Así que, si quieres puedes irte, le diré a Bruce que estuviste conmigo todo el día, solo te pido que vuelvas a la salida cuando vengan a buscarnos.-Hablo con molestia, siguiendo adelante.

Estaba cansada. Por lo menos si estaba en un parque de diversiones, debería divertirse, comer algo, subir a las atracciones, olvidarse del hecho de que algún día tendría que volver trabajar con la bolita de odio, como solia decirle de vez en cuando.

Damian guardó silencio. En realidad... no le caía tán mal... pero para su personalidad impredecible se le hacía un problema a la hora de poner todas las cartas sobre la mesa, es más, ya le era imposible agradecer.

La siguío en silencio, claro; ella lo había notado desde el inicio, pero decidió voltear a verlo, necesitaban aclarar las cosas a principio del día, al menos... Mary quería hacerlo.

-¿Y ahora qué?-Preguntó la chica, cruzándose de brazos.

El ojiverde guardó silencio durante unos minutos.

-Nada, es solo... que...- Metío sus manos en su bolsillo, no quería pedirle perdón, era algo vergonzoso y totalmente anormal de su parte; ¡por Dios!

-Entiendo.Solo, sigueme y diviertete, por favor.-Dijo, dandose media vuelta siguiendo su camino.
Damian se sorprendio por milésima vez antes de seguirla.

Las luces erán un verdadero expectáculo, las familias y las parejas adornaban las galerias del parque y las risas y gritos se escuchaban a kilometros.

-¡Oye!-La mano de Mary se movia de un lado a otro a distancia.-¡Te dejaré solo aquí!-Amenazo con su preciosa sonrisa.

-¡Tú no me dás ordenes!-Contra ataco, esperando a que se enfadará.
Le gustaba verla de esa forma, pero... todo salió mal.
Caminó hasta él con los manos cerradas en puños y el ceño fruncido.

-Bien, entonces vendrás conmigo por las malas.-Hablo, sujetando la mano de Damian.

-¿He? ¿Qué haces?-Explotó en un sonrojo, perdiendo la calma.
Mary no contestó y se limitó a tironear de él, atravesando los caminos entre la gente.
¿Desde cuándo se veía tán hermosa? No lo sabia.

Luego de un par de minutos,se detuvierón en el puesto de la conocida montaña rusa. Miles de personas gritaban cada vez que subian y bajaban o daban vueltas enormes.

-Para dos personas por favor.-Hablo luego de pasar por la fila y varios puestos.

-¿Qué hacemos aquí?-Preguntó confundido, aunque la respuesta era demasiado obvia.

-Vámos a divertirnos.-Volvio a tironear de él, en el momento en el que el carril de la montaña rusa llegó. Damian dudo de si esto era una buena idea, pero no tuvo tiempo para reclamar, Mary ya lo había apresurado a subir.

-Por favor, no saquen sus manos del carro,por precaución.-Hablo la voz de una mujer a trávez del megáfono.

Damian se mantuvo estático, estando tán cerca de Mary lo hacia sentirse incomodo y sobre todo, le hacia perder el sentido de las cosas.
Trago sáliba, aferrandose a la barra de seguridad que rodeaba su cuerpo.

Mary reía divertida, era su primera vez en esta atracción.

Las casillas comenzarón a moverse hasta sacarlos al exterior, iba aumentando la velocidad.

-¡Esto es muy divertido!-Gritó a todo pulmón, hasta que comenzarón a subir a toda velocidad.

-¡No es cierto!-Contradijo el chico, al ver la bajada en picada que estaba a solo unos segundos.-¡Maldición!-
El carro comenzó a caer por el circuito.
Mary se aferraba a la barra y gritaba con el viento,y Damian... bueno, él se encontraba algo mareado.
Se adentrarón a una enorme cueva.
La gente de los asientos comenzó a gritar, mientras el carril doblaba de un lado a otro,y la luz volvia a hacerse presente.
El petirrojo desvío su vista, encontrandose con la cabellera negra de la pelinegra.
Se veía tan feliz, y libre... tan perfecta.
Y de repente, ella volteo a verlo.
Esos ojos esmeralda lo observaban intensamente y parecía que había un especie de imán que provocaba que no pudiera dejar de verla.
Todo parecia ocurrir en camára lenta. En un espacio y lugar indeterminado.
Solo él y ella.

Mary sonrío. No sabía el mótivo, pero..le gustaba verlo,le gustaba estar con el,a pesar de que siempre la molestara..Le gustaba su forma de ser,su actitúd...Amaba a Damian Wayne.

-¡Deja de mirarme!-Le ordenó completamente sonrojada,mientras el camino seguía siendo recorrido por ellos.

Las mejillas del petirrojo se tiñierón de un color carmesí intenso,al momento que fruncia el ceño.

-¡No te estoy mirando!-Contradijo.
Y mentía..mentía con todos los dientes.

-¡Si lo haces!-

-¡No! ¡¿Por qué te miraría Grayson?!-Se excusó.

-Porqu-Y todo sucedió muy rápido.
El carril dobló en una curva,y paso lo que menos pensaron.
Los rostros de ambos se acercarón, casi podría decirse que se besarían,y así sucedió. El petirrojo tomó el rostro de la chica y la atrajo contra sí, plantandole un beso.
Pensó que luego lo mandaría a volar, que lo destrozaría... pero, hizo lo que menos creyó... correspondió al beso.

-¡Porque me gustas!-Siguió.

Damian sonrío por un par de segundos.

Esto no podía ser real.

-¡Eres una tonta, Grayson!-Le dijó, mientras tocaba su frente,con su dedo indíce.-Tu también... me gustas.-Murmuró bajo,  mientras el carro comenzaba a disminuir la velocidad.

《-Y pensar que odio las atracciones-》




One-Shots De Los Jóvenes Titanes (Editando)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt