CAPITULO 36

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Narra Daryl

Permanecí despierto toda la noche, cuidando el sueño de Ericka, gracias a Alice ella había logrado sobrevivir, y ahora se encontraba bien, aunque un poco débil, no podía evitar preocuparme por ella así que observe como dormía, al igual mis demás hermanos, todos parecían cansados, igual yo solo que mi preocupación podía más que mi cansancio, más adelante tendría tiempo de dormir y recuperar fuerzas.

Por instinto gire hacia la puerta de madera ubicada en el fondo de la bodega, ahí se encontraba Alice, después de haber ayudado a Ericka y a Marcus, pidió que salieran y la dejaran sola. Algo que me tiene preocupado, según comentarios de los que se encontraban ahí dentro con ella, Alice parecía presentar alucinaciones, hablaba sola, su comportamiento era extraño y diferente.

Me acerque lentamente a la puerta, estaba al igual un poco preocupado por ella, algo le sucedía, no se como pero podía sentirlo. Me senté sobre el suelo y recargue mi espalda en la pared, gire un poco la cabeza, alcanzaba escuchar gemidos de dolor por parte de Alice, era evidente que no se encontraba bien.

No podía entrar, debía esperar a que ella saliera de esa habitación o nos permitiera que nos acercáramos, lo único que puedo hacer es permanecer lo más cerca posible, brindarle mi apoyo y compañía.

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—Daryl.... Daryl, despierta—En la lejanía lograba escuchar la voz de Erick.

Lentamente abrí los ojos, al parecer me había quedado dormido, me levante del suelo un poco adolorido por mi incomoda postura y observe a todos los presentes, su vista estaba dirigida a mí.

— ¿Qué hacías ahí? —Pregunto Ericka, no respondí solo eleve ambos hombros.

Me acerque a ella, estaba reunida con Alex.

— ¿Cómo te sientes?

—Mucho mejor... Hace unas horas Alex me acompaño a alimentarme, mi herida sano por completo y me siento mucho mejor.

—Me alegra que estés bien—Me acerque a ella y bese su frente. Después coloque mi mano en el hombro de Alex, llamando su atención—Cuidado con lo que haces, si la dañas, te dañare como nunca nadie lo ha hecho.

Me aleje de ellos, dejando a un chico asustado y nervioso y a mi hermana confundida y alterada por mi comportamiento y mi amenazante comentario.

Me aleje de ellos para que pudieran conversar tranquilamente, pero siempre observando que ese chico, el tal Alex no intentara nada con mi pequeña. Odio esto, el leer las mentes, uno se logra enterar de cosas que sinceramente preferiría no descubrir, como la atracción que siente Alex hacia Ericka y viceversa. Demasiada información para mí, en definitiva no logro darme cuenta que aun con tantos años, mis hermanas son ya adultas y responsable de su vida y sus actos, pero no podía evitar comportarme como un padre sobreprotector con ellas.

Desvié la vista de ellos al escuchar como la puerta era abierta con brusquedad, se trataba de Sebastián, él y algunos de sus amigos regresaban del bosque, donde seguramente se habían alimentado, parecía feliz, sonreía por algún chiste o comentario de sus acompañantes, pero, al verme, esa felicidad desapareció, no sé por qué pero repentinamente su comportamientos hacia conmigo había cambiado, me odiaba eso no solo podía sentirlo si no leerlo en su mente, miles manera de golpearme y deshacerse de mi pasaban por su mente.

—Vamos a fuera, tú y yo debemos hablar—Comento sin mirarme fijamente, pero sabía que se dirigía a mí.

Respire profundo y camine hacia la salida, donde el esperaba, lo observe de espalda, se encontraba alterado e irritado, sus puños cerrados fuertemente evitando el soltar un golpe hacia mí en cualquier momento. Después de cerrar la puerta, algo innecesario si lo que quería lograr es que los demás no escucharan nuestra conversación.

Alma Perdida (Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora