Alma Perdida (Pausada)

Capítulo 62

Me estudiaba a detalle, su sonrisa incrementaba de tamaño mientras caminaba hacia nosotros. Tome la mano de Sebastian, acercándolo un poco más a mi lado y cuidar de él en todo momento.

Thompson se detuvo a varios metros de distancia, Sebastian hizo lo mismo, curioso por descubrir el porque se había detenido, jale de su mano para que avanzara, estábamos aquí, frente a él, era tarde para temer y mostrar indecisión.

Faltaban varios pasos para poder estar frente a él, pero algo nos impidió hacerlo. Eleve mi mano, la acerque hacia delante y toque una superficie transparente que nos impedía avanzar.

—Tienes ese don—Afirme.

—No, no tengo ese don.

—¿Entonces?—Pregunte curiosa.

—Tenemos un amigo en común, su nombre es Daniel. Lo conocí por cosas del destino hace varios años...

—El no es nuestro amigo—Sonrío al escucharme.

—Como decía, lo conocí hace tiempo. Él me busco para que creara armas, drogas e inclusive me otorgó lo necesario para lograr crear una máquina que se asemeja a tu don, tú eres mi fuente de inspiración, Alice. Ayudo a mejor el ejército de Daniel, trabajo tanto con humanos como vampiros, aunque debo admitir que aún estoy trabajando con los vampiros, soy uno de ellos y aún me cuesta trabajo comprender la raza.

—Te equivocas, no eres uno de nosotros. Has permitido que te convirtieran por avaricia, por ciencia y conocimiento. Estas lejos de ser un vampiro real, uno de nosotros.

—Soy consciente de ello, querida—Su rostro mostraba una gran sonrisa, pero en su interior reinaba la penumbra, el enojo hacia el mismo al darse cuenta de que tenía razón con respecto a él—. Tal vez por esa razón no logro crear la medicina perfecta para los vampiros de Daniel, el ultimo medicamento que les administre no resultó como esperaba. Pero eso ya debes saberlo, es una de las razones por las cuales estás aquí ¿O me equivoco?

—No, no te equivocas. Mi visita es para hacerte una petición.

—¿Porque debería de acceder?

—Porque te conviene estar de nuestro lado, ¿A caso ya lo has olvidado?. Daniel quiere exterminar a todos los vampiros, ser el único en el mundo. ¿Qué te hace pensar que no te asesinara como a todos nosotros? Cuando logres que el gane su batalla, te matará.

—Eso es mentira, tenemos un acuerdo.

—¿Crees en la palabra de alguien capaz de exterminar a su propia raza?—Lo estaba consiguiendo, lograba confundirlo, podía notar su indecisión—Te creí mucho más listo—Una risa de nuestra parte fue el detonante, el que logró confundirlo por completo.

Solté la mano de Sebastian, coloque ambas manos sobre su escudo. La magia fue mi aliado en esta ocasión, sin esfuerzo logre crear un agujero en su escudo que nos permitió pasar sin problema, Sebastián se adentró primero, luego lo hice yo. El escudo volvió a su forma cuando mis manos dejaron de tocarlo.

Nuestras manos volvieron a entrelazarse, caminamos hacia el, una gota de sudor y sus manos temblorosas delataban el temor que sentía en estos momentos.

—Nos adentraremos a tu bella casa, ya que no te has tomado la molestia de invitarnos con anticipación. Espero no te moleste—No respondió palabra alguna, pero su respiración agitada nos confirmaba que caminaba detrás de nosotros mientras nos adentrábamos a su hogar.

***

—¿Gustan algo de tomar?—Pregunto con molestia.

Asentimos mientras nos sentábamos en unos lujosos y antiguos sillones. Lo observamos a lo lejos, sus manos temblaban a tal punto que había derramado varias gotas de alcohol. Coloco los vasos de cristal sobre la mesa de centro, tomo de su vaso para luego tomar asiento frente a nosotros.