Capítulo 2.- Natural y real.

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El sonido de mi alarma resonaba aquel lunes por la mañana indicándome que era hora de levantarme.

Inconscientemente desperté con una ligera sonrisa, la cual no supe si era debido a que ese día no tendría mi última clase —aquella que no era de mi total agrado— o si fue por la pequeña gran cita que tuve el día anterior con Lauren que, aunque no fue totalmente un éxito sirvió para obtener su número de celular. "Seguro algo bien hice."

Probablemente la razón fue la segunda opción, pero preferí atribuírselo a la primera.

El reloj de mi celular marcaba las 6:20. Decidí levantarme con un poco de entusiasmo a buscar mi atuendo para ese día en la Universidad.

Un pantalón cuadriculado de colores blanco y azul, junto con una camisa del mismo tono suave fue lo que mi instinto dijo que debería usar. Agregué unos cuantos accesorios blancos y me dispuse a arreglar mi cabello.

La escuela me quedaba a menos de diez minutos en auto, pero siempre me gustaba tener unos minutos de anticipación por cualquier contratiempo que pudiera surgir, así que a las 6:40 ya estaba rumbo a la Universidad.

Dinah solía ir conmigo ya que compartíamos escuela, sin embargo los lunes no aplicaban para tener la compañía de mi amiga dado el caso de que ella entraba dos horas más tarde, por lo cual prefería quedarse a dormir un tanto más en lugar de ahorrarse caminar hasta la escuela.

*  *  *

Eran las 10:30 cuando Normani y yo estábamos por salir de la clase que compartíamos.

— ¿Por qué no paras de mirar tu celular? —mi compañera de tez morena preguntó mientras guardábamos bolígrafos en nuestras cómodas mochilas.

— Siempre veo mi celular.

— Pero hoy lo estás haciendo más.

Y era verdad. Llevaba toda la mañana mirando la pantalla de mi celular en la ubicación exacta del contacto de Lauren debatiendo entre si debía mandarle un mensaje o no.

— Bueno, la verdad es que... —mis palabras se vieron interrumpidas por el ringtone que mi celular emitía al recibir un mensaje.

Llevé el celular frente a mi cara para ver el típico pequeño gráfico de mensaje y junto a él se encontraba el nombre de Lauren. Mi boca formo una sonrisa mientras mi cuerpo trataba de controlar la emoción para no emitir algún sonido y/o hacer algún acto que llamara la atención.

Debo suponer que no fui muy buena o quizás Normani me conocía más de lo que yo pensaba, pues instantes después mi compañera habló.

— Quiero creer que cualquier cosa que hayas recibido es justo la razón por la que has estado toda la mañana mirando el celular.

— ¡Sí! —traté de ocultar la mucha alegría que había en mí. Me sentía como una adolescente hablando con su crush de toda la vida.

Ni siquiera había leído el mensaje y mi corazón ya estaba saltando de euforia al no poder creer que Lauren se hubiera tomado el tiempo para mandarme un mensaje durante su trabajo.

— ¿De quién se trata?

— Es de una chica. La conocí hace unas semanas... En realidad sólo la había visto y crucé dos que tres palabras con ella, pero por fin ayer tuvimos una cita.

— ¿Y qué dice el mensaje?

— Aún no lo leo. —pegué mi celular a la boca para ocultar la sonrisa que seguía ahí.

— ¿Qué estás esperando? —la emoción de Normani no era tanta como la mía, pero parecía alegrarse por mí.

Me dispuse a abrir el mensaje y mi sonrisa solamente creció más gracias al leer lo que contenía dicho texto.

El último tema || CAMRENWo Geschichten leben. Entdecke jetzt