Capitulo 12

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*POV Lauren

Descansé mi mano sobre su rostro, acariciándolo mientras buceaba en sus labios, con la mano libre la tomé desde la cintura, obligándola a volverse hacia el frente, uniendo su cuerpo al mío, ella enredó sus dedos en mi cabello, arrodillándose en la cama quedando un poco más alta, ya que yo seguía sentada. Camila mordió mi labio inferior, aproveché el momento para encerrar el beso.

Camila: qué quieres hacer hoy? -preguntó, alejando su cabello y siempre manteniendo su rostro cerca al mío.

-a dónde me quieres llevar? -rozó su nariz en la mía, jugando.

Camila: no sé, hasta la sala!? -cerró uno de sus ojos, mirándome con una sonrisa maliciosa. Negué con la cabeza, riendo. Ella se sentó a mi lado y suspiró pesadamente.- si fuera guía turista me moriría de hambre.

-me doy cuenta.

Camila: tú tampoco facilitas en nada mi vida. -se quejó, cruzándose de brazos.- dame una idea, mujer. -sacudió mi brazo.

-cómo yo voy a saber a donde ir!? No conozco nada de la ciudad.

Camila: está bien. -suspiró.- tienes razón. -descansó sus manos en su regazo.- no quieres ir de shopping o sí? -negué.- hm, ok, nada d shopping... nada de sala...

-deja eso, después del almuerzo pensamos en algo. -besé su frente, sonriendo.

Camila: está bien. Aunque después de ese desayuno creo que explotaré si pongo algo más en mi boca. -se dejó caer hacia atrás en la cama, aun deshecha.

-en qué momento te vestiste que no me di cuenta?

Camila: ayer en la noche, desperté en la madrugada con frío.

Nos quedamos hablando un tiempo más hasta que el almuerzo estaba listo, Camila comió muy poco en comparación a los otros días, lo que fue una sorpresa, realmente exageré con el montón de comida.

Después del almuerzo, por ahí de las cuatro de la tarde, volví a presionarla para que me llevara a algún lugar.

*POV Camila

El día amaneció caliente, por fin nos quedaríamos tiradas en el sofá, con el aire acondicionado, un bote de helado entre nosotras. Cuando sugerí exactamente eso, ella se echó a reír y negó con la cabeza, mostrándose irreductible.

Hasta que recordé un lugar al que quería ir, pero sola no tenía gracia.

-ya sé! Vamos a los botes de pedal que hay en el parque. Podemos montarnos en un cisne.

Lauren: hm, déjame adivinar... -me vio.- ...yo tendré que pedalear?

-no. -respondí, por impulso.- bueno, quiero decir, sí. -una sonrisa se insinuó en sus labios.- pero es en el agua, es más fácil. -Lauren dejó escapar una carcajada y despeino mis cabellos.

Lauren: vamos, aunque creo, que me estás usando. -le saqué la lengua, tomé mi bolsa, le avisé a mis papás que saldríamos y arrastré a Lauren hasta el parque, en donde estaban los botes.

-me voy a caer. -vi la mano estirada de Lauren, esperándome, pacientemente, a que entrara al bote.- en serio, hasta puedo verme en el agua.

Lauren: no te voy a dejar caer. -afirmó, casi por décima vez.- confía en mi.

-yo confió en ti. Solo que no confío en este coso. Tiene una cara de malvado. -inventé.- ya veo cuando se balanceará todo apenas entre en él.

Lauren: ven ya Camila, estamos pagando. -jugó. Cerré la cara y tomé su mano, siendo llevada hacia adentro, me enganché del cuello de Lauren hasta que el bote dejara de moverse y poder sentarme a su lado.- lista? -asentí, ella comenzó a pedalear, sentí el viento en mi rostro y dejé escapar una sonrisa.

-mira, no es lindo? -pregunté, tocando el agua del lago.- PARA PARA PARA! -grité, ella se detuvo, asustada.- una tortuga. -apunté, Lauren esforzó su vista para poder verla.- creo que la asustamos.

Lauren: asustamos? En plural? Creo que tú la asustaste con tus gritos.

-estás viendo ese lago? -apunté a su lado, ella asintió.- si no quieres terminar en él mejor quédate tranquila.

*POV Lauren

Me quedé unos quince minutos pedaleando en círculos, Camila casi se tiraba al lago cada vez que veía algún pez o la supuesta tortuga.

Camila: sabes, siempre quise una mascota. -suspiró, pesadamente.

-y porqué nunca tuviste una?

Camila: mis papás no me dejan. -se encogió de hombros.- ni siquiera porque cuando comencé a hablar de eso fue en la misma época que decidí hacer el intercambio. Ellos creían que no valía la pena.

-y mira, en tu intercambio, encontraste un animal aparentemente indomable. -jugué. Ella se echó a reír.

Camia: exactamente. Y que me dio un gran trabajo.

-a la hora del baño? -arqueé una ceja, siempre quise arrancarle las historias que pasaban cuando llegaba drogada a la casa.

Camila: hm, más o menos. -pensó un momento.- hacía berrinche para tomar café. -sonrió.

Mordí mis labios y asentí. Camila capturó que estaba escondiendo algo.

Camila: vamos, desembucha.

-nada...-suspiré.- ...quiero decir... -volvía atrás.- ...qué pasaba exactamente esos días?

Camila: normalmente eras una persona muy feliz. -soltó una risa, como recordando algo.- recuerdo que tenía que estar monitoreándome para no estar pensando que te prefería de esa forma que de la normal. En esa época me hubiera gustado que siempre fueras alegre como lo eras con las drogas, obviamente, claro, sin usarlas.

Asentí lentamente, haciendo una seña con la mano para que siguiera.

Camila: decías muchas tonterías. -mordió sus labios.- hablabas sobre el hermano oso y conversabas con palitos...

-con palitos? En serio? -ella asintió.- señor... -abrí mis ojos.

Camila: en la primera noche comimos chocolate y tú ni sabías lo que hablabas. Era difícil seguirte la corriente. Y luego prácticamente de la nada te quedabas dormida y solo despertabas al día siguiente, mal humorada y vomitando.

The exchange 2 (CAMREN)Where stories live. Discover now