*POV Camila
-ya te dije que no sé. Y también qué te importa saber mi opinión? No tienes a tu príncipe del ride? -respondí. Hablando de más. Otra vez.
Lauren: oh, claro. Lo tengo. -dio un paso más hacia el frente.- creo que hasta escribiré un libro sobre ese encuentro. -cerré mi mano en un puño al lado de mi cuerpo. Mis uñas se clavaron fuertemente en la palma de mi mano.- relataré nuestro encuentro en la biblioteca...-cerré los ojos para contener la rabia, cuando volví a abrirlos ella estaba un poco más cerca.-...y nuestra cena...-mordí mis labios.-...su charla interrumpida. Y sabes cómo hice para que se callara? -fue demasiado, involuntariamente llevé las manos hasta mis oídos, sin soportar escuchar más. La la la, uno, dos, tres pequeños indios...canté mentalmente para no escuchar nada de lo que Lauren pudiera decir. Delicadamente ella alejó mis manos, entrelazando sus dedos a los míos, impidiéndome así poder alejarme.- yo lo callé...-respiré hondo, sintiendo mi cuerpo temblar de ansiedad. Porqué me maltrata tanto!?-...negándole un beso y deseando con todas mis fuerzas e intensamente regresar junto a ti.
Abrí mis labios haciendo el intento de responder, sin embargo luego me quedé callada. No tenía nada que decir. Me enfoqué en su mirada, buscando certificarme de que lo que acaba de decir es verdad. Su mano presionó delicadamente la mía. Sabía que era el momento de decir algo. Ella estaba esperando eso.
-estás hablando en serio? Quiero decir...no pasó nada?
Lauren: además de la cena? -asentí.- nada.
-pero...porqué? Él era bonito.
Lauren: Camila, deja de huir. -ella soltó mi mano y sujetó mi rostro.- ya basta. -susurró.
-Lauren, yo...-respiré hondo, decidiendo ser sincera.-...estaba celosa. Muy celosa.
Lauren: lo sé. -sonrió levemente. Sus manos bajaron hasta mi cintura, entrelazándola y acercándome más.- y te ves tan linda cuando estás molesta. -su nariz se deslizó por mi mejilla, causando que mi corazón latiera aun más fuerte con su proximidad.
-tan mala actriz soy? -murmuré, cuando sus labios tocaron mi piel.
Lauren: tal vez. Ayer casi te creí que estabas durmiendo. Por poco no comencé a besarte.
-ayer casi te bofeteo.
Lauren: me lo imaginé. -ella sonrió, besando a un lado de mis labios.- tenía miedo de que te fueras.
-no iba a poder. -suspiré.- no te iba a entregar en bandeja de plata a un tipo. -ella rió.
Su mirada se chocó contra la mía. El intenso brillo me hizo jadear. Cielos, como la quiero.
Lauren: tus ojos son transparentes. -comentó.- siempre te entregan.
-y qué te dicen ahora?
Lauren: dicen que estás sintiendo exactamente lo mismo que yo.
Su mano tocó la mía delicadamente, ella la tomó hasta detenerla sobre su pecho, haciéndome sentir su corazón. Cerré los ojos unos segundos.
-Lauren...-mi voz no salió más alta que un susurró. Era absurdo el torbellino de sentimientos que se encontraron en mi cuerpo con su simple acto. El pasado, que siempre se hace presente, volvió, como quien dice; esta mujer es tuya. Siempre lo fue.
Sus ojos encontraron los míos cuando volví a abrirlos, involuntariamente llevé mi mano hasta su rostro, acariciándolo, reconociéndola. Lauren se dará cuenta de que algo está mal.
Lauren: qué pasó?
-Lauren...-susurré nuevamente, era extraño, pero era como si fuera la primera vez que realmente la estaba viendo. Como la niña de hace unos años atrás. La chica de la cuál me enamoré.
Ella paseó su mano por mi cabello, quitando algunas mechas que caían por mi rostro. Entonces sonrió.
Lauren: creo que estás comenzando a entender...
-a entender qué?
Lauren: que aquí adentro...-llevó la mano hasta su corazón.-...está todo intacto, a pesar de que por fuera hayamos madurado y cambiado. -suspiré.- solamente no entiendo por qué estás huyendo...pasó un tiempo!? Sí, pasó un tiempo, pero qué importa!? Si desde que nos vimos nos queremos tanto.
*POV Lauren
Sus ojos estaban repletos de dudas e incertezas, al mismo tiempo en el que había un brillo nostálgico fácil de reconocer, por ser igual al mío de hace unos años atrás.
Tenía miedo de acercarme más, ella parecía completamente trastornada, pero no en el mal sentido.
Mientras enfrentaba el dilema de hablar o no su teléfono sonó. Camila frunció el ceño al leer el nombre en la pantalla, dijo unas cuantas palabras con alguien cuyo nombre es Julián y luego se puso más blanca que el papel. Estiré mis brazos a tiempo para sujetarla antes de que se cayera, así como pasó con su celular.
-qué pasó? -pregunté, sentándola. Ella no respondía, su mirada estaba fija en un punto cualquiera de la sala. Noté sus ojos llenarse de lagrimas a medida que, creo yo, iba recapitulando lo que acaban de hablar.- ven aquí. -la tomé levemente, recostándola a mi cuerpo y abrazándola fuertemente.- llora, princesa. -susurré.- no contengas las lagrimas.
Y fue exactamente eso lo que ella hizo. Un llanto cargado de dolor, haciendo a todo su cuerpo temblar, ella se sujetó fuerte de mi brazo apretándolo con fuerza, como queriendo decir esto no puede estar pasando. Entonces cerró sus dientes, con rabia.
Camila: es mi culpa. -dijo en medio del llanto.- nunca debí haber tomado estas vacaciones, nunca debí haberlo dejarlo atrás. -ella se alejó bruscamente y arañó sus propios brazos, queriendo claramente transportar el dolor que sentía a algo físico.
-shhh...no te lastimes. -sujeté sus muñecas, para impedir que siguiera con lo que hacía.
Camila: fue mi culpa Lauren, mi culpa. -Pronunció las palabras con un gran esfuerzo, mientras las lagrimas aun caían violentamente.- él murió por mi culpa.
