*POV Lauren
-Hola. -dije, preguntándome si mi voz había salido muy diferente.
Camila: hola. -respondió sin mucha gracia, pasando las manos en sus jeans, mientras tambaleaba lentamente su cuerpo de un lado a otro.- discúlpame por haber interrumpido tu baño.
-no importa, solamente entraste allá con una lámpara lista para ser quebrada en la cabeza de alguien, pasa todo el tiempo. -bromeé, para intentar tranquilizar el clima.
Creo que vi una sonrisa. Tímida. Casi imperceptible.
Camila: hm...después tengo que comprarle una nueva a Taylor. -lo dijo más para ella misma. Una nota mental.- y, fue ella quien te dijo que vinieras para acá?
-no, le pedí la casa a Drew.
Él me prestó el lugar por si quería inspirarme. Desde que tengo memoria esta ciudad siempre fue mi gran aliada a la hora de escribir, hay una esencia muy fuerte flotando por ella, algo que va más allá de mi comprensión, siempre es más fácil escribir mis libros y algunas canciones aquí que en cualquier otro lugar en el mundo.
Camila: tú crees que ellos...hm...querían... -suspiró, rindiéndose.
-no, no lo creo. -ni Drew ni Taylor intentaron juntarnos antes, no lo harían después de cinco años.- creo que fue un malentendido. -di un paso hacia el frente.- Taylor te prestó la casa, cierto? -ella asintió.- Drew me la prestó a mí. Dudo que hayan hablado, mínimo Drew no sabe que estás aquí, así como mi hermana no sabe de mí.
Camila: cómo conseguiste la llave? Si yo la tomé de la casa de tu mamá ayer.
-ah...yo tengo una llave de esta casa hace años. Creo que ya vine aquí más veces que los propios dueños.
Camila: entonces creo que...hm...buscaré alguna cabina.
-porqué? -negué con la cabeza.- hay espacio suficiente aquí para las dos. Quédate por lo menos un día y vas a quedar encantada con las maravillas de este lugar.
Camila: creo que tienes razón. -se sentó nuevamente.- no soy muy fan de las cabinas. -frunció su nariz.
*POV Camila
Oh no. No me sonrías así. Su sonrisa logra hacer cosas malas con mi corazón.
Ella tomó asiento también, aunque dejó un espacio grande entre las dos, y se quedó en silencio, viendo hacia el frente. No estoy segura si realmente esté viendo algo.
Arriesgue una mirada hacia su rostro, cielos, el loco deseo de levantar mi mano, mantenerla firme en su mentón y trazar el contorno de sus labios casi me ganó.
Su cabello parecía más suave de lo que lo recordaba, perfecto para que una mujer pasee sus dedos en él.
Sus ojos verdes se fijaron en mi rostro y me coloré en el momento exacto en el que me descubrió observándola.
-eh...estás diferente.
Lauren: creo que las dos lo estamos. -respondió y encontré bien que no haya hecho algún comentario sobre estarla analizando hace poco.
-pues sí, cinco años no son cinco días. -comentario sin mucha gracia, lo sé. Está bien, Camila, cállate.
Lauren: sí, creo que no. -sonrió.
-escribiendo algún libro? -no quería que dejara de hablar.
Lauren: sí, la verdad sí. -vio sus dedos por un instante.- ya casi lo estoy terminando. -volvió a verme.
-que bien. -vamos Camila, puedes decir algo mejor que eso.- es una comedia? -ella soltó una risa.
Lauren: no, o por lo menos no lo iba a ser. Es romance.
-hm...
Volvimos al silencio. Necesité permanecer atenta, monitoreándome, para no regresar mi mirada a Lauren.
La situación era tan extraña, vivimos muchas cosas juntas y ahora ni siquiera podemos mantener una conversación.
