Trigesimocuarto plato

39.2K 3.2K 1.9K
                                    



[Jin]

¿Por qué no dejaba de sonreír tan tranquilamente? ¿Su agencia sabía de esto? ¿Qué haríamos con las fotos que nos habían tomado? ¿Y los rumores? ¿Y ahora que hacía mirándome? ¡La maldita carretera, Namjoon, los ojos a la carretera! ¡Eh, espera! ¿Por qué paraba? ¿Por qué estaba aparcando en ese callejón? ¿Pretendía violarme? ¡Oh dios, Namjoon iba a violarme! ¡Al fin!

- ¿Se puede saber en qué piensas?

Pestañeé varias veces, percatándome por primera vez desde que había entrado en su coche, de lo tenso que yo me encontraba. Y no era para menos. Nada de esto tenía sentido. Aún estaba esperando que alguien saliera gritando "¡Cámara oculta!" o sonara el despertador, pero la multitud de pellizcos que me proporcioné en el brazo me empujaban a la realidad, a creer que en ese momento yo estaba en ella.

- ¿Jin?

- T-t-t-tú...

- ¿Yo qué?

- ¡¿Tú estás loco o qué demonios te pasa en la cabeza?! ¡Nos ha visto todo el mundo! ¡Van a empezar a esparcir más rumores aún! ¡Te dije que no vinieras, te mandé un mensaje! ¡Vamos a meternos en grandes problemas por tu maldita cul-

No pude seguir hablando porque me interrumpió con un beso, con la mejor arma que podía usar en mi contra, la cual cumplió su cometido a la perfección. Cuando se separó yo parecía salido de un efecto de droga, tan embobado que parecía absorto del mundo. Había echado tanto de menos sus besos, tanto que ahora no quería dejar de sentirlos ni un segundo. Namjoon rió en voz baja y me pellizcó con poca fuerza la nariz, sacándome de mi trance. Era tan malditamente hermoso cuando reía.

- No te preocupes por la agencia y todo eso, ya me haré cargo yo, ¿sí? –asentí sutilmente, aún intentando acostumbrarme a la situación. Cualquiera diría que ese atractivo chico que estaba sentado junto a mí era mi novio, pues por mi comportamiento más bien parecía mi ídolo o el mismísimo Jesucristo. – ¿Jin? ¿Sigue ahí?

- Sí, s-solo es que n-no... no me esperaba nada de esto, solo eso...

- ¿Estás enfadado? –negué – ¿No vas a regañarme? –volví a negar – ¿Quieres que vayamos a mi apartamento y te quedas a dormir? –asentí – ¿Pasamos de camino a comprar lubricante? –asentí por segunda vez y el soltó una carcajada antes de revolverme el pelo – Dios mío, sí que estas en shock.

Obviamente en el camino a su apartamento no hicimos ninguna parada. En primer lugar por precaución, y en segundo, porque probablemente íbamos a encontrar más botes y variedad en el piso de Namjoon que en cualquier tienda. Ventajas de que tu novio pensara la mayoría del tiempo con el pene, que siempre estaba preparado.

De todas formas yo tampoco iba pensando en eso, tan solo recordaba lo bien que se sentía cuando podíamos hacer esto casi todos los días, cuando Namjoon no había sacado su nuevo disco, yo ya estaba fuera del concurso y podíamos quedar continuamente sin problemas. Ahora las cosas eran diferentes, y el poder experimentar de nuevo momentos como los del pasado, era muy reconfortante. Miré a Namjoon y sonreí.

- ¿Qué pasa? –preguntó al ver mi sonrisa de idiota, respondiéndome con una igual. Tan solo me encogí de hombros, incapaz de responder algo coherente. – ¿Estás seguro de que no te has drogado?

- Idiota.

- Tienes razón, estás bien.

- Bobo.

- Estás perfecto.

Ambos reímos, envueltos en nuestra felicidad. Solo nuestra. Sin terceras personas, agencias o fans y cámaras. Jamás había apreciado tanto la privacidad y espacio personal como en esos momentos, cuando era lo único que requería para estar con Namjoon. Y ahí lo teníamos, o al menos eso parecía. Ahora entendía porque habían escogido ese barrio para el nuevo apartamento. Estaba vacío, tan oscuro que si no fuera por las incontables farolas en línea, podía asemejarse la boca de un lobo.

Taste it [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora