Trigesimoquinto plato

23.9K 3K 983
                                    


[Namjoon]

Ocho fueron las llamadas que se perdieron en mis ronquidos antes de que me levantara a descolgar el móvil. En todas las veces que pulsé el botón de rechazar y me volví a dormir, no comprobé el remitente en ningún momento, pues sabía de sobra quien era. Y efectivamente, a la novena, con el móvil junto a la oreja y mi mano libre en el pomo de la puerta, cerrándola con cuidado para no despertar a Jin, comprobé que estaba en lo cierto.

- En media hora en mi despacho.

- ¿Eh? Me acabo de levantar, Hyu... ¿Hyungsoo? ¿Hyung, estás ahí? – miré el móvil, para afianzarme de que me había colgado, y sí, lo había hecho, aunque tampoco me sorprendía mucho. Seguramente estaba cabreadísimo conmigo, hasta podría caber el riesgo de que me echara de la empresa, por mucho que yo se lo hubiera negado a Jin la noche anterior.

Suspiré y empecé a prepararme, comenzando con mi habitual desayuno, consistente en vaso de zumo y bollos industriales. Tampoco tenía mucho tiempo, y sabiendo la situación en la que me encontraba, no me convenía retrasarme, así que en quince minutos apuré todo lo que tenía que hacer antes de salir, terminando por dejarle un post-it a Jin en el que escribí lo siguiente.

"Estoy en la empresa, puedes quedarte en el piso el tiempo que quieras, como si fuera tuyo, ya lo sabes. Por cierto, anoche lo pasé genial ;) Realmente te echaba de menos"

Sencillo y directo, como a mí solían gustarme las cosas. E igual de directo salí por la puerta, ya vestido y aseado, con la bufanda rosa de Jin y unas gafas de sol negras a pesar de las bajas temperaturas que invadían las calles en esta época. Cualquier prenda era escasa para cubrir mi rostro, y más ahora, que seguramente sería la noticia de este día y los que quedaban por delante.

Una vez estuve en la carretera, aparecieron las preocupaciones, porque a pesar de la tranquilidad que intenté transmitirle a Jin el día anterior, ahora que visualizaba posibles consecuencias en mi mente, comenzaba a replantearme si actué debidamente. Luego recordaba lo encantador que se veía durmiendo esta mañana la princesa, y sonreía convencido de que escogí la opción correcta.

¿Debería dejar de esconderme? Quizás aprovechaba esta conversación con Hyungsoo para aclarar las cosas y hacerle ver que yo no podía seguir de esa forma, básicamente alejándome voluntariamente de Jin. Le explicaría que debería haber otras opciones, que hasta quizá podría ser posible mostrar mi relación al público y recibir buena crítica social por ello.

Y no me alejé tanto de la realidad, pues efectivamente mi representante tenía una alternativa, una solución. Una que me desagradó nada más cruzó mis oídos.

- Ni hablar.

- Namjoon, no estás en posición de decidir, simplemente te estoy informando.

- Que no, métetelo en la cabeza.

- Ahora vendrá y saldrás a tomar algunos helados con ella. Haremos fotos y las subiremos de forma anónima a las redes sociales, para que se expanda rápidamente el rumor.

- Ni lo sueñes, ya te he dicho que estoy con Jin.

- ¡Y es por eso que tenemos este jodido problema! –me tensé al escuchar su grito. En todo este rato parecía haberse estado conteniendo, más serio y firme de lo normal, como si fuera a estallar de un momento a otro, y al fin lo había hecho. – ¡¿Cómo diablos se te ocurre irlo a recoger a pesar de todas las personas que habías?! ¿¡Quieres buscarnos la maldita ruina o qué?!

- Solo fui a buscarle al trabajo, igual que haría cualquier amigo.

- ¡Más bien pareciste un jodido príncipe que fue a rescatarle! ¡Podía haber vuelto solo, no tenías por qué aparecer! ¡¿Qué mierda te pasa en la cabeza?!

Taste it [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora