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Maggie

El reloj de péndulo que reposaba en la esquina más alejada de aquella tétrica habitación anunciaba las 9 en punto con estruendosas campanadas. Según había sido previamente acordado, por los anfitriones de la fiesta, los invitados debíamos esperar en este salón para que las monstruosas puertas dobles que se erigían imponentes ante nosotros se abrieran. Era la fiesta de cumpleaños de los Dolan y como ya había oído,iba a ser la mejor fiesta de la historia porque era su último año aqui ya que se iban a ir a Francia a empezar sus estudios.

Impacientes y evidentemente ansiosos los demás invitados esperaban, como Teala y yo, ojeando una y otra vez la insulsa decoración de la estancia, apenas compuesta por el reloj y una inmensa lámpara que desprendía múltiples luces yacía sobre nuestras cabezas que a simple vista parecía estar a punto de desplomarse. Primero un Clac, Clac y paulatinamente muchos otros que le hicieron coro. A los lejos divisé a Cameron acompañado de una chica, de refilón puede escuchar la chillona voz de ella:

-¿Estás listo, bombón? -dice mirando a Cameron sonriente.

La chica que acompañaba o más bien a quien ella acompañaba, apretó suavemente una de sus nalgas y rio como una loca. Al igual que todos los demás, su rostro y su expresión ansiosa estaba oculta tras una inexpresiva mascara de maquillaje que parecía un payaso. Oírla hablar incansablemente era gracioso hasta cierto punto, pero con esta barrera entre sus mejillas encendidas, ojos curiosos, su voz se hizo presente.

-Estoy listo, primor - dice mirandola con ojos curiosos.

Sentí mi corazón latiendo intensamente, extrañaba oír su voz.
Después de un pesado suspiro a manera de reproche por haber aceptado esta increíblemente ridícula invitación, asentí con falsa emoción rodeando la cintura de Teala con mi brazo izquierdo y dejando mi cabeza caer sobre su hombro. En ese momento la última campanada sacudió el reloj y aquellas puertas dobles comenzaron a abrirse en medio de un espantoso sonido de la música que empezó a sonar derrepente. Todos se sorprendieron.
A empujones y sin romper aquel semicírculo que habíamos formado al principio, conseguimos entrar a otra antesala mucho más amplia y dada la decoración de la misma, el punto de desarrollo de esta reunión.

Había una tenso escándalo en el grupo y un anormal estado de alerta en espera de la señal que diera inicio a esta fiesta,aumque algunas ya empezaron su desmadre.
En aquella estancia había varios puntos de alcoholización dispuestos estratégicamente para quienes en medio del ajetreo preferían su copa llena. Luces estrambóticas cubrían cada pared apuntando específicamente a una especie de pista de baile y desde el suelo algunos reflectores y rayos laser apuntaban hacia el cielo, señalando para el curioso que deseara mirar, nada más que una cúpula parecida a la de algunas catedrales pero esta era más moderna y descubierta. En el suelo, pero sin despegarse de las paredes, decenas de amplificadores le daban un toque desordenado a toda esta monstruosa decoración. Pero eso no era todo, aparte de ellos también se podían encontrar algunas estaciones de oxigeno con aromas afrutados, un centro de tatuado exprés y así mismo una estación de perforaciones.

Por un momento y con una mirada rápida me pregunte qué clase de personas podrían frecuentar estas fiestas. Se rumoraba, obviamente que todo el mundo conseguía una invitación a esta fiesta, y aun así no me imaginaba a alguien hacerse un tatuaje permanente como recordatorio.

-¿Qué hay allí? - pregunto a Teala.

Mientras terminaba de recorrer con la vista el lugar, en medio del intenso escándalo, note que en la parte más alejada había una especie de tarima, ubicada en medio de lo que me parecieron 4 vitrinas previamente cubiertas por terciopelo azul. Presentía que allí, en ese lugar casi alejado de estas excentricidades estaba la atracción principal.

Unknown → Cameron Dallas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora