Capítulo 1: Sorpresa

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El sol brillaba una vez más en magnolia, como era de esperarse; las personas continuaban con sus tareas del día a día, un día completamente normal, excepto para un pelirrosa que estaba en la barra del gremio...

-¡Hoy es el día mira!- dijo lleno emoción.

El siempre sonreía, pero esta era diferente; en ella se podía ver esperanza e ilusión.

-Te deseo mucha suerte Natsu, espero que todo salga perfecto - contestó sonriendo.

Mira estaba igual o más emocionada que el propio Natsu, ella llevaba mucho tiempo esperando por esto.

En otra parte del gremio, una peliazul se encontraba en la misma situación de natsu, simplemente no podía dejar de sonreír.

Este sería un día gran día, uno inolvidable al menos eso pensaban ellos...

Natsu le dio un último trago a su bebida, se levantó de su asiento dispuesto a salir en búsqueda de la mujer que lo había enamorado, aunque era un tonto en cosas relacionadas con el amor, ninguna lo hacía sentir como ella.

Juvia trago en seco, preparándose para el gran momento de su vida, imitando al pelirrosa salió del gremio; no necesitaba buscar, gracias a sus dotes de acosadora ella sabía dónde se encontraba su amado.

-Este día definitivamente gray aceptará a juvia y seran felices juntos- pensaba alegremente la joven maga.

Natsu de harto de buscar y decidió rastrear el aroma de lucy, ese inconfundible aroma a vainilla que tanto le gustaba.

-te encontré - pensaba el pelirrosa con su característica sonrisa.

Ambos magos se dirigían a donde se encontraban esas personas tan especiales para ellos, esas personas gracias a las cuales por primera vez conocían el amor y las hermosas sensaciones que traía consigo.

-¿juvia? ¿que haces aquí? Pensaba que estarías con gray- decía curioso el joven pelirrosa.

-Juvia esta buscando a gray, la intuición de juvia le dice que debe estar por aquí y usted Natsu ¿no debería de estar con lucy?- preguntaba la peliazul de la misma forma que Natsu.

-se supone que debe estar por aquí, rastreé su aroma y me trajo a este lugar - decia con una alegría difícil de ocultar.

-¿Te parece bien si los buscamos juntos?- preguntaba animado el pelirrosa.

-A juvia no le molesta la idea- contestó con una sonrisa que enamoraría a cualquiera que la viera.

Ambos caminaban por la plaza buscando a esas personas que tanto ansiaban ver, ya deseaban confesar sus sentimientos, sentían que estaban a punto de explotar.

Continuaban con su búsqueda en aquel lugar hasta que el pelirrosa detuvo en seco.

-¿Por que se detiene Natsu?- pregunto curiosa.

Juvia podía notar como toda la ilusión y alegría que había en la mirada de Natsu se había transformado en dolor, ira e incluso vacio, como si hubiera visto morir a uno sus amigos o si algo le hubiera quitado las ganas de vivir, inclusive su temperatura corporal estaba tan alta que estar cerca de él quemaba, como si fuera un volcán a punto de hacer erupción.

Ella no podía entender el porqué de la reacción por parte de su compañero, así que decidió ver hacia dónde los ojos jade del pelirrosa apuntaban...

Aquel hermoso día soleado estaba siendo aplastado por unas enormes y grises nubes que amenazaban con desatar una gran tormenta en el lugar, lo suficiente como para inundar el aquel sitio; las primeras gotas comenzaban a caer, pero cada una de ellas se evaporaba antes de siquiera tocar al pelirrosa, la lluvia fue incrementando a tal grado que las lágrimas derramadas por aquella mujer peliazul se perdían en ella, esta descomunal cantidad de agua obligó a la pareja que tenían unos metros mas adelante formada por las personas que amaban a separarse y terminar con su apasionado beso para buscar refugio.

Todas las personas buscaban refugio de la fuerte lluvia que caía, a excepción de dos personas que aún estaban bajo ella sin importarles nada; ambos tenían agachada la mirada, como si el suelo fuera lo más interesante del mundo. Ya ninguna persona seguía en el lugar, las calles estaban vacías y calladas, había un silencio profundo...

El silencio se fue ante el grito de dolor de una joven peliazul, un grito desgarrador acompañado de unas imparables lágrimas, el pelirrosa no dejaba de elevar su temperatura, sus lágrimas se evaporaban al instante que salían, se desvanecían...como las ilusiones de ambos magos.

-¿por que...lucy?- gruñó Natsu.

-Gray...- dijo entre el llanto juvia.

El pelirrosa se dejó caer de rodillas, el calor tan intenso que producía de había ido, la lluvia lo cubrió por completo inmediatamente, tenía la mirada perdida, vacía...

La peliazul no estaba en mejores condiciones, estaba totalmente destrozada por dentro, sólo miraba hacia alguna parte del cielo, realmente su vista no enfocaba nada, estaba completamente perdida y carente de vida...

Esta es una nueva historia, espero de todo corazón que sea de su agrado ;D, se despide su amigo Yost XD

Opuestos (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora