Opuestos (TERMINADA)

Capítulo 11: Sentimientos

El gremio era un completo desastre debido a la desaparición de uno de sus integrantes,  nadie entendía porque Lucy se había ido sin decir algo.

-¡Silencio!- dijo de forma estruendosa una pelirroja.

El ruido dejó de existir ante aquella orden dada por Erza, todos la miraban con atención.

-Lucy debió tener sus razones para actuar de esa forma,  aunque yo tampoco las conozco confío en ella y en que se encuentra bien-

Todos estaban impresionados ante la tranquilidad y serenidad de las palabras de Erza,  aunque esa forma de ser estaba completamente justificada debido a que ya había enviado a 3 magos para traerla de vuelta.

-Vamos,  dense prisa y encuentren a esa pequeña idiota- pensaba la pelirroja.

En otra parte en lo que parecía un sendero dentro de un bosque se encontraban los 3 magos corriendo buscando hasta el más pequeño indicio de la rubia, hasta que uno se frenó.

-¿Por qué te detienes Natsu?- preguntó Gray algo alterado.

-El rastro... acaba aqui- se podía ver preocupación en el rostro del pelirrosa.

-¡No me jodas con eso!- grito el pelinegro completamente alterado.

-Lo...siento...- respondió decaído Natsu.

-Lo sientes...¡No me vengas con eso!- grito tomando a Natsu por su chaleco y arrinconadolo con un árbol cercano.

-Juvia piensa que ambos deberían de calmarse- dijo la peliazul con una sonrisa nerviosa.

El intento de la maga de agua por tranquilizar el ambiente fue completamente ignorado por ambos.

-Tu que puedes decir de eso,  tu nunca has estado en mi lugar, tu... ¡nunca has perdido a la mujer que amas!- reclamó Gray.

El silencio se hizo presente en el lugar, el ambiente comenzaba a tornarse sofocante y caluroso,  una pelea estaba a punto de estallar.

El silencio se desvaneció ante el fuerte sonido de una bofetada.

-¿¡Quien te crees para hablar de esa forma acerca de Natsu!?-

Ambos habían quedado atónitos ante la forma de reaccionar de la maga de agua,  nunca la habían visto tan molesta...inclusive había dejado de hablar en tercera persona.

-¡No solamente tu estas preocupado por ella!...Natsu, yo,  todo el gremio,  ¡estamos realmente preocupados por ella!-

Al escuchar esas palabras soltó al pelirrosa, Gray se quedó viendo unos momentos los ojos de Juvia los cuales estaban llenos de enojo y reproche, siguió caminando sin decir palabra alguna.

-¿Esta bien Natsu-san?- preguntó mientras lo ayudaba a poner se de pie.

-Si... - dijo pensativo.

El pelirrosa al notar preocupación en los ojos de la maga de agua intento sonreír de la mejor forma posible,  la maga le sonrió de igual forma y siguieron caminando acá la dirección en la que había ido el pelinegro.

La noche de a poco consumía los últimos rayos de la luz del sol hasta que lo único que quedó fue un tenue brillo proveniente de la luna.

-N-natsu-san Juvia le teme un poco a la oscuridad haga algo- dijo poniendo ojos de cachorro.

Desde que la noche había caído la peliazul se había aferrado al brazo del mago de fuego.

Al escuchar a la temerosa Juvia encendió una pequeña flama en la mano que tenía libre,  al ver eso la maga de agua decidió separarse un poco totalmente sonrojada.

La búsqueda siguió por varias horas más que podía observarse como se ocultaba la luna para darle paso al nuevo amanecer que lentamente se acercaba, aún no encontraban el paradero de la rubia y eso les preocupaba demasiado.

-No queda de otra...nos tendremos que separar para abarcar más terreno- dijo serio el pelinegro.

Natsu y Juvia solo asistieron,  para después ir en diferentes direcciones.

Mientras exploraba,  Natsu percibió una aroma bastante peculiar...

-Este olor a vainilla...¡Lucy!-

Rápidamente siguió el rastro,  cada vez aceleraba más y más con desesperación, necesitaba asegurarse que ella estaba bien.

Al llegar a la fuente del olor pudo observar a una Lucy sucia y con algunas raspaduras en sus rodillas, inmediatamente fue corriendo hacia ella.

-Lucy...- dijo agitado.

-Natsu- dijo con lágrimas en los ojos.

La rubia intentó levantarse para alcanzarlo pero tropezó, Natsu alcanzo atraparla entre brazos antes de que cayera, se quedaron viendo el uno al otro...

Aquella escena era observada a la distancia  por una pequeña peliazul,  inmobil, callada...como si no estuviera ahí.

-Natsu...- dijo la rubia sin apartar la vista.

La maga celestial se acercaba peligrosamente al rostro del pelirrosa.

-Esta vez no...no dejare que apartes de mi al hombre que amo- pensó la maga de agua.

Los latidos de los magos,  aún abrazados,  eran extremadamente fuertes,  las palabras no eran necesarias en ese momento de silencio.

La peliazul decidió actuar de forma rápida y sin previo aviso quito los brazos de la rubia que rodeaban el cuello de Natsu,  para después con un leve empuje alejarlos,  poniéndose frente a Natsu como si protegiera lo más valioso de su vida.

Juvia simplemente se enderezó sin levantar la mirada,  ojos chocolate y jade estaban llenos de asombro ante la actitud de la peliazul.

-J-juvia...yo-

-Tu me comprendes mejor que nadie, viviste el mismo dolor que yo, gracias a eso ya no teniamos fuerzas...aun así salimos adelante apoyándonos el uno al otro, pero también gracias a ese dolor nos volvimos más cercanos,  por eso yo....yo...-

El viento es lo único que se escuchaba ante el silencio repentino de la maga de agua.

-¡Yo no puedo dejar que alguien más tr tenga!-

-¿Q-Que quieres decir Juvia?-

Nuevamente el silencio hizo acto de presencia en la escena,  la tensión era terriblemente densa, finalmente la peliazul reunió fuerzas para continuar.

-¡Te Amo Natsu!-

Un grito a todo pulmón lleno de sentimientos sinceros y puros que retumbó en las mentes y oídos del mago de fuego y la maga celestial.

Han pasado 84 años XD,  Una disculpa por tardar tanto en publicar,  espero que le haya gustado el capítulo :3, hasta la próxima.

P.D: No me olvide que Juvia habla en tercera persona,  simplemente quise hacerlo así para que vieran el nivel de seriedad y decisión que tiene X3