Me llamo Kris Meier, acabo de escribir la última letra de mi diario con muchas lágrimas en mis ojos, tendré que abrirlo de nuevo para que lo conozcas y aqui empiezo.
¡Te Odio Kris!-Dijo mi padre al saber que era gay, recuerdo su cara de furia. --Sie...
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--¡Kris! ¿¡me está poniendo atención!?--
Me sobresalté, la maestra de química sí que tenía el don de espantar el sueño con tremenda voz que tiene... fue eso o el hecho de que en verdad me habia quedado dormido y no recuerdo haberlo hecho en ocasiones anteriores.
Froté mis ojos, veía algo borroso, pero juro que leí en el pizarrón que: el hipopótamo es gay por herencia del camaleón, bueno, talvez no veía nada en absoluto, pero ¿qué tiene de malo haberme quedado dormido a media clase?, aparte de las más de mil respuestas validas que me pueden dar eso no quita el hecho de que mis ojos se negaban a resistir abiertos ante una clase tan aburrida como la de esa maestra.
--sí, maestra, pongo atención--Abostecé abriendo un libro sin mucho interés.
Ella con regla en mano negó enojada--a ver dígame ¿que acabo de decir?
Me maldije en la mente... Esto es culpa de Jonny, ayer domingo como a media noche regresamos de nuestro viaje luego de haber ido a ver la susodicha "boda", y el viaje fue, como ya anteriormente habia dicho ¡todo un fracaso!, iniciando porque, nos volvimos a perder, además de que el amotinamiento de turistas nos impidió el paso, sin olvidar que allí también había ladinos cantando el coro, odio a esos ladinos, por eso les di mis $5 dólares para que se alegraran y dejaran de cantar.
Así que no está de más decir que en este momento me encuentro agotado, con sueño y sin ganas de prestar ni la más mínima atención a la maestra, este es buen momento para decir que preferiría estar en casa en mi cama durmiendo plácidamente sin remordimientos.
Pensé vagamente--¿fue sobre un hipopótamo gay? --pregunté atascado en mis sueños impertinentes, todos empezaron a reírse, wow, mi somnolencia me hacía gracioso, estuviera orgulloso si eso mereciera un honor digno de contarle a mamá.
La maestra negó a la vez que señalaba hacia la puerta--¡salgase! --ordenó directa.
Abrí la boca--pero maestra, mi, yo--ella giró la vista lanzándome una mueca de repudio, primera vez que me pasaba esto, y no me está gustando.
--mal educado, irrespetuoso, canalla, a la escuela se viene a estudiar, ya salte, perezoso ¿qué esperas? --decían Lily y Tiffany a un lado entre susurros, obviamente lo hacían para enojarme y provocarme o más, para restregarme en la cara el placer de humillarme mas.
Les sonreí maniáticamente--- tienes un poco de cara en tu maquillaje --les dije malhumorado a ambas. Ya que ambas poseían una cantidad exorbitante del susodichas en sus mejillas.
Abrieron la boca pareciendo ofendidas, yo sabía que no lo hacían enserio, bueno, hasta donde mi limitada mente me hacía creer.
Salí del salón con las miradas encima de mi, el salón entero se sorprendió que a alguien con mi intelecto fuera considerado como un haragán, no estaba entre los más nerds del salón, pero mi posición con calificaciones mayores a 8 puntos, era algo que no quería perder por el momento.
