Capítulo 14: Propósitos.

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Un nuevo día llegó, Katherine salió como siempre de su casa al colegio de Cony y después a su trabajo. Cuando llegó pudo ver las nuevas flores que le habían enviado a su oficina, rosas rojas, sus favoritas, con una nota, "Para la mejor vendedora, que nos deslumbra cada día con su presencia", Kate sonrió, sin duda eran de Lucian, quien por cierto no había llegado, eso era algo raro en él, pero no olvidó su obsequio que ya lo distinguía.

Lucian se encontraba preparándolo todo para la fiesta de ese fin de semana, su amigo Marcus le sugirió que le pidiera de una buena vez a Kate que se casará con él, porque era más que obvio que lo traía perdido, siempre pensando en ella, no había plática alguna entre los dos que no saliera el tema de Katherine.

—No voy a pedírselo ahora, me rechazaría, necesito un poco más de tiempo ya te lo he dicho, Katherine no es el tipo de mujer que da el sí a la primera—le informó Lucian.

—Por lo que me cuentas, parece ser que aún no olvida a su ex ¿Qué pasará si llegará a perdonarlo? Todo lo que haz echo sería inútil—le comentó Marcus.

—Ella no lo perdonará, está demasiado herida para hacerlo—Lucian hablaba un poco nostálgico—Además, ¿que no me has visto? soy todo un galán—dijo divertido y riéndose.

Lucian había averiguado con sus contactos sobre la ruptura de Katherine y Frank, resultó que uno de los amigos de Marcus era hermano del abogado de Katherine, le había contado todo a Lucian por algo de dinero, eso le daba una gran ventaja para alejarla definitivamente de Frank, pues no repetiría lo que él hizo.

El más esperado fin de semana llegó, todos los empleados de Rubí asistieron con sus familias a la fiesta, Lucian era el más feliz por ver a Katherine, quién llevaba a Julia y a su pequeña Cony, la niña se veía contenta, pronto se mezcló con los otros niños, era un evento familiar, Julia para no hacer mal tercio se apartó de ellos.

—Luces más bella que de costumbre—Lucian podía ser muy galante.

Kate se limitó a un simple "Gracias", pero Lucian no era el único que esperaba algo más, Marcus, su amigo, al ver a Julia cuidando a Cony no perdió el tiempo, y fue hacia ella, él era un hombre atractivo, pelo rojizo castaño, ojos azul claro, pero a pesar de esto, podía ser igual de mujeriego, no estaba casado porque no era uno de sus planes, sino divertirse con las mujeres hermosas.

—Los niños son encantadores, me gustaría encontrar a la mujer ideal para que fuera la madre de mis hijos—.

Al ver las intenciones de Marcus, Julia le respondió de manera educada, pero dejándole en claro que no buscaba a ningún hombre.

—Mi esposo y yo planeamos tener un hijo, nos gustan los niños, son tan tiernos—.

— ¿Esposo? ¿Eres casada? Porque no lo pareces, y ¿Por qué no está él contigo?—le cuestionó al no ver a nadie que pudiera ser pareja de Julia, quizá solo estaba evitándolo.

—Él está en su trabajo—Julia fue un tanto cortante.

—Vaya, reconozco que tienes talento, pero aún no ha nacido la mujer que logre engañarme. Si fueras casada, él no se apartaría de ti, vamos, yo puedo llegar a ser muy irresistible cuando me conoces—le informó Marcus.

—Yo no quiero conocerlo, no me interesa conocerlo, ahora ¿podría retirarse? Gracias—habló molesta Julia, y dándole la espalda.

Marcus se retiró, pero esto hizo que ella le llamara la atención, siempre que era rechazado por una mujer, ella terminaba entre sus sábanas, y esta no sería una excepción, solo necesitaba un plan para lograrlo y ya tenía uno en mente.

Katherine se encontraba con Lucian, él la presentó como la chica que más color le daba a la oficina, esto hizo que ella se sintiera algo apenada con todos, y se sonrojó, pronto se escucharon una multitud de aplausos, se rifó una camioneta, que casualmente la ganó Kate, la fiesta fue todo un éxito, todos se divertían, y convivían como una verdadera familia. Kate se reunió nuevamente con Julia, quién seguía molesta, nunca antes se había sentido así, quería golpear a alguien.

Al llegar de vuelta a su casa, Julia le contó lo sucedido con Marcus, y le ofreció una disculpa a Kate por intentar acercarla a Lucian, pues había experimentado algo parecido, solo que ella no estaba molesta con su novio, pero logró entender lo fastidiosos que pueden llegar a ser algunos hombres.

—Marcus puede llegar a ser intolerable, pero no le hagas caso, es el mejor amigo de Lucian—le sugirió Kate.

—Pero Lucian no es así, ¡ese hombre realmente no tiene respeto con las mujeres! ¡Es un completo imbécil!—Julia no superaba su enojo encontrado.

A Kate le sorprendió lo molesta que estaba, era evidente, Julia tenía un carácter fuerte y firme, no era como ella, que en más de una ocasión sus sentimientos quedaron aplastados por palabras absurdas, y terminaron matándola en vida, estaba agradecida de tener a su Cony, pues ella era la fuerza que la impulsaba a salir adelante.

La noche se pasó rápidamente, Kate estaba tan cansada que se quedó completamente dormida, el sol se miró reflejado en la ventana de Kate, no pudo evitar desear dormir un poco más, lo mejor era que Cony tenía vacaciones y no la llevaría al colegio, tendría un tiempo extra para arreglarse, Cony se había levantado temprano, se le había hecho costumbre por el colegio, y Julia aún seguía dormida.

Lucian ya había salido para su oficina, él jamás se demoraba a no ser que fuera necesario, pasó a casa de Marcus por unos papeles, éste vestía una bata azul rey, y como siempre tenía a una chica en su cama.

—Tú no cambias—le dijo Lucian al ver a la chica semidesnuda.

—No claro que no, y pronto tendré otra nueva flor para mi colección—Marcus orgulloso de ser quien era.

Kate y Cony estaban terminando de desayunar cuando tocaron insistentemente a la puerta, eso le dio un poco de temor a Katherine, e hizo que Julia se despertara de su sueño.

— ¿Quién toca de esa manera? ¿Quiere tirar la puerta o qué?—salió Julia medio dormida.

—No tengo idea, ¡ya voy!—anunció Kate dirigiéndose a la puerta.

Era Frank, estaba tan agitado, parecía asustado, preocupado, parecía no poder controlarse, sus ojos tenían lágrimas, al verlo de esa manera Kate no pudo evitar preocuparse.

— ¡¿Frank que pasa?! ¡¿Por qué estas así?!—.

—Mi madre, mi mamá... se está muriendo—Frank no podía dejar de llorar—mi padre me llamó, dice que quiere despedirse de nosotros—estaba completamente deshecho.

Kate se sorprendió no podía creerlo, Sara estaba en sus últimos momentos, ella siempre la apreció como una madre, por eso no quiso despedirse cuando escapó.



El Último ViajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora