2

5.5K 245 1
                                    




Con uno fuera de combate esperaba que el otro fuera más sencillo, yo ya había matado strigoi antes pero eso no dejaba de lado el hecho de ser una "dhampir empírica" pues con año y medio lejos de la academia no había entrenado realmente y las técnicas que conocía se basaban más en teoría que leí alguna vez por ahí.

Tome la estaca en mi mano y fui por él, se encontraba totalmente desprevenido y asombrado por su "compañero", no tenía buena visión de su corazón así que me limite a adivinar, ya algo se me ocurriría en el proceso, dio un grito pero claro que no atine al corazón (en mi defensa debo aclarar que me encontraba bajo los efectos de una mordida) era uno joven eso me traía ventaja, volví a lanzarme sobre él pero me tomo por la muñeca – Maldita zorra vas a morir – la furia resplandecía en sus ojos, pensé en Lissa, yo no podía morir, lo golpee con mi mano libre y aprovechando su confusión jale para librarme, como pude y con la suerte de mi lado lo estaque pues a pesar de todo me aferre a mi única arma. Terminando me acerque al otro strigoi que seguía sacando cosas por su boca, me agache para terminarlo.

-       ¡Rose! – Lissa apareció en la esquina del callejón totalmente agitada

-       Lissa te dije que me esperaras en el 24hrs – estaba un poco molesta pero aliviada de verla bien – vámonos de aquí –

Caminamos lejos de callejón pensando que podríamos descansar al fin pero al dar una última vista al callejón me percate de tres hombres que entraban al callejón, reconocí esas ropas, eran guardianes... ahora sí los nervios comenzaban a torturarme y la mordida ya no tenía efecto (nuevamente gracias a mi especial sangre) mas había perdido cierta cantidad de sangre que me tenía débil

-       Lissa – la llame calmadamente o tanto como podía para controlar la situación – necesito que vayamos más rápido  -

-       ¿por qué? – aun así me hizo caso y comenzó a moverse aún mas

-       Tres guardianes están en el callejón – no falto más que eso para que apurara el paso

Faltaba poco para que llegáramos al edificio y mi plan era simple: llegar; tomar algunos cambios de ropa e irnos lejos, los tecnicismos los podría dejar para después. De pronto sentí a alguien detrás de nosotras no quise mirar pero jale más de Lissa, sin pensarlo dos veces la atraje en medio de dos pequeños edificios haciendo que al salir pasáramos por los estacionamientos, busque un coche que pudiéramos robar y pasara desapercibido en las calles mínimo hasta que tuviéramos oportunidad de dejarlo botado por ahí, vi uno perteneciente a un pervertido que siempre nos molestaba a Liss y a mí

-       Vamos a tomar "prestado" el coche de Damen – ella me miro sorprendida

-       No Rose, robar es un delito –

-       Liss solo será de aquí a unas calles de ahí lo dejaremos, él lo encontrara – las dos hablábamos bajo para evitar que alguien nos oyera – es esto o dejar que nos atrapen – Luces comenzaron a brillar alrededor de ambas esa era la señal de que habíamos sido atrapadas y todo por perder el tiempo en discusiones... pensé en modos de escapar pero solo se me ocurrió ocultar nuestras identificaciones y tarjetas susurre "hí abscondit"  dejando que las bolsas entraran en mi brazalete – Haz lo que te diga, entendido – asintió. Mire en todas las direcciones tratando de encontrar una salida pues solo eran tres guardianes... tres guardianes debidamente entrenados y capaces de derrotar a una legión de strigoi sin problemas y que no tendrían problemas en tomar a dos adolescentes de 17 años... sí Rose nada de que preocuparte...

Tome la mano de Lissa y la arrastre por el lado derecho donde había un parque infantil, lo hicimos lo más silencioso posible, a pesar de querer correr hay que saber cuándo actuar con cuidado y paciencia (algo carente en mi). Llegamos al parque completamente oscuro ya que los faros fallaban constantemente aquí, le indique a Liss avanzar al tobogán, ella entendió perfectamente pues su visión moroi era mucho mejor que la mía, entramos a la casita que muchas veces era ocupada por drogadictos, la zona en la que vivíamos era barata y un poco peligrosa, la elegimos porque nadie esperaría que dos princesas se metieran por esos lugares, guardamos silencio mientras pensaba

-¿Qué haremos Rose? – parecía preocupada "no puedes regresar, te volverán a hacer daño" sus pensamientos no ayudaban –

- lo sé Liss – su miedo comenzaba a preocuparme, temía que yo terminara muerta y hasta cierto punto yo también – escucha tal vez se cansen de buscar – intente darle ánimos, guarde silencio cuando escuche pasos cerca de nosotras... al diablo lo de ser cuidadosa, yo lucharía y lo haría hasta que fuera necesario – quédate aquí –

Estaba a punto de salir cuando escuche una voz muy masculina, de las que desearías que te susurren al oído, tenía un leve acento ¿ruso? Podría ser – Princesa Dragomir, Princesa Hathaway, mi nombre es Dimitri Belikov y las llevare de vuelta a la corte – sí, definitivamente era ruso "¿Rose que haremos?" la mire, esta vez no sabía qué hacer "¡perdón, si no te hubiera pedido ayudar a esa chica nada de esto hubiera pasado" sus pensamientos me martilleaban, quería decirte que se calmara pero yo misma estaba perdida ahorita

-       Vamos – dije – ¿aun puedes correr? – estaba pálida por el esfuerzo tambien hacía tres días desde la última vez que la alimente, asintió, yo sabía por nuestra conexión que no era cierto – mierda – podía escuchar a los guardianes andando por el parque – quédate cerca de mí, ¿entendido? – la forzaría un poco más, sabía que era egoísta pues la que tendría que haber escapado era yo, Lissa solo lo había hecho porque era mi amiga pero la que tenía problemas era yo. Salí a dar mi última batalla, encontré a una guardiana  buscando por los columpios – ¡oye!- grite atrayendo su atención, corri hacia ella, le di un puñetazo en el estómago haciéndola jadear, aproveche esto para darle una patada – ¡Liss vamos! – miro asustada al frente, voltee solo para sentir unos brazos que me presionaron - ¡suéltame! – otro guardián se acercó a Lissa, golpee a mi agresor haciendo que soltara y me acerque al que sostenía a mi amiga – suelta imbécil – dije y trate de darle un golpe pero no fue tan fácil como los otros, este tipo media casi dos metros y era mucho más fuerte, sin pensarlo me tomo del brazo y yo me jale como pude, otra vez, no fue suficiente

-       Princesa se hará daño, deténgase – estaba furiosa pero mis fuerzas estaban en números negativos y a través del vínculo sentí la resignación de Liss, me sentía derrotada y este tipo ruso no me soltaría, cerré los ojos esperando encontrar un modo de escapar. No veía cómo.

Academia de Vampiros - EL LIBRO OSCUROWo Geschichten leben. Entdecke jetzt