Rose/ you haven't seen the last of me

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Mi pecho saltaba violentamente, podía jurar que tenía sangre en la boca, no podía ver bien, mi cuerpo se agitaba, quería salir de ahí, quería todo menos seguir así, unas manos se colocaron en donde la bala había perforado, pronto los espasmos se detuvieron, cuando vi quien me curo, me levante corriendo pero entre más de cuatro personas me tumbaron de nuevo - ¡te voy a matar! - grite, Alistair le hizo señas a alguien, me amarraron durante todo el camino, quien fuera tenía su propio avión y su propia pista porque dudo que en un aeropuerto convencional les dejaran viajar con una chica manchada de sangre, vendada y amarrada, el viaje se me hizo eterno, había algo raro no podía entrar en la cabeza de Lissa, trate pero algo me lo impedía, comencé a desesperarme ella seguía viva, sentía su dolor pero ni siquiera tenía paso a sus pensamientos, grite desesperada, me colocaron algo en la muñeca mi cuerpo se paralizó, me tumbaron en una mesa fría, helada en realidad, sentí cuando quitaron los amarres, por fin pude ver, estaba en una habitación con una luz dándome directamente en el rostro, no podía ni parpadear
- quédate quieta - reconocí la voz, Richelle se asomó, enterró algo en mi estomago, el dolor me recorrió por todas partes, quería gritar pero no podía - espera... No puedes moverte - se burlo - veamos qué más puedo hacer - la cosa que me haya enterrado se movió por mis entrañas taladrándome, torturándome, quería que parara quería hacer algo sin embargo mis músculos estaban tiesos
- Richelle te divertirás con ella luego, es tiempo de trabajar - mis ojos seguían abiertos, como en un juego enfermo Isaac traía una videocámara - cierra los ojos - dijo - Richelle ayúdale, pobre de nuestra chica no puede sola - ella los cerró - sal de escena o arruinarás la toma -
- yo quería ser famosa - fingió pesar - yo grabo - alguien me arranco la blusa de golpe - esto llegara a la corte para que sepan lo que te espera ¡la digna ha muerto! - gritó entre risas, alguien se acercó otra vez, era Alistair para curarme de nuevo ¿este hombre no tenía límites? Me curo dos veces como si nada, Lissa ya estaría exhausta, me puso en pie y abrió mis ojos
- no vas a salir de aquí, nada de esto tiene sentido ¿por qué no me das el libro oscuro y todos contentos - Richelle se pasó delante de mí - entrégalo de la manera buena porque la mala - volvió a reír - te dolerá mucho - miro con molestia que no respondía, su pie impactó contra mi rostro - ¡contesta! - lo pensó - es verdad - se regaño a ella misma mientras me arrancaba la pulsera del brazo - me darás el libro -
- tendrás que matarme y ni así sabrás dónde está - dije riendo, podrían hacer lo que quisieran pero no me rendiría tan rápido, nunca lo haría. Por mi mente cruzaban los ojos de Lissa cuando Demir y Christian la alejaron de mi, la mirada de Dimitri al decir que nos iríamos juntos, yo tenía que salir de ahí, me levante aún aturdida, volvió a patearme en el vientre, caí de rodillas
- bien, la mala me gusta más - me amarraron las manos, mire a mi alrededor, había diez strigoi, cuatro dhampirs y siete morois, entre ellos Alistair, solo reconocí a este, Isaac y Richelle, no había modo de salir bien librada de esta si atacaba ahora, los strigoi tendrían que ir a alimentarse y aunque no me gustara esa sería mi oportunidad, los dhampirs y morois tenían armas, reconocí dos tipos en especial la Smith & Wesson MP9 y la Jericho 941 FS esto me presentaba desventaja pues yo no tenía ni una lima de uñas, me amarraron de nuevo en una sala como la anterior, había lámparas con luces blancas, el resto de la habitación parecía vacía, también está tenía una plancha, esta vez no me vendaron, Isaac y Richelle hablaban de algo que no podía escuchar la estúpida asentía, necesitaba planear cómo salir de ahí.
Pasaron dos días en los que no me dieron ni un poco de agua, mi garganta estaba seca, todo mi cuerpo se sentía pesado - así ya no eres tan temeraria - Isaac entro - Alistair no quiere que le entregues el libro, esa idea es solo de Richelle - se arrodilló a mi altura, mientras me daba agua - él y yo creo que todos los que apoyamos la causa queremos que trabajes con nosotros - me reí
-¿con ustedes o para Alistair? -
- con nosotros, puedes pensar que tú gobierno hace las cosas de modo correcto pero ¿has pensado en las personas que tu abuela ha pisoteado? -
- mi abuela hace lo mejor para su gente - dije segura
- ¿en serio? - comenzó a reírse de una manera que indicaba locura - lo mejor fue mandar a Tarasov a una mujer víctima de la locura de espíritu - me levanto el rostro por la quijada - ella no deseaba ese poder, ella cayó víctima de la locura y solo mato a un hombre que le quería arrancar a su hijo, ella murió atrapada en Tarasov, jamás le permitieron ver a su hijo - hablaba de él, su madre asesinó a su esposo y desde entonces la corte y St. Vladimir se hicieron cargo de él - ¿sabes mi desesperación cuando dijeron que ella se suicido? - me apretó más fuerte pero no deje que me intimidara - yo siendo como ella ¿crees que me esperaba algo distinto? -
- la corte te cuido por orden de mi abuela -
- me cuido... ¡Yo no necesitaba que me cuidaran ellos! ¡Yo necesitaba a mi madre! - me grito, el espíritu estaba afectándole más que a cualquiera
- ¡mi abuela solo hizo lo que correspondía! -
- ¡tu abuela solo se ha encargado de matar cobardemente a los que tenemos este poder ¿sabes cuántos usuarios de espíritu hay en Tarasov? - sabía que muchos eran enviados pero no antes de ser un peligro para su propia familia, decían que eran encerrados por el delito que cometieron y no por el espíritu, recuerdo que mi abuela estuvo durante un tiempo preocupada porque el consejo quería tomar medidas más drásticas con esos usuarios, pero al final mi abuela gano instaurando grupos de apoyo y de entrenamiento así como asegurarles medicación en caso de que la locura ganara, por supuesto no es tan común ver a un usuario de espíritu como lo es ver a los usuarios de tierra, agua, aire o fuego, por lo que los grupos son reducidos, cuando mi abuela decreto su apoyo, muchos dhampirs y morois que habían sido víctimas indirectas o directas de algún usuario se fueron en contra de ella, tuvo un atentado, las cosas se calmaron poco a poco y se aceptó, aún había extremistas, como el que tenía adelante
- supongo que tú te consideras mejor que mi abuela aunque me tengas amarrada y aunque hace un tiempo me torturaras - me burle
- hago lo necesario para que paguen - me soltó por fin, de una parada tiro la silla, salió dejándome sola
- mataría por unas donas de chocolate - suspire, trate de entrar otra vez a la cabeza de Liss pero nada, estaba triste pero sus pensamientos no me llegaban - ¡maldito vínculo! - dije molesta, deje que mi cabeza chocará con el suelo.
                                                        (...)
Después de dos días más en los que no había comido nada y solo me habían dado agua en tres ocaciones me di cuenta que las nauseas desaparecían durante unas horas, un periodo que no podía poner en números pero posiblemente me daba la posibilidad de escapar, esta vez me quede atenta concentrándome en las nauseas, cuando desaparecieron al fin queme las cuerdas, todo parecía sencillo, en mi cabeza al menos. Salí por la puerta sin armas, con poca fuerza y con mucha hambre, en una de las salas que pase tome un cuchillo y una FN Five - Seven que por suerte tenía carga, poca pero era algo - no deberías irte - esa voz... - princesa Hathaway si se marcha mi abuelo y mi hermana no estarán contentos - Liam... Claro me parecía conocido porque tenía las mismas facciones de Richelle, seguramente uno de los dos fue producto de una infidelidad pues ella era una dhampir y él un moroi - vamos a regresarte - me apunto con una pistola, pude notar que no la tomaba correctamente sonreí
- no pienso regresar - me lancé contra él, fue muy fácil vencerlo, pero mientras él estaba en el suelo me enterró un cuchillo en la pierna, me quite dando un grito ¡Debí ser más precavida! Alguien me tomó del cabello no reconocí al dhampir, ahora fue mi turno, le dispare, este cayó al suelo inmóvil ¡la fuerza de las FN!, Liam me disparo pero falló, mi pierna dolía como el demonio pero esta era mi única oportunidad, sino escapaba no me volverían a dejar tan fácil, en algún momento él se acercó a mí colocándose encima de mi
- estás buenísima - dijo mientras me tocaba - puedo aprovechar un poco y después regresarte - me apretó la pierna, solté un grito muy fuerte - veamos que tanto gritas - otra vez apretó, alcance la pistola y dispare sin importar dónde le diera, grito, cuando me puse en pie note porque las FN no eran de uso civil, el arma le atravesó por el costado dejando un hueco imposible, el problema es que esta belleza no tenía silenciador y como esperaba atrajo la atención de otros, agregando que solo me quedaba una bala llevaba las de perder.
- ¡maldita perra! - Richelle entro mirando el cuerpo de su hermano, yo estaba tirada sangrando - ¡vas a pagarme esta! - piso mi pierna, volví a gritar por más que mi orgullo me gritaba que me callara el dolor le ganaba - ¡maldita! - dos dhampirs más entraron acompañados de tres strigoi, ella me tomó del cabello arrastrándome por el suelo, le enterré las uñas en los brazos, me soltó solo para patearme en el suelo, forme una flama que le cubrió la pierna, mientras yo me alejaba arrastrándome porque los nervios de mi pierna no respondían uno de los strigoi me tomó del cuello azotando mi cabeza en la pared, mis ojos se cerraron.
Entre pequeños lapsos recobraba la conciencia solo para notar cómo me arrastraban habitación por habitación, en un momento intente golpear al strigoi que me arrastraba, fue en vano, atrás de nosotros venía otro le prendí fuego pero más de eso no pude hacer, me sentí impotente,  malditamente impotente. Cuando por fin se detuvieron note que estaba en una habitación sucia, esquinas las paredes parecían enmohecidas, no había ventanas, el suelo era blanco pero se notaba que no lo habían limpiado en mucho tiempo, había paneles decorativos (no le quitaban lo tétrico a la habitación), en la pared que quedaba delante de mi estaban incrustados ganchos de metal, como los que se utilizan para las eslingas, me aventaron al suelo con coraje - esta vez no te voy a curar - Alistair se agachó para observarme - mataste a mi nieto y por eso tu tiempo se acabo - levanto mi rostro apoyándose de mi cabello - solo escuchare tu respuesta una vez y de ello dependerá lo que suceda contigo querida nieta - señaló uno de los paneles - ahí está Richelle, le rompiste el corazón al matar a Liam, a mí también me duele - note que no era verdad - dos dhampirs la están deteniendo para que no entre a matarte - me miro fijamente - ¿te unirás a nosotros? - hizo mi cabeza hacia atrás
- ¡no! - dije lo más fuerte que pude, asintió con una sonrisa en el rostro
- ¿me darás el libro oscuro y las almas que tienes? - Dimitri tenía el brazalete y aunque pudiera hacerlo jamás entregaría mi herencia, nunca la cedería como si no fuera nada
- yo soy la digna, es mi herencia y como se lo dije a la perra de tu nieta ¡tendrás que matarme maldito hijo de puta! - sonrío
- tienes más agallas que muchas personas que conozco pero de nada te servirán - me soltó poniéndose de pie e indicándole a los strigoi que me sostuvieran en cuanto intente moverme - no te has dado cuenta que yo tengo el control, incluso muchos de los que ahora están consolando a Sophia por la muerte de la princesa están de mi lado, muchos morois y dhampirs saben lo que tramo y me apoyan porque quieren ver caer al clan de las amazonas -
- deben ser unos idiotas si te apoyan aún sabiendo que trabajas con strigoi - uno de los aludidos me pateó -
- vamos, no sean así que esta damita es una princesa - fingió reprenderlos estos comenzaron a reír - mi trato con ellos es claro, no volveremos a cazarlos si ellos solo matan humanos, están más que dispuestos pues les daré a los morois y dhampirs que como tú no piensen ceder -
- cuál perros entrenados - dije burlándome, me gane otro golpe pero que más daba podrían matarme pero jamás me verían suplicar
- eres una nieta muy grosera - suspiro - ya diste tu respuesta y yo me retiraré para que mi nieta se pueda divertir contigo. Salió por el panel dando paso a Richelle, estaba furiosa conmigo, en sus manos traía un látigo de cadena, me quede quieta mirándola con altanería, lanzó el primer golpe a la cara, me ardió descomunalmente, sentí el líquido rojo rodar por mi mejilla
- mataste a mi hermano y ahora yo te haré pagar - sonrío - ¿recuerdas aquella vez que te secuestramos? te encadenamos a gran altura... Antes de que te metieran en esa caja tu cuerpo estaba inerte, sufriste mucho - fingió lastima - eso fue nada comparado con lo que sufrirás ahora, te torturare hasta que desees la muerte pero no lo permitiré - lance una bola de fuego a su brazo, grito fuerte mientras la apagaba
- entonces hazlo - dije adolorida, me reí - y yo pensando que carecías de sentimientos y ahora le lloras a tu medio hermano -
- como tú le lloraste a tus tíos - levante la vista sin mostrar lo mucho que me afectaba - uno cayó del tercer piso - puso un dedo en su barbilla como si pensara la muy zorra - a la otra la ahogaron en su bañera - se me acercó - Janine me mostró los informes, tú estabas sentada al lado de un mueble con una mordida en el cuello como la puta de sangre que eres - sonreí
- y ahora yo maté a tu hermano ¿viste el hueco? - sonreí - a que ya no lo pueden curar - fingí tristeza - y también lo haré con tu abuelo hasta terminar contigo -
- no estás en posición de hablar - volvió a utilizar el látigo pero lo detuve con mi mano, no es necesario decir que me costó un buen corte en la Palma y lo mucho que dolió - aún te puedo quitar a más personas, tu abuela; Mikha; la loca de Karp; Lissa... Vasilisa Dragomir; Dimka - lo pensó - bueno a él no pero también está Jani... No tampoco - la mire con curiosidad
- no me digas que aún los quieres... Después de engañarlos - negó con el dedo índice, se agachó a mi altura
- vamos Rose... Hasta tú debes ser más inteligente que esto - se rió - llegue a  la vida de Janine cuando tenía trece años y a la de Dimitri cuando tenía catorce - comenzó a hacer cuentas con sus dedos solo para joderme pero entendí hacia dónde iba - me marché a los veintiuno de ahí... Catorce, quince, dieciséis, diecisiete, dieciocho, diecinueve, veinte, veintiuno - contó con los dedos otra vez pero en voz alta - siete casi ocho años con ellos ¿crees que los engañe? - claro que lo hizo, yo metería las manos al fuego por Dimitri e incluso por Janine, ella no fue una madre conmigo pero conozco la lealtad con la que trabaja - dime una cosa ¿qué se siente cogerte al hombre que yo me cogi antes que tú? - sonrío
- maravilloso, sobre todo porque lo que no sintió contigo lo sintió conmigo - sonreí
- bueno eso no lo sé, por algo sigo con él - sonrío, mi rostro flaqueó un poco sin embargo recobre la compostura muy rápido
- sigue inventando lo que quieras, jamás creeré tus mentiras -
- ya veo eres estúpida como imaginaba - sonrío pasando un dedo por mi herida abierta - ¿crees que adivinamos tus pasos sin ayuda? Que estabas viva; tu viaje a Stirling y tu parada en Rusia, no somos magos Rose - yo le dije a Liam que iba a Irlanda no a Rusia, los únicos que lo sabíamos éramos aquellos que íbamos en el viaje, Mikha, Sonya, mi abuela, Janine y el viejo... No, no y no, no iba a caer tan bajo, no iba a dudar de mi camarada por nada del mundo, no lo haría - bueno si no me crees puedo comprobarlo - la mire buscando atisbos de mentira pero se veía tan confiada que comencé a dudar
- deja de mentir - dije bajo, me golpeó el rostro nuevamente, con una patada más terminó su cesión del día.
(...)
Richelle regresó acompañada de strigoi a darme palizas todos los días pero no mencionó nada sobre Dimitri o Janine yo sabía que mentía, en una de las ocaciones en que ingresó me cubrió los ojos, alguien la acompañaba, veía sombras con ella - el paquete llego a la corte como pediste - era una voz fuerte e imponente que me parecía reconocida pero yo la escuchaba como un eco lejano pues a causa de los golpes mi oído estaba muy mal - gracias mi amor - mi corazón salto - ¿fuiste precavido? - no hablo pero imagine que asintió, esa voz me estaba confundiendo
- todos en la corte van a realizar una ceremonia en su honor hoy - otra voz, esta era de una mujer - pensé que intentarían buscar más pero no han movido ni un dedo, todos están seguros de su muerte - una risa se escapó de ella, quería saber quién era porque también me sonaba conocida.
- esta dhampir ya no nos sirve, aún sin el libro si ella muere no tendrán oportunidad ese día, aún así he visto lo que puede hacer y lo quiero para mí. Isaac se irá con mi abuelo de momento y nosotros nos quedaremos un poco más con ella, quiero el libro como un trofeo y su cabeza como pago por lo que le hizo a Liam -
- Roza no será un problema para nosotros ¿qué quieres hacer? - ¿Roza? ¿Me llamo Roza? Esa voz conflictiva no, no, no había modo de que fuera así, no era posible, comencé a mover las cadenas intentando liberarme
- obligarla a ceder el libro hasta que muera - se acercó a mí, con una patada me saco el aire - lo que suceda primero me da igual - a buena hora deje de escuchar de manera correcta, me estaba confundiendo, no era Dimitri, no lo era,
- ¿cómo quieres obligarla? - la mujer hablo, mi mente me llevó a Janine - la conocemos bien, no es fácil de convencer - se burlo - se parece a mí - otra burla
- Janine... - dije seria - ¿me estás jodiendo Richelle? ¡No hay modo en que me trague ese cuento! - sentí un corte en el rostro - no sé qué truco estés haciendo pero no son ellos - Me aferré
- me corrijo... no te pareces a mi, eres muy ingenua - dijo la mujer, sentí unas manos en mi cara, me arrancaron la venda. Mi corazón se detuvo por unos instantes, frente a mi Dimitri y Janine acompañaban a Richelle
- Roza, entreguemos el libro y así todo será más fácil - lo mire sin poder hablar - puede que así no sufras tanto - sus ojos decían que lo hiciera, Janine miraba a otro lado exasperada - por favor - tomo mi rostro tratando de no hacer daño, le escupí en la cara - ¿por qué no puedes hacer las cosas sencillas? - se alejó de mí
- ¡váyanse al diablo todos! ¡Malditos mentirosos! - patalee y me galonee a pesar de lastimarme yo misma con las cadenas - ¡cuando me libré los haré pagar! - Janine se acercó a mí con el mismo paralizador, me aventó agua y lo paso lentamente por mi cuello, grite
- debe entregar el libro por las buenas o por las malas, mátenla si es necesario y usen su imaginación para que sepa quién manda - Richelle se alejó de nosotros observando la escena pero no sin antes darle un beso a Dimitri, este le respondió con pasión. En una parte de mi mente albergaba la esperanza de que solo lo hicieran para liberarme pero como siempre la parte racional decía que no era posible.
- te preguntaré una vez ¿entregaras el libro oscuro? - la mire
- ¡vete al cuerno! - paso el paralizador encima de mi. Grite, me arrancaron la topa, sentí como cortaban en mi pierna, parecía un cuchillo con dientes pero sin filo, me retorcí del dolor entre gritos, Dimitri se detuvo, mis lagrimas limpiaban la sangre de mi rostro que ardía, Janine me golpeó el rostro con el mismo paralizador. Richelle fumaba desde el otro lado, se acercó solo para apagarlo en mi piel, trate de formar una ráfaga de viento pero mi energía no era suficiente, lo intente con todos los elementos, lo máximo que conseguí fue mojar a Janine.
- Roza cede el libro - mis lágrimas caían pero no lo haría, sostenía mis palabras y lo haría hasta la muerte
- ¡no! ¡Mátame si quieres pero no lo cederé jamás! - volvió a pasar el mismo cuchillo pero ahora en mi brazo
- lo haré hasta que digas que cederás el libro o hasta que te arranque el brazo - lo dijo serio, de la manera en que se comportaba en su trabajo. Comenzó a cortar, mi brazo me dolía y ardía con cada movimiento, grite más fuerte, me retorcí del dolor pero nadie se inmutó, sentí como el corte pasaba la piel, el músculo, no sabía hasta donde podía llegar pero me estaba matando
- la ceremonia va a empezar y nosotros debemos estar presentes Dimitri... Nadie debe sospechar - salieron los dos, dejándome con Richelle, comenzó a quemarme con el cigarro, pero era lo que menos daño causaba, no podía dejar de llorar
- ¡cuánta sangre! - dijo fingiendo horror - te dejaré descansar, después de tu funeral volverán contigo - se burlo - ¿qué decías? Aaah sí, que yo los engañe... Ellos sólo fingieron para atraerte a mi, Dimitri te encontró y Janine se acercó a ti después de no verte como una hija durante años ¿no pensaste? - me corto el estomago sin profundizar - jamás pensé que fueras tan estúpida - salió dejándome sola, comencé a gritar y a llorar desesperada. No solo me mintieron sino que me estaban haciendo daño y no parecía importarles. Dimitri me dolía más que nada, yo estaba enamorada como una niña tonta y él solo estaba trabajando para Richelle, intente liberarme pero no podía, las heridas eran profundas y muy dolorosas, no era capaz ni de mover la mano izquierda y las piernas sangraban en la misma situación, incluso caía sangre por mi rostro, me nublaba la vista. Deseaba morir para no tener que soportar esto
                                                              (...)
- te llevaré a todos mis lugares favoritos en Rusia - Dimitri me tenía en sus brazos, parecía contento, sonreía recordando su lugar de nacimiento, podía sentir su aroma, su piel... Era él - veras que es el lugar más maravilloso del mundo - sonrío
- va a ser genial, un viaje de placer y no uno donde tengamos que cuidarnos las espaldas - le dije mientras lo besaba, jamás me cansaría de eso - hay tanto que hacer aún - luces molestas aparecieron en mi campo visual, algo no estaba bien, me sentí triste
- ¿sucede algo? - no quería hacerlo sentir mal, negué - Segura - sentí escalofríos
- tengo frío - me tape acurrucándome más con él, las luces no me permitieron seguir viendo, eran muy altas, casi sentía que quemaban - y esas luces son molestas - lo abrace cubriendo mi rostro con su pecho, lo apreté como si se pudiera marchar en ese momento y yo no quería que lo hiciera
- ¿qué luces? - ¿él no las veía? Pero si eran demasiado altas ¿dónde las había visto antes? - ¿Roza? - ¿dónde estaba? Esas luces... Esas luces no me permitían ver claramente a Dimitri  - ¡Roza! - de pronto lo entendí con nostalgia, yo no estaba con Dimitri, yo estaba en un lugar distinto y Dimitri ni siquiera me amaba, él dijo que yo no le hacía bien ni él a mi, me dejo por Tasha, ya no le importaba, comencé a llorar
- ¿esto? ¿Solo es un sueño verdad? - le dije, el desaparecería cuando yo abriera los ojos él no estaría conmigo, se movió desesperado, quito las sabanas, no entendí que estaba mal aparte de que él no me quisiera
- ¡Roza! -
-¿qué pasa Dimitri? - me asusto, no contesto -¿Dimitri? - salió de la cama corriendo
- ¡ayuda! ¡Rose está herida! - yo no estaba herida, salió corriendo, espere a que viniera de nuevo pero no lo hacía
- ¿camarada? - dije llorando - ven por mi, esto no está bien ¿camarada? - me levante a buscarlo - Dimitri te necesito - seguí avanzando - ¡Dimitri! No me dejes sola, tengo frío y mucho miedo - las luces seguían fastidiándome ¿dónde estaba? Las luces se apagaron, no había nada a mi alrededor, solo sombras molestando, observándome desde la distancia - Dimitri ven por mí por favor - avance al frente - ¿Dimitri? - parecían horas las que llevaba sola, una puerta se extendió ante mi, entre por ella, era mi habitación en la corte, estaba sola, había cajas pero no podía tocarlas, avance hasta la cama, no la sentía
- ¿de verdad te has ido? - Dimitri hablo, lo busque con la mirada pero no lograba encontrarlo, yo quería verlo, me desesperaba no poder, escuchar su voz
- Dimitri aquí estoy -
-¿tengo que decirte adiós? - al fin lo vi en la habitación ¿él no me quiere? ¿Si no es así porque llora?
- Dimitri tú me dejaste ¿de qué hablas? Yo te amo, escúchame -
- ¡porque si es así no puedo y tú no tienes derecho a irte de mi lado así! ¡No tienes derecho a terminar con nosotros Rose! - yo no lo termine ¿qué?
- ¡Dimitri escúchame te amo! - grite con desesperación pero no conseguí que me escuchara - ¿dimitri? - seguí llorando, me acerqué, pero mis manos no sintieron su tacto, grite cerca de él pero no me respondió jamás
- ¡aunque sea una vez dime que se terminó, dime qué tengo que aprender a vivir sin ti! ¡Dime que no vas a regresar! ¡pero quiero escucharlo de ti! -
- ¡no se ha terminado! No puede acabar Dimitri te amo - mi cabeza dio un click a la situación, él no hablaba de nosotros por terminar esta relación, hablaba porque no estaba con ellos, pero ¿dónde estaba? Tenía que decirle que me buscara
- Dimitri búscame por favor, sigo aquí - no me escuchó, la desesperación se apoderó de mí, me acerqué a mi reproductor de música, lo sentí tan real - sigo aquí Dimitri - dije mientras veía mi playlist seleccione "you haven't seen the last of me" de Cher porque aún faltaba mucho, aún tenían que suceder millones de cosas antes de verme caer, mi vida no se acabaría así, yo regresaría con ellos - ¿ves? Sigo aquí - le dije cuando se acercó volví a sentir su piel contra la mía, sonrío con melancolía - entonces dime dónde encontrarte - no lo sabía, puse mi mano en su mejilla pero desapareció de mi mundo dejándome entre las sombras otra vez. ¿Por qué?
(...)
El agua fría me despertó, Richelle había regresado, quería volver a dormir, lo deseaba, había algo en ese sueño que no podía recordar ¿de qué iba? No lo recordaba pero lo deseaba, temblé por el agua congelada que me recorría - llevas mucho aquí ¿cuánto más piensas soportar? - no conteste, pasó un paralizador por mi brazo, hice todo para no gritar, mi cuerpo quedó temblando - ¿eres algún tipo de masoquista? - me cruzo el rostro con otra patada - Janine entro, Dimitri venía atrás
- Richelle, Víctor y Tasha te esperan con Alistair - me miro - nosotros seguiremos con el plan como estaba marcado, este lugar ya no será necesario. Esta asintió
- bien, inténtenlo un poco más debe de cederlo... De todos modos mátenla si no cede de aquí a tres días más - salió de ahí
- vamos Roza ¿acaso no quieres salir de aquí? - negué con la cabeza, no podía hablar.
Sentía que llevaba años encerrada, ellos hablaban de un plan pero yo no era capas de escuchar. La tortura siguió el mismo patrón: golpes, juegos con el paralizado, cortes en la piel. Al final no podía moverme, había partes donde no sentía dolor de ningún tipo, otras donde preferiría arrancarlas porque me carcomían por dentro, ni siquiera la cabeza me funcionaba.
- vamos, tenemos que hacernos cargo de eso - dijo Janine
- tienes razón, el lapso de tiempo para Rose está a punto de acabar, después de eso tenemos que... Cumplir con las órdenes - se acercó a mí - lo siento Roza pero tú lo quisiste así, me besó.
Después de un tiempo esperaba morir ya, no me sentía ni bien ni mal, mi cuerpo tenía cierta sensación de sopor, nada estaba mal... ¿Dónde estaba? Ya no importaba. Mis manos no respondían ni mis piernas. Escuche un ruido delante de mí pero no me moví, alguien gritó... A lo lejos alguien llamó.

Academia de Vampiros - EL LIBRO OSCUROWhere stories live. Discover now