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Entre las cosas que me causaban un conflicto estaba el viajar con Dimitri, mi cabeza daba vueltas entre mi yo cobarde que decir 'no vuelvas a intentarlo porque volverás a sufrir' y mi yo valiente que decía 'arriésgate, si lo amas de verdad esos problemas solo los harán más fuertes' pero vamos, ahorita tenía muchas cosas en la cabeza, lo mejor era dormir y pensar en eso luego, eso me dije cuando llegue a mi habitación después de la fiesta pero ahora me encontraba en un lugar oscuro que sabía era obra de Alistair - ¡sal de una vez, sé que esto es un sueño espiritual! - grite, para mí suerte apareció en poco tiempo y no sólo, a su lado estaba Richelle y Stefan
- Rose me da gusto saber que me esperas pero aún así estoy enojado contigo, arruinaste mi búsqueda del alma de Lubiana ¿es justo? Yo la busque y ahora te la quedas tú... - suspiro - es por eso que un intercambio me parece bien - miro a Richelle - entréga el libro oscuro a mi nieta y yo te daré algo que amas -
- jamás te lo daré, tendrás que matarme y sabes que si yo muero el libro se va conmigo -
- cierto pero yo tengo algo que amas ¿estás dispuesta a perderlo? - la curiosidad se extendió en mi rostro eso lo hizo sonreír pues sabía que me tenía - veamos qué harás ¿recuerdas tu herida? - volvió a sonreír - claro que sí, te tuvo en cama durante semanas - le hizo señas a Stefan, este se movió desapareciendo de mi vista, me puse en guardia esperando que me atacará de nuevo - última vez... Entrega el libro - Richelle dio un paso hacia mi -
- jamás - estaba seria esperando el ataque. Suspiro exasperado
- ¿Roza? - Dimitri apareció en una esquina, Stefan lo interceptó golpeándolo en la cabeza, él cayó al suelo inconsciente. Mis ojos saltaron ante la sorpresa
- tus heridas fueron reales ¿no? Ahora veamos qué sucede con el guardián Belikov - Richelle se acercó a él también, corrí hacia mi camarada pero una pared me impedía el paso, grite, la golpee pero nada funcionaba - tú me robaste el alma de Lubiana y yo te robo al amor de tu vida -
-¡aléjense de él! - no me hicieron caso, Stefan lo volteó y entre él y Richelle comenzaron a acuchillarlo, yo gritaba pero más no podía hacer, mis lágrimas caían sin parar, sentí que la vida se me iba en ese mismo instante, escuche los jadeos de Dimitri al morir, al poco tiempo todo quedó en silencio - ¡te voy a encontrar y te voy a matar de la manera más cruel y salvaje que pueda! - su risa fue lo último que oí al despertar, las lágrimas caían sin parar, mi corazón seguía saltando - Dimitri... Dimitri... Dimitri... - repetía sin parar, salí de la cama corriendo, sin pensar abrí la puerta de su habitación y salte a su cama, el abrió los ojos sorprendido, yo lo revise con desesperación
- ¿Roza? ¿Qué tienes? - lo abrace con fuerza mientras seguía llorando, no me importó contenerme para no parecer débil, él me devolvió el abrazo - tranquila mi amor, todo está bien - no pude contestar solo quería mantenerlo a mi lado como si soltarlo un segundo significará perderlo para siempre, si iba a estar lejos de mi no me opondría pero lo quería vivo sin importar que, mis lagrimas no paraban y los sollozos tampoco - por favor Roza dime qué pasa - negué con la cabeza, él me tumbo en la cama y me abrazó con fuerza contra su pecho
- estás vivo - dije con la voz destrozada - mi amor estás vivo - me pegue más a él, no podía creer el dolor tan fuerte que sentí al verlo tirado y el alivio de verlo vivo hacía que mi pecho doliera
- claro que sí, aquí estoy contigo -
- te amo Dimitri, te amo con todo mi corazón - al fin los sollozos cedían pero las lágrimas seguían, me alce hasta poder besarlo, me respondió con amor
- yo también te amo Roza - secó mis lágrimas con sus dedos - quédate conmigo hoy ¿sí? - asentí - vamos a dormir - me negué
- no quiero dormir - me miro con una de esas sonrisas que amaba
- de acuerdo entonces no dormiremos ¿te parece? - asentí como niña pequeña - ¿quieres decirme que pasó?
- no quiero hablar de eso - al fin deje de llorar
- está bien - suspiro mientras me ponía su brazo encima de la cintura - hoy te veías realmente hermosa ¿lo sabes? - seguía sonriendo
- me lo dijiste unas diez veces - escondí mi rostro en su pecho - o más - una risa suave brotó de él
- es imposible no decirlo - me besó la cabeza - Roza lo que pasó con Tasha estuvo mal pero mi intención fue solo ser agradable con ella y sobre lo que te dijo... Nada de eso pasó - me subió a él - ni pasara nunca porque yo solo puedo estar contigo - volvió a sonreír - te amo y lo repetiré las veces que sea necesario para que te lo grabes de por vida - sonreí contenta de verlo vivo, de escucharlo decirme todo eso, lo bese de nuevo - ¿quieres volver a estar conmigo y hacer que esta vez sea para siempre? -
- ¡claro que sí! - él se sentó en la cama sin bajarme a mi, acaricio mi cabello -pero dime que Tasha es la última ex novia loca que tienes - dije con un puchero haciendo que él comenzará a reír fuerte, fingió pensar
- no lo sé, no recuerdo - ahora yo me reí
- ¡mentiroso! - le dije jugando
- ¿qué? Es verdad ya no recuerdo a nadie - me miro a los ojos - yo solo puedo pensar en un chica muy guapa de cabello y ojos oscuros, una piel suave - me besó cerca del hombro - un cuerpo sexy - colocó las manos en mis pechos deslizándolas hasta mi cintura - una mujer única que me enloquece de todas las maneras posibles e imposibles - deslizó el tirante de mi ropa para dormir, dando pequeños besos - esa mujer es la única que vive en mi mente -
- debe ser hermosa - dije con como si hablara de alguien más - seguro un sueño -
- a veces yo creo que lo es - me dio un beso rápido en los labios - sobre todo cuando entra a mi cuarto vestida de esta manera - traía puesto un blusón de sartén muy corto para dormir, de color rosa con negro, un regalo de Lissa en realidad, con pequeños bordados en él área del pecho y un escote en v (juro que mi intención no era venir a su cuarto, esto fue solo casualidad), deslizó sus manos por mis piernas - definitivamente debe ser un sueño uno demasiado sensual, iré al infierno por imaginar a alguien así - sonreí
- tienes una imaginación muy sucia camarada - dije mientras me sacaba la prenda -
- y tú solo la perturbas más - me besó con pasión
- me complace contribuir -
(...)
Salimos de la corte el domingo, tres de enero, después de que la familia de Dimitri se marchara, la familia Ivashkov se iría dos días después y mis amigos regresarían ese mismo día a St. Vladimir, baje lista para despedirme, vi a Adrian y a Christian platicar contentos en un lado, Lissa los acompañaba, me dio curiosidad pero no verifique nada por el vínculo, pensé que no era importante, Dimitri estaba platicando con Mikhail, Sonya me vio y sonrío, alguien me tomó del brazo, Ibrahim Mazur
- ¿qué pasa viejo? -
-me encargue de conseguirles hospedaje y transporte- sonreía por ser parte del equipo... - antes de moverte a otro lugar avísame para poder conseguir un nuevo lugar, la casa ya está protegida - miro a Dimitri
- hay habitaciones suficientes para que tengas tu propio espacio - rodé los ojos
- Rose - Janine estaba a mi lado ahora, situación incómoda - ten cuidado y por nada del mundo te expongas a peligros innecesarios, recuerda ser responsable y no actúes antes y pienses después - lastima, esa era mi naturaleza, asentí
- no se preocupen, yo estaré bien, siempre es así - sonreí, Ibrahim le hizo
señas a Dimitri - por favor no- le advertí pero pasó de mi
- guardián Belikov, quiero advertirle que la seguridad de mi hija está en sus manos y que si algo le sucede a ella yo... -
- tú no harás nada- dije seria - porque no serás capaz de matar o dañar a alguien a quien amo, jamás - sonreí con superioridad - ¿o sí papá? - abrió los ojos al escucharme llamarlo así, a mí también me causó un escalofrío
- Ibrahim no hará nada Rose - miro a Dimitri - pero yo también te lo pido, te conozco hace muchos años, confió en ti así que por favor no permitas que se meta en problemas -
- vamos que me cuide sola durante casi dos años, esto será sencillo - abrace a ambos en un extraño impulso pero cuando abrace a Janine... - te quiero mamá - ok... Mis impulsos estaban extraños en este momento, la solté y me despedí del resto.
Llegamos a nuestra primera parada, el aeropuerto de Londres - Heathrow a las nueve de la mañana y aún faltaban seis horas para llegar a Stirling, seis horas que haríamos en auto, en otras condiciones disfrutaría el paisaje verde y hermoso pero estar en un avión tanto tiempo... Qué horror, contrario a mi Lissa iba muy contenta, por primera vez note que bloqueaba el vínculo pero sus emociones eran fuertes, en un pequeño desliz entre a su cabeza y por fin lo comprendí - ¡Vasilisa Dragomir! - le grite, Dimitri me tomó la mano - no puedo creer que me lo hayas ocultado y ¿por qué toman decisiones sin mi? -
- mire a Dimitri y a Lissa, Scarlet parecía confundida - rayos ¿en serio? ¿Adrian y Christian? - Scarlet se sorprendió y Dimitri ya lo sabia
- no pasara nada Roza, somos tres guardianes podremos cuidar de ellos - bien tenía un punto por considerarme una guardiana, me senté molesta, su presencia no me causaba problemas pero eran más vidas en peligro - ¿estás muy enojada? - negué con la cabeza, seguí viendo por la ventana - ¿deberíamos detenernos a comer algo? - me preguntó, ese era golpe bajo, yo no podía hacerle el feo a la comida, lo mire asintiendo, los tres comenzaron a reír
- es una suerte que entrenes Rose porque si no - Lissa hizo un ademán inflando sus cachetes, le saque la lengua.
Después de esa parada llegamos a las cinco de la tarde a la casa que Abe alquilo, era grande y muy bonita - ¡Christian! - Lissa saltó a sus brazos y este la recibió entre besos y abrazos, Adrian se asomó por la puerta saludándonos con la mano
- tal vez sea buena manera para tener a Liss entretenida con su novio, así no querrá acompañarme -
- piensas en voz alta pequeña dhampir - dijo Adrian, lo mire distraída y sonreí. Por dentro había mucho espacio, los muebles, las paredes... Todo combinaba de manera linda, había cuatro habitaciones, cada una tenía baño propio, dos de ellas contaban con camas matrimoniales y las otras dos tenían camas individuales (dos en cada habitación) Lissa corrió a elegir la suya, habitación que compartiría con Christian y de paso elegir la mía con Dimitri, en su mente note que había olvidado el motivo de nuestro viaje a Escocia, mi camarada solo sonreía.
- ¿cuál es el plan? - Dimitri me pregunto mientras estábamos sentados en un sillón
- mañana iremos a buscar el alma de Madeleine, está en un bosque a unas dos horas, la sacare del lugar donde se encuentra y la protegeré - le oculte el pequeño detalle de que pensaba irrumpir en una casona donde Alistair tenía una base e intentaría robarle los pergaminos que tenía y que me faltaban en mi rompecabezas - después de eso descansaremos, tú y Scarlet me harán un favor - me miraron con curiosidad, enviarlo con Scarlet no era mi mejor idea pero se supone que tenía que confiar en él, a demás necesitaba quedarme sin guardianes a la vista - necesito que vayan a esta dirección- le extendí un papel que los llevaría a un bar, pregunten por un hombre llamado Matt y cuando lo encuentres dale esto - un sobre con dinero, ese hombre era un traficante de armas que conocí con Lissa, era un cliente del restaurant, solía dejarme buenas propinas, a lo que se dedicaba lo descubrimos por suerte - les dará unas cosas, recíbelas y no le preguntes nada, en cuanto terminen regresan aquí, iría yo pero estoy segura de que pegarías un grito si lo hago -
- Rose... ¿Tienes negocios con Matt? - Lissa sonrío preocupada -¿qué tienes en mente? -
- su protección y la mía - lo pensé - a demás es casualidad yo le pedí algún contacto aquí y él dijo que estaba trabajando en estas zonas -
- me gustaría saber que me dará porque suena muy sospechoso - Scarlet hablo
- bueno si les digo se negaran, por cierto no los enviaría si no supiera que es algo fácil y que no corren peligro pero procuren mantener la calma y actuar como Matt les indique, no hagan nada que él no diga y verán que todo terminará pronto -
- diles a que van, es mejor - lo pensé, tal vez sí era mejor
- de acuerdo pero primero deben prometer que lo harán - los dos asintieron, justo cuando les iba a contar tocaron, pensé que podría ser el arrendador pero en su lugar apareció una chica rubia con ojos cafés, aunque en la luz que atravesaba por las ventanas se tornaban de un tono claro muy bonito, tendría mi edad, reconocí el tatuaje que tenía en la mejilla, era una alquimista. Detrás de ella un hombre moreno y alto miraba al rededor en busca de peligros, Dimitri estaba a mi lado con una mano en la estaca, yo tenía las manos calientes en caso de necesitarlo, ese hombre era un dhampir - princesa Hathaway - hizo una leve reverencia - me llamo Demir, el señor Ibrahim Mazur nos envía para servirle en lo que necesite - el hombre tendría la edad de Dimitri y una actitud igual de solemne
- Abe los manda ¿por qué mando a una alquimista? - la mire, les hice señas para entrar, ella parecía incomoda cuando notó que había tres morois y ahora cuatro dhampirs en la habitación - ¿cómo te llamas? -

Academia de Vampiros - EL LIBRO OSCUROWhere stories live. Discover now