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Me costó mucho librarme de las preguntas de Mikhail y Dimitri, confiar en ellos era lo correcto pero aun necesitaba pensar en lo que veía en esa imagen, mi abuelo con Alistair, bueno tal vez me estaba confundiendo, en la foto parecían jóvenes, entre unos 28, poco más o menos, los dos sonreían, tenia que estar en un error, mi abuelo no podría ser amigo de Alistair, tenia que ser alguien más. Lissa me había dejado un vestido en la entrada de mi habitación 'ponte este vestido' decía la notita pegada en el protector, ya hacia dos días desde que encontré la foto y aun no podía pensar claramente, tal vez en la corte, entre las cosas que mi abuela guardaba de él podría encontrar algo, algo que me dijera que estaba loca y que mi abuelo no conocía a ese hombre y mucho menos que eran amigos, me di una ducha rápida pues eran las 6:00 am y Dimitri dijo que vendría a buscarme a las siete, era sábado aunque no lo sentía así dadas las vacaciones, bajo el agua me puse a considerar opciones pero ninguna me convencía, una parte de mi, la racional, decía que era Alistair pues a pesar de los años que ahora tenia sus rasgos eran los mismos, la parte que amaba a su abuelo decía que era imposible. Me distraje cuando me puse el vestido, yo no era el tipo de chica que muere por la ropa, realmente no suelo preocuparme por esos detalles, me basta con verme bien pero hoy deseaba lucir bonita para una sola persona: Dimitri. Sabía que la mayoría de los chicos me consideraban guapa y más que eso, teniendo una figura deseable y un rostro muy agradable a la vista no tenía dudas del efecto que causaba en los hombres pero me era indiferente, hasta hoy. Quería que Dimitri se congelara al verme y tenía grandes probabilidades de que sucediera porque Lissa eligió un vestido negro, la parte delantera no tenía escote, era liso con un cruce Delgado en la espalda dejando gran parte de ella al descubierto, ceñido al cuerpo pero un poco suelto de abajo, era corto pero sin ser vulgar, definitivamente me veía bien, me arregle el cabello haciendo que cayera en suaves rizos y con un maquillaje simple me sentía satisfecha. Cuando tocaron la puerta ya sabía quién era, abrí deseando que le gustara como me veía no porque realmente necesitará su aprobación sino por el simple hecho de saber que le gustaba -¿lista? - dijo mientras miraba hacia el bosque, de pronto se quedó mirándome mientras yo me sonrojaba porque mi novio me recorría con la mirada ¡lo conseguí! - te ves muy... - parecía pensar en su respuesta - no hay palabra para describirte - sonreí
- dado que se te van los ojos camarada creo que no es necesaria la palabra que me describe - sonreí coqueta, me besó con ternura, no podía creer que mi corazón se disparara de ese modo con un simple beso ¿en qué me estaba metiendo? - y que se supone que haremos ¿por qué tanto misterio? - ya conocía los detalles de la fiesta porque Lissa estaba tan emocionada que todo me golpeaba a través del vínculo aunque intentará bloquearlo. Sonreí
- es una sorpresa - hice un puchero
- no me gustan las sorpresas - una suave risa brotó de él
- bueno Lissa hizo todo esto así que espero que la disfrutes - dijo mientras seguía mirándome - sigo pensando que es una locura que estés enamorada de mi - lo mire curiosa
- ¿por qué lo dices? -
- te veo tan hermosa, decidida, alegre y de muchas maneras más que me pregunto cómo pasó - era bueno. Yo también me preguntaba cómo terminamos enamorados, digo éramos diferentes pero a la vez compartíamos tanto, simplemente era un sueño... ¿Yo pensé eso? En serio estaba enamorada
- no me importa cómo pasó, me importa que pasó y lo feliz que me hace camarada - se detuvo dándome otro beso cuando termino lo abrace - te amo -
- yo también te amo -
Entramos a la sala que Lissa aparto para mi fiesta, fingí sorpresa mientras ella se emocionaba por mi reacción, era tan fácil hacer feliz a mi amiga, no había muchos invitados solo estábamos Mase, Eddie, Jill, Sonya, Mikha, Christian, Lissa, Dimitri y yo, era más una cena que una fiesta pero me agradaba estar rodeada de las personas que me importaban, note que en una esquina Scarlet miraba, le sonreí y ella me respondió con una sonrisa muy fingida, supongo que el tema de Dimitri no le era indiferente. Me divertí mucho, la música era elección de Lissa al cien por ciento pero que más daba, ya entrada nuestra noche Lissa me dijo que iría por unas cosas y volvía, se llevó a Christian con ella, Mikha se acercó - bueno Rose, ya que estás bien quiero darte algo -
- ¿un regalo? - sonreí como niña pequeña - a que sí - Scarlet estaba observando y aunque no estaba de guardia esa noche se mantenía alejada, mi camarada estaba conmigo sonriendo al verme tan emocionada
- claro que sí - saco un estuche delgado y negro, en letras doradas se leía GRAFF diamonds, cuando lo abrí me sorprendí, era un collar de diamantes con pequeños rubíes dando la ilusión de ser pequeñas flores, en la parte central se formaba una gota con otro rubí en el centro era hermoso - ¿te gusta? -
- ¡claro que sí! - lo abrace, cerré la caja - muchas gracias Mikha - sonreí
- solo lo mejor para mi hermanita - después se alejó con Sonya que no dejaba de ver a Dimitri confundida
- vuelvo en un momento - ni siquiera espero a que contestara cuando ya había salido de la habitación. Me senté a platicar con Jill, hablaba hasta por los codos pero era agradable 'Rose' Lissa me llamó por el vínculo, me disculpe con Jill mientras salía a la puerta 'mira' parecía molesta, entre en su mente, estaba observando a Dimitri que platicaba con Scarlet, era bueno que Lissa tuviera un excelente oído '¿viste el regalo que le dio Mikhail?' Note el tono de burla '¿tú puedes darle algo así?' Eso me molestó bastante, Lissa tenía a Dimitri casi de frente pero él estaba tan distraído que no lo noto 'apuesto a que tirará cualquier cosa que le des' se rió con desdén 'eso es algo que no te importa' Dimitri traía su máscara de guardián pero su voz lo delataba, era pesar 'Dimitri ella es de otro nivel, uno al que jamás llegaremos, piensa en la baratija que le compraste que seguro te costó gran parte de tu sueldo y piensa en lo que le dio Mikhail, ni ahorrando toda tu vida serás capaz de pagar ese tipo de regalos' volvió a reír 'eres un pobre diablo Dimitri y ni ella ni su familia te tomarán en serio' Dimitri se dio la vuelta y camino de regreso al salón, yo me salí por otro lado para interceptar a la perra esa, cuando pasó a mi lado la tome del brazo
- Rosemarie - dijo sorprendida, le sonreí amargamente, ni siquiera lo pensé dos veces, le solté un golpe en el rostro
- te lo voy a advertir una vez nada más, deja de hablar sobre lo que no sabes, deja de meterte con Dimitri y deja de comportarte como una perra - estaba sorprendida y furiosa - vuelves a hablar sobre la relación que tengo con él de esa manera y te juro ¡te juro que te mato! - en realidad no me importaba lo que dijera sobre nuestra relación, lo que me dolió fue ver a Dimitri así
- no miento, para ti él es solo un pasatiempo o crees que me trago el cuento de la parejita feliz - sonrío - Dimitri sería feliz conmigo, con alguien que no lo rebaje como tú, con alguien con quien comparta la vida sin sentirse inferior -
- dulces palabras para quien lo llama pobre diablo - si ella estaba furiosa yo más - ya estas advertida y créeme que yo no me ando con rodeos - se soltó de mi agarre y se fue por otro lado, regrese a la habitación donde ya se encontraban todos. A pesar de mis intentos Dimitri parecía regresar a su pose de 'soy tu guardián y nada más' Me sentí feliz cuando cada quien tomó su rumbo.
Dimitri me acompañó a mi habitación sin hablar, cuando llegamos a la puerta le hice un ademán para que entrara, se lo pensó pero al final entro - estoy enojada contigo - dije en parte como broma pero otra parte era real
- ¿por qué? - lo mire indignada
- cuando estaba internada dijiste que me habías comprado algo y aún no lo veo - mire a otro lado - ¿no será que se lo diste a alguien más? - quería jugar con él hacerlo reír pero no funcionó
- Rose he pensado las cosas y creo que no deberíamos seguir con esto - evitó mi mirada y mi corazón se congeló ante sus palabras
- ¿lo pensaste antes o después de decir que me amabas? - no quite mi mirada de la suya aunque me doliera - porque si fue antes entonces eres un maldito mentiroso y si fue después eres un imbecil - ni siquiera era consciente de las lágrimas que salían de mis ojos
- Rose esto no es correcto hay cosas que simplemente no pueden ser -
- ¿qué no pueden ser? Y ¿por qué? ¿Porque una estúpida te dijo que no eres nadie para mi? - no debí decir eso, él no sabía que yo había visto eso pero que más daba, me miro sorprendido
- aunque no quiera ella tiene razón, jamás estaré a tu altura, piensa en la posición en la que quedaría tu familia si las demás familias se enteran de tu relación con un guardián personal, hijo de una mujer proveniente de una comunidad dhampir, no puedo estar a tu nivel - lo decía tan serio, quería ver más allá pero su máscara de guardián no me dejaba. Me enfurecí
- tienes razón Dimitri pero no por las cosas que piensas - apreté los dientes - me da gusto que tomes esta decisión así me evitas la pena - por fin sus emociones salieron a flote, estaba destrozado por lo que acababa de decir - me evitas la pena de entregarle mi corazón a un cobarde que no es capaz de luchar ni un poco por mi, de alguien que a la primera que ve una situación difícil flaquea, gracias por evitarme esto aunque hubiese sido mejor que lo hubieses hecho antes de que te amara, eres un idiota - mi voz se corto pero solo para tomar fuerza y estallar - ¡eres un idiota! - le grite
- eres joven, encontrarás a alguien que te merezca - su tono calmado me estaba matando
- ¡tienes razón encontraré a alguien y te olvidare muy rápido! - las lágrimas salían con la misma potencia de mi voz - ¡te odio! - abrió los ojos tanto como podía, no sé si por las palabras o por mi tono
- tú no me odias - dijo alzando un poco más la voz - ¡no puedes odiarme!-
- ¿y qué quieres que te siga amando después de esto, después de que me dejas solo por las palabras de una perra como Scarlet? ¡Ahora lárgate! - en cuanto dije eso su mirada cambio era un torbellino de emociones confusas entre irse o quedarse - pero te lo advierto Dimitri si pones un pie fuera de esta habitación se acabó para siempre y no pienses que se solucionara - hable calmada.
- no soy un cobarde - dijo bajo mientras yo tenía la mirada hacia el suelo - ¡no soy un cobarde! - me abrazó y beso con fuerza, yo quería rechazarlo pero por descontado que sabía que no sería así, le respondí el beso con la misma fuerza mientras me cargaba, enrede mis piernas en torno a su cintura, una sensación de alivio me invadió, no iba a perderlo, no iba a permitir que nadie se metiera entre nosotros, si algún día se acababa sería porque el amor lo hizo no antes, no por terceros, sus labios se posaron en mi cuello mientras mi respiración se agitaba me bajo y me miro de mil maneras distintas pero todas llevaban a una sola frase, una sola frase que decía te amo, me separe de él solo para desabrochar mi vestido, podría tener el autocontrol de un dios pero cosas como esta no se programan, se dan cuando es tiempo y sin importar lo poco que lleváramos saliendo este era el momento, el vestido resbaló por mi cuerpo dejándome libre para él, me miro con amor, pasión, locura, todo eso y más. Su ropa y el resto de la mía salieron para dejar que nos entregáramos el uno al otro. Sus besos eran todo lo que deseaba y mientras estuviera con él lo demás no me importaba, nuestros cuerpos ardían mientras se movían en perfecta sincronía, no me imaginaba esto con nadie más porque no había nadie más con quien pudiera sentirme plena, lo entendí en ese momento porque yo jamás lo busque, jamas busque el amor pero llego y se sentía bien - te amo Roza - dijo a mi oído mientras seguía moviéndose sobre mi, no era necesario que yo contestara porque mi mirada decía todo lo que podía decirle. Lo amaba y, sabía, sería para siempre.

Academia de Vampiros - EL LIBRO OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora