II. "Adicción"

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Y así fue como deje que las lágrimas corrieran, una tras otra. Sin tener intención de parar. Seque las lágrimas moviendo la cabeza contra la almohada. Me dirigí hasta el baño y vi mi reflejo contra el espejo. Asco. Sentí asco conmigo misma. La chica que se reflejada en aquel espejo no era yo. No me parecía en nada a ella. Yo no lloraba, ni mucho menos por un chico. ¿Tendría que hacerlo? ¿Esta sería la excepción?

Suspire, esto era una mierda, yo era una mierda.

Salí del baño y rebusque en mi mesita de noche mi cajetilla de cigarrillos y un encendedor, encendí un cigarro y lo fume rápidamente. Y así fue como fume uno tras otro, sin parar.

Tendría que comprar más cigarrillos si quería sobrevivir a esta noche.

Fue en ese entonces cuando tocaron la puerta, seque mis lágrimas con el dorso de mi mano, teniendo perfectamente en claro que correría todo mi maquillaje con esta acción, no me importo y corrí al comedor, para encontrarme con mis mejores amigas ya dentro de mi casa.

¿Cómo han entrado? pregunte a duras penas.

Jay iba saliendo. dice Des. Oh linda, ¿Qué ha pasado? se acerca rápidamente a mí y me abraza, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello. Lloro contra este.

Es un imbécil, Des. ¿Qué mierda hice mal para que el apareciera justo cuando todo parecía volver a la normalidad?

Porque él pertenece a esa normalidad, nena. Lo sabes perfectamente, no puedes y no quieres tener una vida sin Harry, quizá por eso es que el universo quiso volver a juntarte con él. Tal vez esto es una señal.

¡¿Una señal de que mierda, Des?! ¡¿Estas demente?!

Solo te digo lo que pienso y veo. Ahora que has vuelto a hablar con nosotras deberías intentar hablar con los chicos, y hablarle a... él.

No. Es un no rotundo. suspire. ¿Y ustedes que miran? ¿No dirán nada? miro en dirección de Cheryl y Kate, quienes parecen ni siquiera a inmutarse en pronunciar palabra alguna, ya que aquí la que manda es Destiny. Pff, era obvio.

Estoy de acuerdo con Destiny, Abigail. dice Cheryl, quien parece que se está terminando por aburrir con este tema, no la culpo, yo también estoy empezando a hacerlo.

Yo también. la sigue Kate.

Oh, genial. Simplemente genial. ironice.

Solo pensamos en tu puto bien, Abi, ¿Cuánto te cuesta entender? dice Destiny, luego toma asiento.

¿Qué mierda tengo que entender? No hay nada que entender.

Hay demasiadas cosas que tienes que entender, Abigail. Pero tú no luchas por entenderlas, es más, no haces ni el mínimo esfuerzo.

Agh, si vinieron hasta aquí para decirme toda esta mierda, pueden retirarse—digo, al borde de la desesperación.

No obtenía el apoyo de nadie, y había esperado tener el apoyo aunque sea de mis mejores amigas, pero ni eso obtuve.

Me haces tanta falta, mamá.

Eres tan malditamente terca, gilipollas. Yo me voy, con permiso. Cheryl hace ademan de levantarse, pero Destiny la detiene.

No vas a ningún lado, imbécil. Y cuida esa boca. Eres una insolente de mierda y mal educada.

Tú eres igual así que no abras tu maldita boca. contesta Cheryl, volviendo a su posición anterior.

Me harían un gran favor si se van, lo digo en serio. levanto ambos pulgares en forma de afirmación, lo que más quisiera en este momento es estar sola.

Abi, te estamos diciendo esto por tu...

¡No te atrevas a decir que es por mi bien, maldita sea!

¡Es que así es!

Me detengo a pensar, no obstante, esto no dura ni un milímetro de segundo. En acto de reflejo me levanto del sofá, yendo directamente hacia la puerta.

Retírense, ahora.

Abi...

¡Largo de mi casa, joder! grito, sin ánimos.

El trío parece ya no tener ganas de protestar, ya que me hacen caso, saliendo una tras la otra de mi casa. Cierro la puerta de un portazo y subo las escaleras hasta mi habitación, me tiro al suelo y reviso debajo de mi cama, buscando la gran caja donde guardo lo que yo llamo 'mi liberación'.

Sonrió, al ver que lo he encontrado.

Marihuana.

Una pequeña bolsa contiene marihuana dentro, junto con las demás que contienen cocaína, éxtasis y todas esas mierdas.

Me siento orgullosa conmigo misma al saber que se controlarme y que no me la he acabado en cuanto la he recibido.

En momentos como estos, es cuando más me hacía falta mi madre. Ella es la única capaz de reemplazar el alcohol y las drogas. Mi madre era todo lo que yo tenía, y mi familia, claro está. Mi madre era la clase de madre-mejor amiga, es una de esas madres en las que siempre puedes confiar, y que nunca te fallara. Pero ella no estaba, y a veces creía que su trabajo era más importante que sus hijos. Mis padres eran personas muy ocupadas, con trabajos difíciles y vidas difíciles, y no los culpaba si no se preocupaban de nosotros, además, éramos bastante grandes como para hacer las cosas por nuestra cuenta.

Y justo cuando llego el porro hacia mis labios, tocan a mi puerta.

Enana, ¿puedo pasar? Jay asoma su cabeza por mi puerta, bufo frustrada y asiento, recostándome en mi cama.

Sí, que sea rápido. ordene.

¿Te ibas a fumar un porro sin mí?

Y a ti que mierda te importa. vi cómo se encaminaba directamente a mi mesita de noche, pero fui más rápida y tome el porro entre mis dedos-Ni se te ocurra, idiota. Es mío, tú tienes tu parte.

Oh vamos, sabes que ya no me queda. se quejó, pateando el suelo.

Pues que pena. dije encendiendo el porro, dándole largas caladas.

Eres una egoísta. refunfuña, y siento como su voz se hace cada vez más lejana.

Si no quieres morirte de la envidia, fuera de aquí. a duras penas me río entre dientes.

Por suerte decide hacerme caso y se va, haciendo que así, me pierda en mi mundo de soledad, donde los únicos protagonistas soy yo y mi adicción a las drogas.

Quizá, como siempre iba a hacer.

My Exboyfriend » hs (en edición)Where stories live. Discover now