My Exboyfriend » hs (en edición)

XI. "Malditamente loco"

Mi madre sigue mirándonos por minutos que parecen horas. Me doy cuenta que el paño que sostenía en sus manos ha caído al suelo y en todo el momento que pasa en el umbral de la puerta observa a Harry. Estoy segura que se cuestiona si realmente es él o no.

—Mamá—digo nerviosa saliendo del regazo de Harry—¿Qué no tocas?

Me mira con cara de no poder creerlo. Vuelve su mirada a Harry, ignorándome.

—Harry, cariño... no esperaba verte aquí y... así—dice, refiriéndose al chico que no tiene puesta su camisa.

—Señora Wilson—Harry se pasa una mano por el cabello incomodo—No se preocupe, yo ya me iba.

Logro ver su camisa al final de mi habitación y me encamino a buscarla rápidamente. Se la ofrezco y no tarda en ponérsela.

—Rebecca, cariño, solo Rebecca—susurra y me mira—Podrías quedarte a desayudar, no hay problema.

—¡No! Mamá, Harry tiene cosas importantes que hacer, ¿no es así? —asiente intimidado—Espérame abajo, en un momento voy.

Echa una última mirada a Harry y a mí, y se va.

Fulmino con la mirada a Harry. Suspira aliviado y vuelve a sentarse en la cama.

—¿Eres idiota? ¡Esto es tú culpa! —exclamo, y deseo poder tener algo en las manos para golpearlo.

—No seas paranoica. No es para tanto, se lo ha tomado mejor de lo que esperaba.

—Imbécil. Vete ya de aquí si no quieres que te eche a patadas.

—No te enfades—me toma de la cintura y hace un leve puchero—¿Vengo por ti más tarde como acordamos?

—Harry...

—Vamos, ya hablamos de esto—se cabrea.

—Bien. Ven por mí. Llama a Louis, ¿sí?

Asiente y me besa.

Se escabulle por la ventana de mi habitación y desaparece.

Suspiro. Preparándome mentalmente para lo que viene.

Bajo a desayunar como me lo ha pedido mamá. Me siento en mi respectivo lugar y comienzo a comer. Siento la mirada de todos en mí, lo cual decido ignorar. Miro de reojo a Jay, quien no ha comido nada. Suspiro por milésima vez.

—Madre, saldré esta noche.

—¿Con Harry? —observo a mi padre hablar incrédula.

—¿Qué? ¡Mamá! —la regaño, dándome cuenta que le ha contado todo.

—Merecen saberlo, Abigail.

¿Merecen?

—Ah claro—ironizo—No es algo tan importante, de todos modos.

—¿Crees que encontrándolos a ambos semidesnudos en tu habitación no es importante?

—¡Argh!

Me levanto de la mesa frustrada sin siquiera pedir permiso. Me encamino a mi habitación y comienzo a vestirme rápidamente. Tomo mi bolso y hecho todo lo necesario para esta noche.

—Abi.

Observo a Jay, que se apoya en la entrada de mi puerta.

—Deja de joder.

—¿Por qué no me dijiste que volviste con Harry?

—¡No volví con él! ¡Dios, que frustrante! —exclamo—Y aunque hubiésemos vuelto, no serias la primera persona en saberlo.