XLV. "Jay"

932 45 2
                                    

—No estoy inválida, Louis, puedo caminar—hable, en la quinta vez que Louis iba a mi lado sujetándome, con miedo a que pueda caerme.

—Solo que... te duele el estómago todavía y, digo, no quiero que te hagas daño.

—Ya llegue a casa, estupido. Estoy a salvo.

Entre a casa y el silencio me tranquilizo. Mis padres no estaban, tenían que solucionar algunas cosas, mientras yo volvía a mi hogar junto a Louis y a Zayn.

Me senté cuidadosamente en la mesilla de la cocina. Quería comer algo, no tenía hambre, pero aún así, quería quitarme el sabor agrío que la comida del hospital había dejado en mi lengua.

—Pensé en hacerte, ya sabes, tu comida favorita—Zayn se acerca y me tiende un plato. Un trozo de pizza.

—¿Por qué diablos me tratan con tanta delicadeza? No me romperé en mil pedazos si me dicen algo que duela.

—Solo... queremos que estés bien.

—Lo estoy.

No lo estaba. Pero no lo admitiría. Solo quería olvidar, y tratar de seguir con mi vida.

—Tengo que irme—Louis se levanto de su lugar, mientras guardaba su celular en el bolsillo delantero de su pantalón—Pero... no te libraras de la jodida enorme bienvenida que te haré. ¡Y beberemos mucho!

Reímos, mientras se despide. Levanto mi mano hacía él viéndolo salir. En cuanto termine mi comida, Zayn carraspeó. El silencio entre ambos me hizo olvidar que él seguía aquí. Levanto mi mirada encontrándome con la suya.

—¿Qué?—arqueo una ceja, frunciendo mis labios.

—A mi no puedes mentirme, Abi.

—No quiero hablar, Zayn.

—Vale—suspira, resignado, me sorprendo cuando toma mi mano—Pero yo estoy aquí, siempre. Y sabes que puedes contarme lo que sea.

—Zayn...

—Te digo esto como tu amigo—aclara—Después de todo esto... no quiero que mis sentimientos destruyan nuestra amistad.

—Eso no pasará.

—No solías pensar eso antes.

—Lo sé—me acerco a él y lo abrazo, algo insegura. No había tenido la valentía de poder hacerlo antes—Pero he aprendido a valorar lo que tengo. Y no quiero perder a otra persona que amo.

—Me alegra escucharlo—nos miramos nuevamente. Mientras él sigue acariciando mi mano.


                                  (...)


—¿Cheryl?—es lo primero que digo cuando la puerta se abre, y mi amiga castaña me observa.

—Hola—se limita a decir. Le indico con mi cabeza que entre a la casa, e insegura lo hace.

—Creí que vendrían mañana.

—Preferí venir sola, tú... ya sabes.

—Claro—le contesto mientras me dirijo al sofá, con ella siguiéndome. Me siento con cuidado y me giro a mirarla—Tienen que arreglar las cosas con Des. Es una estupidez.

—Para mi no lo es. Realmente me hirió con todo lo que me dijo, es como si toda nuestra amistad hubiera sido una mentira.

—Estaba ebria. No es como si supiera lo que estaba diciendo.

Me mira con sus ojos cristalinos y se acerca a abrazarme, no dudo ni un segundo en envolver mis brazos alrededor de ella. Cheryl era una chica muy dulce, buena, delicada, todo la lastimaba y era por eso que no me sorprendía que estuviese tan afectada.

My Exboyfriend » hs (en edición)Where stories live. Discover now