Capítulo 12 : Búhos

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- Bien, ahora elijan el suyo. - Concluyó el joven soberano de Nekoma después de una larga explicación.

- Woah! Son muchos! - Exclamó Kuroo. Frente a él, una gran manada de felinos de diferentes colores, formas y tamaños se relajaba bajo el abrasador sol. Lev y Kuroo podían distinguir algunos felinos similares a los que ya conocían, cómo gatos, leopardos, tigres, jaguares, panteras... Y un león.

- Allí, allí, Lev! Es el león albino que nos atacó antes! - Le señaló a su compañero en un susurro.

- Aquí se reunen algunos, pero la mayoría están rondando constantemente por todos los territorios del reino, les damos comida y una parte de los nuestros se encarga de cuidarlos.

- ¿Entoncés sólo elejimos alguno?

- Bueno, no es tan simple cómo suena, los Gatos tenemos que establecer un vínculo con el familiar, pero esa es una característica única de nuestra raza, cómo ustedes no nacieron precisamente aquí no sé si funcionara. Eso también trae problemas. Verán, los familiares no atacan a los Gatos, pero no tendrían ningún problema en atacar a otros y quizás ustedes no entren en la categoría...

- Ese nos atacó antes! - Gritó Kuroo señalando a el gran león albino que reposaba en el lomo de un tigre dorado.

- Ohh, ese, supongo que no nos dice nada porque es el león más agresivo que ví jamás. No le hace caso a los demás gatos y si bien no los lastima, no parece muy contento cuando alguién lo molesta y aveces persigue a algunos por pura diversión. - Explicó Yaku mientras se le escapaba un largo suspiro.

- ¿Porqué sigue aquí? ¿No hacen nada para calmarlos o algo por el estilo? - Preguntó Kuroo, curioso.

- Tenémos una técnica a la que llamamos "Anillo de Fuego" que es muy útil en esos casos, los encerramos en un circulo de fuego que gira continuamente. La mayoría intenta salir un par de veces, pero luego se rinden y se vuelven un poco más mansos; pero éste núnca para de intentar salir y tiene una fuerza increíble para resistirse, nadie aún consigue domarlo, hasta yo lo intente.

- Ya veo, ¿podemos ir a verlos más de cerca?

- Sí, intenten no molestar al león.

Kuroo se adelantó valientemente a las inmensas criaturas, que no parecían inmutarse de su presencia, Lev le seguía, visiblemente emocionado. Los estudiaron cautelosamente hasta que uno llamó la atención de Kuroo. Era una pantera negra, a él le divertía que combinara con su nombre*. Había algo en la forma de moverse de aquel animal que parecía estar atrayendolo con cada parpadeó. Su más relevante característica era sin duda su brillante par de ojos rojizos, que le daban una apariencia hostil y algo terrorífica.

Kuroo sonrió y señaló a la criatura.

- Me gusta éste - Aclaró. Yaku se acercó a su lado.

- Es bastante buena, es una hembra de 12 días.

"¿12 días? ". Lev estába a punto de preguntarle cómo podría crecer tanto en sólo 12 días cuándo recordó que allí los días parecían ser muy lentos y las horas muy rápidas, por ilógico que suene. Al parecer Kuroo ya lo había captado porque no parecía sorprendido.

- ¿Que tengo que hacer ahora? - Preguntó acercándose un poco más al animal.

- Ponte en donde te vea, aunque suene raro son un poco ciegos, pero tienen unos sentidos extremadamente desarrollados. Acercate lo más que puedas de frente a su cara.

Kuroo siguió las indicaciones. Se encontraba a sólo centímetros de la boca de la bestia, podría tragarselo sin mucho esfuerzo.

- Bien, ahora tienes que mostrarle respeto. Arrodillate.

INCANDESCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora