Capitulo 1

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Holaaaa Personas bueno les dejo el primer capítulo de Como Yo Nadie Te Ha Amado no es mía es una web que estaba en el foro la guarde hace mucho, así que espero les guste😉😉

La media noche llegó como todo los días... Días iguales, días de rutina, días dificiles de cambiar porque aquella era la realidad... Una cruda y a la vez fresca que invadía cada segundo de su vida, una vida putrida, asquerosa, repleta de pecados y frustraciones, una vida que no deseaba ni para la peor persona del mundo. Los autos iban y venian como cada noche, autos de hombres en busca de compañía, solteros y casados que buscaban en la calle lo que sus esposas no podían o no querían darles, hombres feos y bonitos, flacos y gordos, altos y bajos, de todos los tamaños, sabores y olores... olores que se quedaban aferrados a la piel atormentando la conciencia, recordando manos que tocaban, labios que besaban, chupaban y mordían; miembros erguidos que entraban y salian sin contemplaciones, palabras morbosas, "sucias"... Sucia se sentía noche tras noches después de que el marido perfecto de alguna dama intachable salía de su cama dejando los billetes por el pago de sus "servicios" y de paso aunque ellos no lo supieran, dejaban también la verguenza flotando en el ambiente de la decadente y frustrante soledad de una prostituta.
 
Dulce aspiró suavemente el aire impregnado de humedad por la lluvia, el olor a asfalto mojado sedujo todos sus sentidos enviandola tan solo unos segundos fuera de aquel lugar, abrió los ojos lentamente y fingió una sonrisa a una de las mujeres que se "parqueaba" en el anden de enfrente... Era una mujer alta de cabellos rubios hasta la cintura, plataformas rojas, leggins azules y un brasier de lentejuelas rojas eran el atuendo de aquella "dama" de 45 años, algo vieja pero no por ello los hombres dejaban de "comprarla", y justamente en ese momento un auto, exactamente un mazda algo viejo se detuvo frente a la mujer, unos segundos después ella se subió muy campante y al instante se vio partir el destartalado automovil perdiendose a lo lejos. La noche iba a ser larga, había llovido y aquellos días eran flojos para el trabajo, si no conseguía clientes en la calle seguramente tendría que trasladarse a algun bar cercano o en su defecto al "cielo" (burdel) y levantarse algo para reunir lo del diario. Se pasó una mano por  la peluca color castaño que le llegaba apenas hasta los hombros, se sentía cansada, agotada, debil, sucia. Apretó con fuerza el bolso de brillantes mostacillas que sostenía en la mano izquierda mientras las lagrimas forzaban por salir de sus ojos, empujadas por el intenso dolor que manaba cada poro de su cuerpo, pero como todas las veces que sentía ganas de llorar, no lo hizo; Tomó aire y dejó que todo se guardara en lo más profundo de su ser donde no la lastimara más. Dos autos pasaron velozmente y uno de ellos le llamó la atención, del color del mar, aquel se detuvo frente a ella, la ventanilla oscura se deslizo despacio y una cabeza rubia con lentes se asomó con una radiante sonrisa...
 
----------: ¿Cuánto cobras bonita?
Dulce: $30.000, más la propina que me quieras dejar lindo.
----------: Súbete entonces
 
Dulce dudó, ese era el momento en que la preocupación colmaba sus pensamientos, no sabía quién era él, podía ser un desquiciado enfermo que le hiciera daño, pero en aquel trabajo no había opciones, se tenía que vivir el día a día sin importar el mañana. Le dirigió una sonrisa fingida que podía pasar por la más sincera, rodeó el auto y se subió en el asiento del copiloto admirando el interior como lo hacía siempre, se trataba de costumbres y ella estaba más que acostumbrada, todo era igual todas las noches, perfectos monologos trabajados día tras día.
 
----------: ¿Cómo te llamas?.
Dulce: (lo miró suspicaz) Marcela... ¿Y tú?.
----------: Cristian.
Dulce: Lindo nombre.
Cristian: Gracias.
 
"Bien" Ahora había que esperar dos minutos, luego hacer un comentario sobre el clima, acto seguido venía el tema de a donde iban y por último una pequeña charla sobre gustos y obviamente el pago de ellos, Dulce iba a empezar a hablar cuando se detuvieron frente a una cafetería 24 horas...
 
Dulce: No hago servicio público. :cara_bocacerrada:
Cristian: No lo haras, tomaremos un café :cara_burlon:
Dulce: (sacudió la cabeza) Lo siento pero los 30 que te cobré cubren una hora, mi tiempo vale y supongo que no querras que te cobré de más por la tomada de café.
Cristian: (se quitó los lentes) Pagaré lo que sea necesario y el tiempo que sea necesario siempre y cuando me acompañes a tomar un café.
 
Dulce se quedó totalmente confundida, ni siquiera sintió cuando el se bajó del auto y le abrió la puerta...
 
Cristian: ¿Entonces...vienes?.
Dulce: (paso saliva) sí.
Cristian: Ok Entonces vamos.
 
Dulce se bajó con una extraña sensación de curiosidad, no tenía miedo a decir verdad pero si ansiedad, una que le carcomia las entrañas, cruzaron la puerta de cristal y se sentaron en una mesa un poco alejada, al instante una camarera de avanzada edad se acercó y les dejó dos menus sobre la mesa y no sin antes dirigirle una reprimida mirada a Dulce se marchó.

Como Yo Nadie Te Ha Amado Where stories live. Discover now