Nuestra Propia Historia de Amor MBL [1era TEMPORADA] [TERMINADA]

Capitulo Trece

La tarde paso entre las risas y el parloteo de tres chicas donde una vez más parecía que intentaban arreglar el mundo en una conversación. Marinette, Alya y Alix se juntaban cada dos viernes en la casa de alguna para salir, ver alguna película o a veces solo hablar de la vida, cosa que les permitía afiatar aún más su amistad. Cuando oscureció decidieron que ya era tiempo de partir y Alix junto a Marinette caminaron unas cuadras rumbo sus casas para luego separarse. La azabache nunca se sentía insegura al caminar por las calles de su barrio porque además nunca estaba sola, conocía el lugar desde que era una niña y también a la mayoría de la gente que vivía ahí. Al llegar sus padres estaban por cerrar la panadería porque habían quedado de cenar en casa de una amiga de su mamá.

- Marinette ¿segura que estarás bien? –pregunto Sabine a su hija— Si quieres puedes acompañarnos

- No mamá, no te preocupes –respondió la chica al ver la cara de su madre— Vallan tranquilos y pásenla bien

- De acuerdo, cualquier cosa nos llamas –dijo finalmente la mujer confiando que no habría mayor problema.

Se despidió de la chica con un abrazo al tiempo que su marido llegaba para anunciar que había llegado el taxi. Al quedarse sola Marinette decidió que lo mejor sería estar en su cuarto y relajarse pues quería un tiempo a solas con su mente. Se dio una ducha caliente y se metió en su intento de pijama, que solo consistía en unos shorts y una polera deportiva bastante holgada. Le llevo a Tikki unas galletas especiales con muchas almendras y chocolate pues sabía que la Kwami las adoraba y mientras conversaban animadamente se puso manos a la obra con el término del diseño de un vestido de Ballet que quería hacer para cuando Alya tuviera su famosa audición. Estaba en eso cuando sonó su teléfono

- Marinette, hay problemas, necesito que busques una jarra con agua rápido –dijo Adrien aparentemente agitado

- ¿Adrien? ¿Qué sucede? –pregunto la azabache muy extrañada— ¿Dónde estás?

- No tengo tiempo de explicarlo pero voy en camino, por favor ten lista el agua –rogo antes de cortar.

La chica busco rápido un recipiente en la cocina, lo lleno de agua y para cuando volvió a su cuarto Chat Noir estaba esperando en la ventana.

- ¿Estás bien? ¿Qué sucedió? –pregunto preocupada al tiempo que abría la ventana y lo dejaba entrar. El chico llevaba el ramo de rosas rojas escondido detrás y apenas estuvo de pie frente a ella se las extendió

- Pasa que estas flores necesitan agua –aclaro con una sonrisa torcida al tiempo que tomaba su mano para besarla– Son para ti princesa

Marinette se quedó sorprendida mirando el gran ramo de flores que el rubio le había traído pues eran realmente hermosas, doce perfectas rosas rojas cuidadosamente atadas por el tallo con una cinta del mismo tono. La chica pensaba que esta clase de detalles eran realmente tiernos y caballerosos por lo que no pudo evitar sonreír ampliamente por el gesto. Contrólate Marinette recuerda que estamos enfadadas, le dijo una voz dentro de su cabeza.

- No deberías estar aquí Chat –dijo sin poder evitar recibir las flores, momento que utilizo el felino para sacar su cámara y capturar la cara de felicidad de su azabache.

- Quería verte princesa –respondió acercándose lentamente mientras agitaba la instantánea en el aire— No tienes idea de lo mucho que te extrañe –agrego con tono coqueto, acorralándola

- Aun no se... es decir yo también quería...—la chica había quedado pegada a la pared con uno de los brazos del felino cortándole el paso. Estaba tan cerca que Marinette no podía evitar mirar esos labios que tan desesperadamente quería besar. Al final logro encontrar su cordura y se retiró rápido en busca del jarrón con agua.