Capitulo 17

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Se sentía el hombre más afortunado ya que desde que él y Marinette decidieron estar juntos muchas cosas en su vida dieron giros interesantes, empezando con su padre. Había presenciado con regocijo como su progenitor se agradaba más y más con la azabache desde el día en que vino a cenar a su casa. Recordaba con alegría aquella noche pues, justo después que se fuera Marinette, su padre se dirigió a su cuarto para hablar con él, cosa que no sucedía desde que era pequeño.

- Es una chica muy talentosa, debo admitir –dijo el hombre con la mirada nostálgica puesta en las fotografías de su hijo.

- Lo sé –al rubio no se le ocurría que más decir pues aun no asimilaba que su padre estuviera en su habitación intentando tener una conversación con él

- Supongo que seguirá con el diseño luego de terminar la secundaria –asevero volteándose para mirarlo

- Por supuesto, siempre ha sido su sueño

- Excelente –pronuncio más para sí mismo el hombre— Invítala más seguido, aun no termine de hacerle correcciones

- Claro padre –contesto Adrien repentinamente feliz— me alegra que te agrade

Gabriel Agreste había perdido la relación con su hijo menor por estar tan ensimismado en su trabajo y era algo en lo que últimamente pensaba mucho. Sentía que debía impulsar la carrera de Adrien para que este tuviera todas las oportunidades que a él le faltaron y en el fondo creía que esa era la manera correcta de demostrarse su amor. A veces los padres piensan erróneamente que lo que ellos no tuvieron es lo que sus hijos necesitan pero no se detienen a saber si es lo que quieren. Para Adrien un abrazo y palabras de aliento habrían valido más que todo lo demás, y ahora que veía a su progenitor interesado en conocer a la persona que amaba sentía que por fin podrían llegar a entablar una buena relación.

Tal como lo sugirió el afamado diseñador, Adrien se encargó de llevar frecuentemente a Marinette a la mansión para que pudieran pasar tiempo juntos y a solas, pues su padre solo se encontraba de vez en cuando. Así pasaban tardes enteras hablando y riendo en su cuarto mientras jugaban videojuegos, veían películas o compartían intereses sobre su música favorita. Para su sorpresa la chica tenía un vasto gusto musical que incluía muchas de las bandas que al rubio le encantaban y muchas otras antiguas que no conocía. Por su parte Marinette amaba que Adrien supiera hablar ese lenguaje con ella pues era como si la conociera a la perfección y le gustaba también llevar su vieja guitarra para que el chico continuara aprendiendo.

- Has avanzado bastante –le decía asombrada pues de verdad era bueno— Lastima que este tan maltratada –la conexión había empezado a fallar hace días y le preocupaba que estuviera muriendo definitivamente

- ¡Tengo una idea! –exclamo de repente el rubio mirando al horizonte, como gozando su revelación. Tomo la mano de su novia y salió literalmente corriendo de la mansión en busca de algún paradero de autobús

- ¿A dónde vamos? –pregunto la chica riendo una vez que estuvieron afuera de la casa

- Iremos a comprar una guitarra –contesto con una sonrisa

- ¡¿enserio?! ¡Genial! –exclamo emocionada— ¿pero qué haces? –pregunto al ver a su novio viendo confuso a todos lados

- Gorila no está hoy –respondió aludiendo a su chofer quien no trabajaba los viernes por la tarde— Y la verdad no tengo idea de cómo tomar un autobús

Nuestra Propia Historia de Amor MBL [1era TEMPORADA]  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora