Capitulo 18

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Había oscurecido demasiado pronto, pensó la chica caminando rápido. A media tarde se quedo sin batería en casa de Alix y no le dio la suficiente importancia hasta que se percató que en realidad el tiempo había pasado volando. Sus padres sabían que estaba ahí pero de todas formas les preocupaba que caminara sola y a oscuras por las calles, si tan solo supieran que soy la heroína de Paris no le darían tanta importancia, pensaba al tiempo que aceleraba el paso. Estaba a unas cinco cuadras de la panadería cuando de detuvo en seco al escuchar el llanto de un niño a quien no pudo divisar, miro alrededor y extrañamente la calle estaba completamente vacía, fue ahí cuando tuvo un mal presentimiento. El llanto parecía provenir de un edificio abandonado al final de un callejón sin salida por lo que se dirigió detrás de un gran contenedor de basura para poder transformarse y cuando la heroína apareció, trepo fácilmente a la ventana más baja, que estaba rota. Al entrar sus ojos se acostumbraron levemente a la oscuridad y en un rincón pudo ver a un pequeño que lloraba y temblaba desesperado, atado de manos y pies. En un afán por seguir sus ganas de ayudarlo ignoro aquella pequeña voz en su cabeza que le advertía que algo no andaba bien. Había sido demasiado fácil entrar y ¿porque ese niño no tenía tapada la boca para evitar que gritara? No tuvo tiempo siquiera de llegar a él cuando un hombre, camuflado por la oscuridad, salía de la misma esquina y alzaba al pequeño para apuntarlo con un arma.

- Solo hace falta que un niño llore para que aparezca nuestra gran heroína –dijo lentamente— Muy linda noche ¿no, Ladybug? –era un hombre alto, calvo y fornido que además parecía algo inestable. El típico personaje que te haría cruzar a la vereda de enfrente si te lo encontraras por ahí

- ¿Quién eres y que es lo que quieres? –hablo la heroína sacando su yoyo y poniéndose en guardia

- Que buena pregunta –afirmo dejando ver una sonrisa macabra— pero está mal hecha querida, deberías preguntar quiénes somos.

Al instante se escuchó el ruido de miles de pasos acercándose al piso, resultando en la aparición de un mínimo de veinte personas que la rodearon completamente. La chica comenzó a hacer cálculos mentales y a planear estrategias, que para su mala suerte, eran cada vez más escasas.

- Delincuentes, traficantes, ladrones... –continuo el hombre como si narrara una historia— Todos con algo en común, las ganas de deshacernos de la persona que nos ha limitado en nuestra ciudad –dijo poniendo énfasis en la palabra "nuestra"— ¡Una vez que acabemos contigo será cuestión de tiempo para que caiga el gato y por fin recuperaremos lo que nos pertenece! —Debía salir de ahí, pero no podía dejar al pequeño pues apostaría a que el tipo no tendría reparos con matarlo— ahora dame ese yoyo o despídete de este amiguito –finalizo tomándolo por el cuello y poniéndole el cañón a nivel de la sien.

- ¡Alto! –grito la heroína horrorizada— no le hagas daño, aquí esta —dijo mostrando el alto su arma. Tenía una idea pero si no era lo suficientemente rápida podría ser perjudicial, con todo, decidió que era ahora o nunca.

Estiro el yoyo con un solo movimiento en dirección al hombre y alcanzo a jalar el arma justo cuando salió el disparo, que por suerte no había herido a nadie. Lo que sucedió después no habría podido evitarlo nadie. Al tiempo que arrojaba la pistola por la ventana una decena de personas se abalanzo sobre ella derribándola en el suelo al tiempo que otros sacaban sus armas. La heroína empezó a dar golpes pero también a recibirlos pues estaba totalmente rodeada y para empeorar las cosas lograron quitarle su yoyo.

- Hay que irnos rápido jefe, el disparo debe haber alertado a alguien –apuro uno de los tantos que participaba en el ataque

- Átala y métela a la bolsa –respondió el aludido evidentemente enfadado— y a este también –agrego aventándole al niño.

Nuestra Propia Historia de Amor MBL [1era TEMPORADA]  [TERMINADA]Where stories live. Discover now