Por alguna razón los medios locales comenzaron a fijarse en mi. Mis eventos eran transmitidos por televisión y tenían aún más alcance por internet.
Jordana y Ryan me habían acompañado a comprar mis boletos para mi próximo vuelo a Estados Unidos. Derramaban miel por todas partes, siempre besándose.
-¿Qué harás esta vez? -dijo Ryan.
-Lo mismo que siempre, sólo que en diferente locación.
-Es increíble lo que lograste en tan poco tiempo...
-No diría poco ya van dos años -dijo Jordana.
-Y estamos a nada de terminar la escuela. Le tengo miedo a la universidad.
-Debemos estar tranquilos, no te asustaste con la publicación de tu segundo libro. Ni por salir en televisión nacional próximamente...
-Buenos días América ahí te voy -dije sonriendo
-Si, Justin también saldrá en algunos días...
-¿Qué?
Y me quedé helada, tenía tanto tiempo sin saber de él, escuchar de él siquiera...
-Oh si, lo escuché por ahí. -dije distraídamente.
Compré los boletos esa tarde. Saldría el domingo por la noche y el lunes estaría en el programa.
Esa noche Jordana se quedó en mi casa a dormir. Ya era como de la familia y mi mamá era feliz con eso.
-¿Ya viste que no te toca estar con Justin?
-¿Eh? No, no había ni checado.
Dije distraídamente, aunque en el fondo quería toparmelo de frente en el show y decir que lo conocía y que era un maldito odioso.
-Que lástima... Pudiste haber dicho sus verdades por televisión nacional...
-Jaja siempre piensas igual que yo, te odio.
-Yo se muy bien que me amas... Bueno igual y te lo tomas en el aeropuerto. Quien sabe.
La verdad quería toparmelo en el aeropuerto, sólo para ver si me reconocía.
