Capitulo 31

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Andrea
Habían pasado unos días desde aquel encuentro, aún recordaba lo bien que me sentí cuando me abrazo y su rostro triste cuando me separe de él y me fui, no quería hacerlo pero...¿Debía hacerlo no?
Hoy cuando llegue a la fundación, al primer lugar que fui fue a la oficina de Susana y al entrar, me llamo mucho la atención un hermoso ramo de flores, rosas rojas...

Andrea: que esposo más romántico tiene, señora Susana (sonrío) están  bellísimas

Susana: no son mías, son tuyas. Parece que tienes un pretendiente con buenos gustos

Andrea: mías? (asiente)

Susana: así es...no lo dejes escapar

Con esto último dicho se fue, dejándome frente al ramo de rosas, nunca había recibido una flor, ni siquiera cuando estaba con Samuel, me acerque y saque la tarjeta que había entre las flores, la abrí y comencé a leer: "no recuerdo haberte dado rosas, hasta en los detalles te descuide. Te ama, Samuel"
Era de suponer que eran de él y lo raro de todo es que no me molesto su detalle, al contrario, me encantó. ¿Pero a que se debía? Se debía a que lo extraño, esa es la palabra, pero también tengo miedo...miedo a que de nuevo pase, a que de nuevo me sea infiel.
Estaba por salir de la oficina, dejando las flores en el escritorio, pero no pude salir, ya que Samuel estaba parado en la entrada.

Samuel: te olvidas las flores (sonríe)

Andrea: creo que te confundiste de lugar y persona. Son para tu amante, pero quizá le gusten otras cosas, como...joyas caras, ropa, perfumes y sobre todo hombres ocupados

Samuel: son para ti, que te gustan los detalles, el café por las mañanas y despertar con besos en la espalda, besos solo míos (se acerca a mi)

Andrea: y me sigue gustando despertar así, a diferencia que no son tus besos, sino otros muchísimos más ricos (sonrío y se pone serio)

Samuel: de ese hombre...David era...

Andrea: si, de él (me sujeta de los brazos suavemente)

Samuel: pero no te da lo que yo te daba

Andrea: que yo recuerde era...besos, sexo y nada más, eso era contigo. Con David tengo mucho más que sexo y besos, como cenar juntos, mirar películas, pasar tiempo juntos

Samuel: (me suelta) también hacíamos eso nosotros

Andrea: a si? No lo recuerdo. Sumado a que no me es infiel, claro

Samuel: ya entendí, me voy. Pero ni creas que te dejaré en paz (se va)

Andrea: y no quiero que lo hagas. Quiero ver hasta donde eres capaz de llegar por mi

Salí de la oficina, no sin antes llevarme el ramo de flores. Cumplí mi horario con mis angelitos y volví a casa, en donde me esperaba una aburrida noche sola, ya que Alexa tenía una cita, la primer cita con Damián...

Alexa
Aquel día que escuche la conversación entre Damián y Francesca, hice un buen trabajo en provocar a Damián, tanto así que perdió la paciencia y me acorralo contra la puerta de su consultorio, sus hermosos ojos se oscurecieron de placer o deseo....quiza y no me beso porque corrí el rostro y no aguantando más, me invito a una cita. Así que, con ayuda de Andrea, me vestí y ahora me estaba llevando a quien sabe donde, ya que Damián había cubierto mis ojos.

Alexa: Damián a donde me llevas?

Damián: paciencia linda

Alexa: por favor

Damián: eso vengo diciendo yo hace una semana..."un beso, por favor" (en tono divertido)

Alexa: (río) eres vengativo

Damián: muy...así que como es nuestra primer cita, te podré dar todos los besos que quiera

Alexa: no lo harás

Damián: cierto, no lo haré

Alexa: que? Pero dijiste...

Damián: (susurra en mi oreja) ya que tu perderás la paciencia y me besaras

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo con lo último que dijo, beso mi mejilla y siguió conduciendo hasta que freno el auto, sentí como abrió mi puerta y me ayudo a bajar, sujetandome de la cintura.

Damián: llegamos, y espero te guste, porque lo hice yo mismo

Alexa: acaso estamos en la playa?

Damián: si (dejando un beso en mi cuello)

Causando un cosquilleo en todo mi cuerpo nuevamente, me destapó mis ojos, dejando ante mi, todo lo que había preparado, era increíble, no podía creerlo. Había armado un corazón con todas farolas encendidas, y en medio de este gran corazón, había una manta con una cesta, que imagino tendría comida, por suerte la noche ayudaba con esta increíble preparación.

Damián: y? (se pone frente a mi) muy cursi?

Alexa: muy...lindo (sonrío)

En la cesta resultó haber una botella de vino y dos copas, junto a unos ricos sándwich, en toda la cena Damián no quito sus ojos de mis labios, y era algo que me estaba poniendo nerviosa. Nunca había tenido una primer cita con tan lindos detalles y cuando ya creí haber visto por completo su sorpresa...pues no fue así. Damián dejo frente a mi frambuesas, mis preferidas.

Alexa: (comienzo a comerlas) no comerás?

Damián: no de ahí (se sienta frente a mi) solo me gustan de otro sitio

Alexa: a si? ¿De dónde? (acerco mi rostro al suyo)

Damián: de tus labios

Alexa: entonces bésame, anda...bésame

Damián: (mira mis labios) ya te dije que tu perderías la paci...

Aprovechando la cercanía de nuestros labios, los capture en un beso lleno de necesidad, de impaciencia y de deseo. Nuestras bocas se acoplaban en una sincronía perfecta. Sin lugar a dudas, sus labios eran los más suaves y exquisitos. Enrede mis dedos en su cabello para atraerlo más a mi, él respondió con un suave gemido que me retorcio todo el cuerpo en una sensación maravillosa.

Sanarte el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora