Sanarte el alma

Capitulo 35

Alexa
Al llegar al hospital, por el primer lugar que pase fue por el consultorio de Damián, al entrar...él estaba de espaldas a mi, por lo que silenciosamente me acerque por detrás y le susurre algo al oído.

Alexa: hola guapo

Damián: mi amor (voltea) digo...Alexa, lo siento

Alexa: mi amor me gusta (sonrío y le doy un corto beso en los labios)

Damián: bien entonces (me abraza por la cintura) recuerda que tu y yo, hoy en la noche tenemos una cita

Alexa: no he dejado de pensar en eso desde ayer (rodeo mis brazos en su cuello) Fran aún duerme?

Damián: si...ayer por la noche estuvo con vómitos y dolor en su cuerpo, se durmió tarde

Alexa: pero...ahora está bien?

Damián: si, con ganas de verte. Iba a llamarte ayer, pero no me dejo

Alexa: cada vez será peor, verdad? (suspiro y pego mi rostro a su pecho)

Damián: si, aunque me niegue a aceptarlo. Necesito que estés a mi lado (abrazandome fuerte)

Alexa: también te necesito. Créeme

Damián: pues...si es así, no me iré a ninguna parte (deja un beso en mi frente)

Alexa: despertemos a Fran (sonrío)

Caminamos hacia su habitación, para mi sorpresa...tomados de las manos, cuando entramos, vi a una muy cansada Fran que a pesar de todo, me regalo una sonrisa como todas las mañanas.

Francesca: tomados de las manos...es nuevo eso (mirando nuestras manos entrelazadas)

Alexa: como te sientes? (dejando un beso en su mejilla)

Francesca: ya te fueron con el cuento (sonríe)

Damián: ningún cuento Fran (la miro)

Alexa: pobre de ti si me ocultas las cosas

Francesca: que miedo

Alexa: pues deberías (río)

Francesca: Andrea?

Alexa: se fue a la fundación, luego vendrá

Damián: David también fue allí

Alexa: solo espero que Samuel no esté, porque sino habrá problemas

Damián: no creo que sean problemas, sino un hombre defendiendo lo que ama

Francesca: puede ser...ustedes que, saldrán hoy? ¿Al fin le pediras que sea tu novia?

Alexa: Francesca...

Francesca: solo decía (ríe) Damián, que tienes pensado hacer hoy con mi amiga? (levantando sus cejas)

Damián: ya verás tu! Te traeré la espantosa comida de hospital (se va)

Francesca: (me mira) respira. Pareces un tomate (riendo a carcajadas)

Andrea
Hoy era un día hermoso, así que tuvimos la posibilidad de salir con los niños a un parque, como David había venido a estar conmigo, me acompaño y no ha parado de hacer bromas con respecto a Samuel...
Ahora estamos sentados uno al lado del otro mientras los niños comían, y unos pasos más adelante se encontraba Samuel, mirándonos muy serio.

David: este juego me está gustando (sonríe y se acerca más a mi)

Andrea: para ya! (río) no te parece suficiente todo lo que lo haz hecho sufrir?

David: esta celoso (susurra en mi oreja)

Andrea: me da igual

David: no es cierto...te importa (aparta un mechón de cabello de mi rostro)

Andrea: me beso y yo le correspondi

David: es porque aún lo amas, ya te lo dije (me abraza y deja un beso en mi frente)

Samuel: podrían dejar sus muestras de cariño para otro momento. ¿No es así? (nos mira)

Andrea: nos...

David: deberíamos? No lo creo (nos paramos) si nos demostramos cariño es porque nos queremos. ¿No es así, bonita? (me mira y me guiña un ojo)

Andrea: cierto (sonrío)

Samuel: podemos hablar? (veo como cierra sus manos con fuerza)

Andrea: (asiento) me esperas? (mirando a David)

David: cualquier cosa estaré con los niños

Deja un beso en mi mejilla, a lo que Samuel desvía la mirada hacia otro lado...esta muriendo de celos, lo sé.
Nos apartamos un poco y Samuel es quien hablo...

Samuel: lo haces a propósito? ¿En verdad tu novio tiene que venir justo al lugar en donde yo estoy?

Andrea: si mal no recuerdo...habías hecho un cambio de horario. En cuanto a lo mio con David...no lo hago a propósito

Samuel: (suspira) no te das una idea el daño que me hace verte con ese

Andrea: créeme que si es el mismo daño que sentí cuando me fuiste infiel...Créeme que si se lo que se siente

Samuel: jamás olvidarás lo que te hice, por mucho que digas que me perdonaste

Andrea: Samuel...

Samuel: ya entendí...entendí todo

Se acerco a mi, dejando un beso en mi mejilla y se fue. Y lo último que quedó grabado en mi cabeza fue...sus ojos a punto de soltar las lágrimas

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Se que estarán odiando las actitudes de Andrea...pero si de algo estoy segura es que Samuel no la ha dejado un minuto en paz para ella pensar y decidir que hacer.

Muchos besos.