Sanarte el alma

Capitulo 48

Andrea
Llevaba quince minutos manejando, tenía tanta mala suerte que se largo a llover y para colmo, los autos transitaban a pasos de tortuga. Estaba parada en un semáforo, cuando mi celular suena.

Lamada
Andrea: bueno?
Alexa: hermanita
Andrea: que pasa Alex? "Vamos muevanse" (tocando bocina y gritando)
Alexa: por que tan enojada? ¿David ya se fue?
Andrea: si
Alexa: Samuel estuvo aquí, pregunto por ti
Andrea: vino al aeropuerto. Yo no lo vi pero David si, dijo que nos vio abrazandonos. "Maldita sea"
Alexa: (ríe) que sucede Andy?
Andrea: estoy en un embotellamiento de autos. No te rías
Alexa: respira! Llegarás a casa
Andrea: es que...
Alexa: es que?
Andrea: no voy a casa
Alexa: y eso?
Andrea: no puedo tener tanta mala suerte. Esto no avanza!!
Alexa: Andrea!
Andrea: a ver a Samuel. A buscar a Samuel. No quiero que siga pensando que entre David y yo hay algo, cuando lo único que hay es una muy bonita amistad. Lo amo, no puedo perderlo...
Alexa: y que más?
Andrea: ni siquiera se que le diré (apoyo mi frente en el volante del auto)
Alexa: lo primero que tienes que hacer es tranquilizarte y lo otro...solo se tu
Andrea: te dije que te quiero?
Alexa: todos los días
Andrea: oh por dios! Esto está avanzando, esta avanzando hermanita. Te tengo que colgar
Alexa: bien...pero conduce con cuidado, el asfalto esta mojado. Te quiero
Andrea: lo tendré. Igual yo Alex...bye

Luego de unos veinte minutos, gritos, bocinazos y muchas otras cosas más, ya estaba frente a su casa y para mi buena suerte...Samuel también acababa de llegar, pero él no me había visto.
Sin importar la lluvia y sin importar quedar totalmente empapada, baje del auto y le grite.

Andrea: Samuel!!! (voltea y me mira)

Samuel: Andrea? ¿Que estás haciendo aquí? (caminando hacia la mitad de la calle)

Andrea: estuviste en el aeropuerto (me acerco a él) David me dijo

Samuel: perderás tu vuelo Andrea, debes irte (voltea para irse pero lo sujeto de su brazo)

Andrea: yo no perderé ningún vuelo (acercándome más a él)

Samuel: bueno...tu novio

Andrea: y tampoco tengo novio

La lluvia seguía cayendo sobre nosotros, no me importaba el frío ni la lluvia, mi corazón se aceleró. De pronto, nuestros rostros quedaron cerca el uno del otro, presentía lo que iba a hacer, pero estaba muy nerviosa para aceptarlo, lo sentí indeciso y se que estaba igual de nervioso que yo. Pensé que no me atrevería, que huiria como siempre que lo tenía cerca, pero...¡Lo besé!
De una forma dulce y tierna. No dejaba de pensar en todo lo que habíamos pasado, pero de pronto mi mente se puso en blanco y me deje llevar por el momento. Era hermoso, él y yo basándonos abrazados bajo la lluvia, con nuestros corazones galopando como caballos salvajes, no quería que este momento acabara pero la falta de oxígeno nos hizo separarnos.

Samuel: Andrea que...

Andrea: entremos a tu casa

Ahora me pediría una explicación de por que lo besé y necesitaba primero pasar el shock de haber sentido nuevamente sus labios y luego pensar en que le diría.
Por eso quite de sus manos las llaves de su casa y entre, la conocía muy bien, esta casa tiene todos momentos lindos, momentos que no puedo ni quiero olvidar.

Voltee y nos quedamos mirando, con su ropa mojada y pegada a su cuerpo, hasta parecía más ejercitado. Cuando fui a hablar, ya era tarde, me encontraba rodeada por sus fuertes brazos, mientras uníamos nuestros labios en un beso desenfrenado, mientras subíamos a su habitación. Freno a mitad de las escaleras y me empujó con su cuerpo contra la pared, descendió por mi cuello dejando un cerco de besos, al mismo tiempo que colocaba sus manos en mi cadera y bajaba por mis muslos para volver a subir por debajo de ni vestido.

Samuel: Andrea...

Andrea: sh!

Samuel: esto está mal

Andrea: no digas nada. No pienses

Sin dejar de besarnos y con nuestras respiraciones agitadas, él me guió hacia la habitación y la abrió rápidamente para entrar. Lo único que me interesaba en este momento era acariciar el cuerpo del único hombre que logró volverme loca. Rápidamente quite mis tacones al mismo tiempo que él se deshacía de sus zapatos, volvimos a juntar nuestros cuerpos, quedando nuevamente contra la pared.
Abrí su camisa y toque sus pectorales bien definidos, mientras que Samuel estaba concentrado en acariciar mis piernas y besar mis hombros. Subió sus manos por debajo de mi vestido, rompiendo mi ropa interior. Tire de su camisa, dejándola caer al suelo, desabroche sus pantalones, mientras mi vestido se deslizaba por mi piel hasta caer al suelo...

Samuel
Todo paso muy rápido, me vi atascado en un embotellamiento, llegue a casa, Andrea se abalanzó sobre mi besándome y ahora...ahora la tenía prácticamente desnuda frente a mi, todo mi cuerpo la extrañaba. Contuve el aliento y observe su belleza en la oscuridad, sin poder esperar más, me abalance sobre ella y tomándola por el trasero la levante en el aire. Andrea envolvió sus piernas en mis caderas y emitió un gemido al sentir nuestras partes íntimas juntas. Camine por la habitación hasta sentarla en una mesa que había junto a la salida de la terraza. En un abrir y cerrar de ojos, estábamos completamente desnudos y besándonos sin parar.
Me aleje un poco y quede mirándola a los ojos y sin poder esperar más o darle tiempo a que se arrepienta, entre en ella suavemente.

Andrea
¿Que era lo que estaba haciendo? Se suponía que vendría a hablar con él, pero que más da, si lo deseaba. Cuando entro en mi, me abrace a su espalda, hacia tanto tiempo que no lo hacía, pero poco a poco mientras él entraba y salía en mi interior, comencé a sentir ese placer que había estado negandome a sentir.
Se que se estaba tratando de controlar y que no quería ser brusco, pero cuando mordi su cuello, ya no hubo más auto control y comenzó a embestirme bruscamente, mis gemidos contra su boca le daban a saber que esto me gustaba tanto como a él. Cuando ambos sentimos que la oleada de placer recorría nuestros cuerpos, unimos nuestras bocas en un beso apasionado, un fallido intento de callar mis gemidos...
Samuel dejo caer su cabeza en mi hombro sin soltarme, necesitaba recobrar la respiración.

Samuel
Sentía el pecho de ella moverse agitado y su olor tan sensual volvía a activar mi cuerpo. De nuevo estaba deseoso de ella, como estos dos años que no la tuve. Me incorpore para mirarla a los ojos y entonces entendí que ella deseaba lo mismo que yo. Sin decir nada, la cargue hasta la cama, comencé a besarla y acariciarla de nuevo. Pero en esta ocasión, Andrea se negó a dejarse hacer, me obligó a girar, dejándome tumbado en la cama y quedando sobre mi, para comenzar a moverse sin dejar se mirarme.

Y mientras yo disfrutaba de esto loco que estaba pasando...también esperaba que al despertar, ella este a mi lado y ahora si poder hablar.
Solo espero que no huya...

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Lo que menos quería esta pareja era hablar jaja.

Mañana habrá conversación entre estos dos...