6. Adiós

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Me despierto porque escucho pasos en la casa. Liam duerme y tiene su brazo por encima de mi espalda, lo muevo despacio esperando no despertarlo. En la puerta aparece Nolan y me mira bastante sorprendido. Le hago señas para que me espere y salgo de mi habitación después de ponerme un saco.

—Estábamos preocupados, no contestabas el celular desde ayer, no me vuelvas a hacer eso —dice susurrando y en un tono un poco enojado, pero al ver que se me cae una lágrima me abraza —, lo siento, lo siento, siento mucho lo que le pasó a Sophia —agrega y yo asiento mientras lloro en su hombro.

—Quería avisarte que la ceremonia es hoy a la tarde me llamó la madre de Sophie, podrían hablar, Riley o tú, después de todo la conocían mejor que nadie, paso por ti si te parece —asiento y el me da un beso en la frente —. Ah, y después vamos a hablar de lo que hay en tu habitación —me guiña el ojo y se marcha escaleras abajo.

Liam aparece detrás de mí y me abraza. Me resulta un poco extraño pero lo que menos quiero en este momento es pensar en ello. Que me abrace se siente bien, me reconforta saber que está aquí para mí. Pero no sé qué significa, nunca entendí que hacer cuando vuelves con tu ex, no es un desconocido como para empezar de cero pero a su vez tampoco siento que actuar como si nada hubiese pasado sea sano. Pero nosotros no volvimos, no sé ni por qué pienso eso. Entonces después de todo esto es mucho más raro, no somos nada pero en algún momento fue mi todo y ahora tiene estas actitudes de novio amoroso.

—Creo que deberías pasar por tu casa —digo al fin separando mi cuerpo del suyo —, el funeral es en unas horas.

—¿Vas a estar bien sola? Porque puedo esperar que te arregles y después vamos por casa y me esperas a mí.

—Podes ir tranquilo—le digo a medida que me doy la vuelta y le sonrío—, voy a estar bien de verdad.

Después que de abrirle la puerta a Liam, voy a alistarme para el funeral. Elijo un vestido negro corto, que a propósito se lo presté a Sophia una vez y le quedaba bastante indecente puesto a que medía unos diez centímetros más que yo. Medía, y es ahí que me doy cuenta que de verdad se fue y no puedo evitar volver a llorar. Luego de estar unos diez minutos sentada envuelta en la toalla decido vestirme y maquillarme. Me recojo el pelo en una media cola y me siento a esperar que mi primo venga por mí.

Hace bastante calor como es costumbre en el verano de Jersey City, no hablamos en todo el camino hacia la casa de los Parker. Nolan maneja y en el asiento de acompañante está Autumn que a mi parecer está bastante nerviosa, pobre chica hace pocas semanas está con mi primo y va a conocer al resto de nosotros en un funeral. Al bajarnos del coche veo como mi primo la mira, hace mucho que nadie me mira de esa manera. Hacen una hermosa pareja, ella es menuda y su cara tiene rasgos finos con ojos color avellanas, su pelo cae hasta sus hombros y tiene un color que no se distingue entre rubio y castaño. Es de mi misma altura, un metro sesenta quizás perfecta para mi primo que seguro se siente alto a su lado.

Lo primero que hago es abrazar a mí ahora, única mejor amiga. Después me dirijo a saludar a sus padres que están devastados, su única hija. Mis compañeros de secundaria están la mayoría ahí, todos de negro y nos saludan a Riley y a mí como si fuéramos un familiar más.

La ceremonia es bastante corta, hay un cura que dice las típicas palabras de "fue la voluntad de Dios", bla bla bla, lo cual me cuesta creer, pero no hago comentarios al respecto.

Paso al frente, es mi turno de hablar y comienzo.

—Todos los que estamos aquí presentes tuvimos la dicha de conocer a una persona tan maravillosa como ella, llena de luz, llena de vida, de fortaleza y de entrega hacia los demás. En particular ella era mi cable a tierra, la más racional del grupo, pero a su vez tenía la capacidad de sacar lo mejor de mí —al tiempo que digo esto se me corta la voz—, perdón—digo y continúo—. Nunca en mis 21 años de vida creí pasar por esto, siempre fuimos nosotras tres en nuestro pequeño y perfecto mundo, no había planes en mi vida en los que ella no formase parte de una forma u otra. Por eso en cada cosa que haga de ahora en delante ella sin dudas va a estar presente. Doy gracias por haberte conocido amiga y donde quiera que estés no es un adiós, sino un hasta pronto.

Vuelvo al fondo y su madre me da un abrazo y me agradece. La ceremonia continúa y al cabo de unas horas presenciamos el entierro que es lo más desgarrador del mundo. Al terminar acompañamos a los Parker a la casa y nos dirigimos al antiguo cuarto de nuestra amiga. Ahí se encuentra su valija armada y la madre nos dice que nos llevemos lo que queramos, que eso es lo que su hija hubiese querido. Elijo algunas cosas como fotografías en particular dos en especial, un recuerdo de cuando viajamos a Miami para su cumpleaños número diecinueve y otra en la que deberíamos tener diez. Además me llevo una sudadera y alguna que otra cosa.

Vuelvo a casa y me encuentro sola otra vez.


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