7. Perfume melancólico

57 4 6
                                    


En la soledad de mi casa me encuentro a mí misma escribiéndole a Liam.

No quiero estar sola.

La respuesta no tarda en llegar.

En dos minutos estoy en tu casa.

Al cabo de unos minutos suena el timbre.

—Traje helado—dice con una media sonrisa en su rostro, con razón demoró en llegar—. Pensé que podríamos mirar una película o comer y hablar si tenés ganas—dice mientras entra y cierra la puerta detrás de él.

—Comer y mirar una película —digo y camino hacia mi cuarto y el me sigue.

Nos sentamos en la cama y él se quita los zapatos.

—Gracias, de verdad —le digo y lo abrazo sin pensarlo dos veces. Me mira a los ojos, de esa manera que solo él sabe y pega los labios contra los míos, su lengua se abre paso en mi boca y no quiero que se detenga nunca. Sus brazos me rodean y yo hago lo mismo. Después de tres años en rehabilitación caigo en esta droga otra vez, es increíble como es capaz de meterse en cada parte de mi ser tan fácilmente y como soy tan vulnerable a su tacto, a cada parte de él.

No decimos nada, tampoco quiero arruinar el momento con una conversación sin sentido me conformo con el hecho de estar abrazados, lo único sé es que no necesito más drama por un tiempo. Pongo una película de suspenso en la laptop de esas que tanto me gustan y comemos helado de menta granizada y chocolate. Es increíble que se acuerde de lo que me gusta todavía.

Me despierto con el sonido de mi celular, no recuerdo haberme quedado dormida, son las dos de la madrugada y estoy tapada con una manta. Es un número que no tengo agendado, miro la foto de WhatsApp y me sorprendo al ver que es Dylan, que distinto está. ¿Cuánto hace que no lo veo, cinco años o más? Recuerdo que Sophia lloró por un mes cuando él se fue a vivir con su familia a Brisbane, Australia, era su amor platónico pero él ni siquiera la registraba vivía en su propio mundo, tampoco es que ella se hubiese acercado.

Mel, ¡tanto tiempo! Sé que es tarde ahí y no sé si te acuerdas de mi pero cuando tengas un segundo me gustaría hablar contigo.

Sin dudas es raro, desde que se mudó nunca más hable con él, no es que fuéramos amigos en la secundaria tampoco, era más bien reservado, solitario y me acuerdo que siempre estaba dibujando. Lo molestaban bastante en clase, Sean y su grupito sobre todo pero a él creo que nunca le importó, o si le importaba lo disimulaba bastante bien, en fin creo que era más maduro que el resto.

—Liam —digo casi en un susurro, tocándole la espalda. No responde. Decido escribirle a Dylan porque la curiosidad me está matando, que puede querer una persona a la que no veo desde los quince.

Hola, me acuerdo sí. ¿Cómo estás? Decime

Bien, ¿tu? Me pasó algo bastante raro hoy, iba saliendo de una de mis clases de la Universidad, cuando a un compañero de clase se le cayó una foto. Cuando se la quise alcanzar no lo encontré y la verdad es que solo sé su nombre. Me dio curiosidad y la miré. En la foto estás tú, bueno ambos en algo que parece ser selva. ¿Conoces a algún Simon?

A continuación me envía la foto.

Dios, al ver la fotografía se me hiela la sangre, y un calor me recorre el cuerpo de arriba hacia abajo. No puede ser él. Ahí estamos los dos, bronceados, yo subida en su espalda, en medio de la selva, él tiene una sonrisa de oreja a oreja, su pelo castaño claro está despeinado y por supuesto lleva su cámara de fotos colgando del cuello, yo me veo feliz y llevo su sombrero en mi cabeza. Me acuerdo que le pedí a otro compañero del grupo que nos sacara una foto con mi polaroid y se la regalé un día antes de que estuviéramos por primera vez, en ese momento solo éramos algo así como amigos, nos hacíamos compañía y escuchar se le daba bien. Estuvimos juntos en un voluntariado en Costa Rica para la conservación de la selva tropical y de un día para otro abandonó el programa sin previo aviso. ¿Qué hace un chico que desapareció por completo de mi vida sin dejar rastro alguno con esa foto? Esto es jodidamente retorcido.

Tengo muchas preguntas pero es demasiado por un día y decido contestarle en la mañana, aunque con esta noticia dudo que pueda dormir algo en lo que resta de la noche.


Volver a sentirWhere stories live. Discover now